Escoceduras, azal errea

Una consideración especial requieren las escoceduras y quemaduras infantiles. Las escoceduras de la zona cubierta por los pañales se suelen designar gráficamente con expresiones como azala erreta (piel quemada) y se tratan aplicando remedios caseros del tipo de la mezcla de aceite de oliva con clara de huevo bien batida. Así en Bedarona (B) se ha constatado que a los niños pequeños cuando se les producía en la piel una irritación o escocedura, errea, se les ponía aceite.

En Allo (N) para suavizar y secar las escoceduras de los niños se utilizaba hollín o polvo de adobes[1]; en Améscoa (N) se les ponía quera, nombre con que se conoce el polvillo que produce la polilla en las tablas viejas, o polvillo tamizado de moler flores de orégano muy secas y si el escozor era muy agudo friccionaban previamente con una mezcla de agua y aceite. En Apellániz (A) han utilizado similares remedios a los recogidos en Améscoa y también polvos de la planta rastrera llamada licopodio (Lycopodium clavatum). En Amézaga de Zuya (A) cuando los niños tenían el culo escocido se les aplicaba el serrín acebenado de las tablas apolilladas. En Arrasate (G) las escoriaciones o las partes del cuerpo propensas a escoriarse, sobre todo de los niños, se espolvorean con ralladura de patata. En Agurain (A) se cocían en agua unas hojas de nogal y se lavaban las partes afectadas con un poco de algodón humedecido en dicho líquido.


 
  1. Ricardo ROS GALBETE. “Apuntes etnográficos y folklóricos de Allo (II)” in Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra. Tomo VIII. Pamplona: 1976, p. 457.