El color de los ojos, begien kolorea

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Cualidades atribuidas al color de los ojos

Con el color de los ojos sucede algo parecido a lo que ocurre con el color de los cabellos. En Zerain (G) de las personas de ojos claros se decía que eran delicadas y que su salud podía ser frágil, mientras que de las de ojos negros se pensaba que eran más pícaras y gozaban de buena salud. En Beasain y Oñati (G), según algunos, es más fuerte el organismo de quien tiene ojos negros y más débil el de quien los tiene claros. En Berastegi (G) se ha consignado que las personas de ojos azules sufren más tiempo las enfermedades contraídas. En Agurain (A) dicen que los que tienen los ojos negros son de carácter más fuerte que aquellos que los tienen de color claro. En Elgoibar (G) de la persona de ojos azules se dice que es más viva, bizia.

En Elosua (G) de los ojos negros se opina que tienen una mirada perversa y de los azules claros, al igual que en Astigarraga, Berastegi, Elgoibar (G) y Aoiz (N), que son más débiles y sensibles a la luz y a alergias e irritaciones. En Pipaón (A) señalan que los ojos negros son cautivadores; los azules, conquistadores; los grises, observadores y los castaños intuitivos.

En Sara[1] (L); Donoztiri[2], Heleta[3] (BN) y Zerain (G) de quien tenía los ojos azules, begi zuriak, se creía que era falso; según precisan en Bedarona (B) es persona de la que uno no se puede fiar. En Améscoa, Lekunberri, Lezaun y Obanos (N) se ha recogido el dicho popular: “Ojos azules, mala pintura / donde no hay ojos negros, no hay hermosura” pues se consideraba que no había que fiarse de quien tenía los ojos azules (begizuria, Lekunberri). En Liginaga (Z) de quien tiene ojos rojos se dice que es bruja.

En Donoztiri, Heleta (BN) y Valle de Erro (N) a las personas de ojos negros u oscuros se les tiene por hermosas y en Liginaga se les considera nobles y leales. En Lezaun (N), Bedarona y Nabarniz (B) dicen que eran más apreciados los ojos oscuros. En San Martín de Unx (N) lo mismo que en Nabarniz en tiempos pasados parece que hubo un gran porcentaje de ojos azules y verdosos que los informantes consideran determinados por el color rubio del cabello.

Color de los ojos y enfermedad

Al describir los síntomas de los distintos males a lo largo de esta obra se mencionarán datos relacionados con la percepción popular de cómo una coloración de los ojos se asocia a determinada enfermedad. Por ejemplo, los ojos amarillentos evidencian una dolencia hepática; si están rojos se asocian al sarampión; los ojos enrojecidos denotan conjuntivitis o cargazón de ojos; los párpados blanquecinos por dentro son señal de anemia (indarga, Arraioz-N); los ojos cargados, tristes y hundidos son indicativos de que la persona no se encuentra bien de salud.

En las localidades encuestadas se han recogido también datos referidos a la significación de la coloración de los ojos y a su relación con la sintomatología de ciertas enfermedades o estados de ánimo. En varias localidades se anota que antaño había personas, sobre todo mujeres, que por el color de los ojos percibían el estado de salud de la gente (Bernedo, Moreda-A; Abadiano, Amorebieta-Etxano-B). También el estado emocional de las personas, si está triste o alegre, se detecta en función de que tenga los ojos brillantes o apagados (Durango, Muskiz-B; Lekunberri, Valle de Erro-N). Era muy común que las madres miraran el interior del párpado inferior de sus hijos pequeños: si lo tenían rojo era síntoma de salud; si blanquecino, síntoma de debilidad; si les brillaban mucho los ojos era señal de que tenían fiebre.

Se cree que los ojos expresan el modo de ser de una persona: las personas nerviosas o excitadas tienen ojos saltarines; las débiles, ojos nublados; las optimistas, mirada alegre (Moreda-A).

En Bernedo (A) dicen que los disgustos y las preocupaciones lo mismo que ponen el cabello blanco o cano, también aclaran los ojos; en Berganzo (A) que los ojos blancos son señal de mal presagio y que las orejas azuladas indican que la persona no goza de buena salud.


 
  1. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de José Miguel de BARANDIARAN. “Bosquejo etnográfico de Sara (VII)” in AEF, XXIV (1971-1972) pp. 59-102; “Bosquejo etnográfico de Sara (VIII)” in OO.CC. Tomo VI. Bilbao: 1974, pp. 9-25.
  2. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de José Miguel de BARANDIARAN. “Rasgos de la vida popular de Dohozti” in El mundo en la mente popular vasca. Tomo IV. San Sebastián: 1966, pp. 37-106.
  3. Los datos referentes a esta localidad han sido tomados de José Miguel de BARANDIARAN. “Notas para un estudio de la vida en Heleta” in AEF, XXXIV (1987) pp. 65-77.