Cambios

Grado de inclinacion

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En Lezaun (N) pese a ser un pueblo de mucha lluvia y fuertes nevadas, la inclinación es similar a la de otros pueblos de la zona, menos castigados por los agentes atmosféricos. La pendiente habitual es de un 33%. Es probable que esto se deba a que todas las cubiertas son de teja, ya que en el pueblo de Iturgoyen, que no tuvo tejería, y donde hasta hace poco se han conservado varios tejados de lajas de piedra o losas, se aprecia que tienen una mayor pendiente motivada por el material utilizado para cubrir el tejado. Con un 33% las losas no desaguarían con efectividad ya que es una cubrición de ensamble dificultoso mientras que con el grado de inclinación de los tejados de losa las tejas tienen peligro de moverse y hacerse goteras.
Según Urabayen la superficie de una cubierta aumenta con relación a la planta de la vivienda “cuanto más húmedo y frío sea el clima de la región donde la vivienda se halle enclavada. Es decir, que, a medida que el clima se hace más húmedo y frío, la cubierta excede proporcionalmente en extensión a la de la planta de la vivienda, adoptando diversas formas, como el alero saliente o la mayor inclinación de las vertientes. En los climas de escasa lluvia la cubierta más sencilla y económica es la horizontal: la terraza. (...) El paso siguiente a éste, donde se necesite verter aguas, es el de dos vertientes. Pero cuando las precipitaciones atmosféricas son intensas las dos aguas se hacen más pendientes, y en las zonas de nevadas se transforman en cuatro o más, que ofrecen menor resistencia a la nieve y a los vientos, hasta llegar a la cúpula, que es la forma ideal para climas duros” <ref>Ibidem, p. 48.</ref>.
Este autor realiza una precisa delimitación del grado de inclinación de los tejados de Navarra que puede hacerse extensible a todo el territorio. “La inclinación de las cubiertas de Navarra es muy variable, desde la terraza, casi completamente horizontal, hasta alguna que quizá pase de los 60º. Pero la generalidad se acomoda a tres tipos (...): 10 a 20º , 20 a 40º y 40 a 50º. Los demás son casos insólitos.
Al sur de esta zona se encuentra otra de transición al tipo de 10º a 20º. Su límite meridional pasa cerca de Belascoáin, Tiebas, Aibar, Liédena y Yesa.
Por último, en el resto de Navarra, al sur, domina el tipo de los 10º a los 20º” <ref>Ibidem, pp. 51, 53.</ref>.
Esta diversidad de inclinaciones refleja la variedad del clima en Navarra. “Tal sucede con el tipo de 40 a 50º, aunque no en todos los casos. El clima, abundante en nieves, de la región donde se hallan esas cubiertas impone la vertiente de gran inclinación, la cual, si es a dos aguas, presenta una extensa superficie a la nieve y al viento. De aquí que se transforme en cuatro aguas, matando los ángulos de los hastiales para disminuir la resistencia. Pero esto la hace más cara y, sobre todo, persiste la necesidad de que posea una gran inclinación, lo que exige mucha más superficie con la carestía consiguiente”.
Los constructores de estas cubiertas han dado solución a estos inconvenientes ideando vertientes de doble pendiente, una, la más fuerte, a partir del caballete y la segunda, menos inclinada, cerca de los aleros. “Consiguen con esto disminuir el declive de la cubierta, lo cual la hace más económica, pero sin que pierda su eficacia para expulsar la nieve, pues la situada sobre la parte más inclinada, la del caballete, empuja con su peso a la que se halla en la parte menos inclinada, hasta que por deslizamiento el tejado queda libre del peso de la nieve en su parte más propicia a los hundimientos, la central. Así se explica la práctica corriente en Isaba (curso superior del Ezca) de emplear la teja plana en la pendiente más fuerte de la cubierta y la teja curva en la parte menos inclinada, donde únicamente podría sostenerse. Sin embargo, esta disposición constructiva no es general en la zona de cubiertas con la inclinación de 40 a 50º. Sólo se ve empleada en los valles de Salazar y Roncal (cursos superiores de los ríos Salazar y Ezca, respectivamente)” <ref>Ibidem, pp. 48, 51-54.</ref>.
[[File:Fig. 99. Tejado con vertientes de doble pendiente. Belagua (N), 1997.jpeg|frame|Fig. 99. Tejado con vertientes de doble pendiente. Belagua (N), 1997.|link=]]
Otro edificio es la ermita Sancti-Spiritus, al lado de la de Santiago. Muestra a los lados de la espadaña señales evidentes de que la primitiva techumbre, más baja que la que presenta actualmente, fue de ángulo obtuso, mientras que la posterior pasó a formar ángulo agudo hasta el extremo de cegar casi por completo el arco de la espadaña con el vértice de la techumbre. Este edificio fue levantado a principios del siglo XIII.
En cuanto a las causas que motivaron la modificación de los tejados pudiera estar el incendio que sufrió el pueblo a principios del siglo XV, el cual destruyó todo el maderamen, pero parece más lógico pensar en la abundante nevada que cayó a principios del siglo XVII que provocó el hundimiento de las techumbres de madera, que debieron ser reconstruidas. Es posible que igual o parecido proceso se haya seguido en los demás pueblos de esta zona pirenaica <ref>José de AGUIRRE. “Establecimientos humanos y casa rural, II”, in AEF, VI (1926) pp. 117-124.</ref>.
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