Hortalizas aéreas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En este apartado se recogen las plantas hortícolas cuya parte comestible es la que sobresale sobre la tierra. Se agrupan en función de si se aprovechan las hojas, las flores o los frutos.

Hojas

En primer lugar incluimos las especies de las que se aprovechan fundamentalmente las hojas.

Lechuga

En Moreda (A) se cultiva en muchas épocas del año ya que se sube pronto. Cuando se acaban unas se ponen otras y así se está durante todo el año.

En invierno, en diciembre, se plantan las denominadas romana y de oreja de burro o larga, que se recolectan en primavera. La lechuga re-pollada o rizada, a la que le cuesta más pasarse, y la morondilla o morada, cerrada de hojas, se ponen en la primavera avanzada a fin de recolectarlas y consumirlas en verano. Los cogollicos de Tudela se plantan durante todo el año.

Primeramente las lechugas se ponen con taco-tiesto y posteriormente se trasplantan. Se plantan en tablares de metro y medio. Si antes han estado en semilleros, hay que trasplantarlas a estos tablares.

Cuando las lechugas están crecidas se suben o se pasan en dos días por lo que hay que consumirlas pronto.

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En Ribera Alta (A) la lechuga se ponía en dos épocas distintas: en noviembre la que se iba a consumir en marzo o abril y en estos meses la que se comería en verano.

En Abezia (A) se trata de un cultivo muy habitual. Se hace un semillero y una vez nacida se trasplanta. También se compra la planta. Con un palo se hacen los agujeros en los que se colocan después. Se tapan con el pie o con un zarcillo. En Apodaka (A) las lechugas se ponen a poco menos de un palmo unas de otras.

En Apellániz (A) se cultivan las variedades de lechuga denominadas de oreja de burro y de manteca.

En Viana (N) la variedad más abundante ha sido la morondilla o rizada. Después se introdujo la de oreja de burro, también llamada romana. Asimismo se cultiva, pero menos, la negra-morada de hoja rizada, escaroleada, llamada de roble. Como ocupación principal en esta población figuraban 2 ha dedicadas a este cultivo en el año 2003. Hay particulares que cultivan los llamados cogollos de Tudela.

En Muez y Ugar (N) las semillas de la lechuga romana se siembran a voleo en verano; necesitan abundante estiércol y riego a pie de planta.

En Carranza (B) el semillero de lechugas se hacía en marzo, aprovechando la luna menguante, si es que venía un período de buen tiempo, de lo contrario había que retrasarlo. Con cierta antelación algunos sembraban lechuga en bañeras y baldes viejos que se tenían en el balcón de la casa. Cuando hacía mal tiempo se protegían y si lucía el sol se exponían a él. Esta siembra temprana se realizaba en el mes de febrero y para cuando llegaba el buen tiempo ya se podían trasplantar las plantitas obtenidas. Para ponerlas en la huerta se utilizaba un palo con el que se iban abriendo agujeros en la tierra y en cada uno se introducía una planta. En definitiva esta estrategia servía para adelantar este cultivo, es decir, para obtener una cosecha más temprana.

Las lechugas crecían rápido. Como solían nacer muy tupidas se enralían, aclaraban, y las plantas entresacadas se iban plantando por los lugares que quedaban libres en la huerta. Por ejemplo entre las cebollas después de haberlas sallao, o bien, en este caso, se esparcía simiente directamente entre ellas. Era una forma más de maximizar el aprovechamiento de la tierra, ya que por su tipo de crecimiento este cultivo se podía solapar con otros.