Estreñimiento

En Amézaga de Zuya, Bernedo, Mendiola, Vitoria (A); Muskiz (B); Astigarraga (G); Aoiz, Obanos y Merindad de Tudela (N) se untaba la cabeza de una cerilla o misto (en Orozko-B, el rabo) en aceite o jabón y se introducía por el ano, donde lo dejaban hasta que efectuaran la deposición (Bernedo). En Mendiola señalan que, en ocasiones, en vez de la cerilla se empleaban pequeños y delgados cirios bendecidos el 2 de febrero, día de las Candelas. Este remedio ha sido sustituido por la aplicación de supositorios de glicerina a los bebés estreñidos.

En Carranza (B) y Allo[1] (N) se ponían calas a los niños, es decir, cerillas o trocitos de jabón cortados a lo largo, que se les introducía por vía rectal; en Tiebas (N) se hacían una especie de supositorios con jabón del que se fabricaba en casa y tiempo después con jabón Chimbo, y en Orozko se calentaba el jabón con las manos y se le daba forma de mecha.

En Zerain, Hondarribia, Berastegi (G); Abadiano, Bedarona, Bermeo, Gorozika, Orozko (B); Vitoria[2] (A) y la Merindad de Tudela (N) para que los niños de pocos meses evacuaran, libratu, se les introducía por el ano el tallo de una rama de perejil, untado en aceite. En Carranza las calas se hacían cortando una ramita de perejil a la que se le quitaban las hojas. Se empapaba en un poco de aceite de oliva para introducirlo por el ano y una vez dentro se giraba suavemente. Se tenía por muy eficaz.

En Amézaga de Zuya (A) se seguía el mismo método con tronchos de berza muy finos untados con jabón Chimbo; en Abadiano (B) impregnaban en aceite el tallo de berza afilado; en Tudela (N) se valían del tallo de acelga y en Vasconia continental de la hoja de berza empapada en aceite[3]. En Aoiz (N) se les ponía en el ano una hoja de planta de geranio y en Lezaun (N) se les introducían por el culo unos granos de anís.

En Zerain (G) a los recién nacidos o a los muy pequeños se les hacía el siguente preparado: se cocían unos granos de avena, garagarra, se retiraba esa agua sustituyéndola por otra nueva para volverla a cocer y se azucaraba. Luego se les daba este líquido muy poco a poco. En Ataun (G) se les proporcionaba el agua, azucarada, de la decocción de garagar alea (cebada) o de ojara-belarra y en Amorebieta-Etxano (B) de kaka-bedarra o de injerra-bedarra. En Vasconia continental se les administraba tisana de oilo-kabara, corteza de aladierna seca[4]. En Donibane-Lohitzune (L) para purgar a los niños se les ponía lavativas, aiutak, de agua salada. En Aoiz (N) han consignado que los remedios de introducir por el ano agua caliente por medio de una pera de goma y el beber en ayunas jarabe de manzana, que se han usado con las personas adultas, los utilizaban también en los casos de estreñimiento infantil. En Durango (B) se ha constatado asimismo la costumbre de dar jarabe de manzana a los niños estreñidos.


 
  1. Ricardo ROS GALBETE. “Apuntes etnográficos y folklóricos de Allo (II)” in Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra. Tomo VIII. Pamplona: 1976, p. 458.
  2. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. “La medicina popular en Álava” in Homenaje a D. Joaquín Mendizabal Gortazar. San Sebastián: Museo de San Telmo, 1956, p. 260.
  3. DIEUDONNÉ. “Medécine populaire au Pays Basque” in Gure Herria. Tomo XXVI. Bayonne: 1954, p. 200.
  4. DIEUDONNÉ. “Medécine populaire au Pays Basque” in Gure Herria. Tomo XXVI. Bayonne: 1954, p. 200.