Enfermedades contra las que se usan las fricciones

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En la mayoría de las localidades la expresión que se utiliza popularmente es “dar friegas”, en Nabarniz se ha recogido una equivalente en euskera, bañoa emon, y sirven para que la persona que las recibe o una parte de su cuerpo “entre en calor”, facilite la sudoración y active la circulación sanguínea. En Bermeo (B) se les llama plegasiñoak, que traducen al castellano como “plegaciones” y en los casos de baños de pies iban acompañados de fuertes friegas de rodillas para abajo. En Arrasate (G) enumeran los grandes beneficios de las friegas que consisten en activar riñones, pulmones, piel e intestinos; disminuyen la fiebre, calman los nervios y ayudan al descanso, normalizan la circulación de la sangre y activan la función digestiva. En Goizueta (N) dicen que las friegas, igurzketak, van encaminadas a dar calor y a facilitar el movimiento de los huesos. Los informantes de Moreda (A) señalan que aunque no tengan una eficacia probada, la gente las agradece porque proporcionan calor, relajamiento y alivio al mal si bien agregan que en ocasiones producen irritaciones en la piel.

A continuación se mencionan, agrupados, los casos o enfermedades en los que las encuestas han señalado que principalmente se dan friegas para aliviar el mal:

Dolores articulares, de espalda, reuma, lumbago, tortícolis (Agurain, Amézaga de Zuya, Apodaca, Berganzo, Mendiola, Moreda, Pipaón, Ribera Alta, Valdegovía-A; Durango, Gorozika, Nabarniz-B; Bidegoian, Elosua, Hondarribia, Oñati-G; Allo, Aoiz, Arraioz, Izal, Murchante, San Martín de Unx, Tiebas, Viana-N). También para quitar “los calambres” o cuando se queda dormido algún miembro del cuerpo (Allo).

Catarros, enfriamientos, gripe, fiebre (Agurain, Amézaga de Zuya, Berganzo, Bernedo, Mendiola, Moreda, Valdegovía-A; Abadiano, Bedarona, Bermeo, Muskiz, Nabarniz, Orozko-B; Berastegi, Bidegoian, Elosua, Hondarribia-G; Aoiz, Eugi, Murchante-N).

Golpes, hinchazones, torceduras, retortijones, tirones musculares (Bajauri, Pipaón, Ribera Alta, Valdegovía-A; Abadiano, Durango, Nabarniz, Orozko-B; Hondarribia, OñatiG; Aoiz, Murchante, San Martín de Unx-N).

También se han mencionado puntualmente otros muchos casos en que se recurre a las friegas como remedio del mal: en Eugi (N) las friegas, igurzketak, se dan contra dolencias de la piel; en Obanos (N) para quemaduras y escoceduras; en Apodaca (A) para escoceduras y sarpullidos. En Orozko (B), Eugi y Goizueta (N) para dolores de huesos. En Amézaga de Zuya, Olaeta (A); Amorebieta, Bermeo, Nabarniz, Zeanuri (B); Aoiz, Goizueta, Obanos y San Martín de Unx (N) para dolores de tripas, estómagos caídos, indigestiones y males de pecho. En Apodaca (A) e Izal (N) para dolores de riñones. En Amézaga de Zuya contra los dolores de cabeza y en Agurain (A) como remedio del asma. En Tiebas (N) contra la congelación. En Donoztiri (BN) mediante fricciones se curaba la enfermedad llamada tantxista, tournis o modorra.

En cuanto a los niños, en Améscoa (N), en tiempos pasados, había costumbre de frotar sus partes doloridas con agua bendita o con aceite. En Aoiz (N) a los bebés que les están saliendo sus primeros dientes se les da friegas con agua fría en las encías.