Diferencia entre revisiones de «Importancia del momento del nacimiento»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Dima (B) estimaban que los peores días para que naciesen niños eran los martes y viernes por ser días de martirio<ref>Resurrección de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.</ref>. En Lemoiz (B) se aseguraba que el nacimiento en martes o viernes no acarreaba buena suerte. En Barkoxe (Z) se pensaba que los venidos al mundo en miércoles y viernes eran infortunados<ref>Resurrección de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.</ref>. En Laguardia (A) que el nacido en martes era desgraciado<ref>EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 420.</ref>. En Zeanuri (B) y Apodaca (A) tampoco se tenía al viernes como buen día para nacer.
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En Dima (B) estimaban que los peores días para que naciesen niños eran los martes y viernes por ser días de martirio<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.</ref>. En Lemoiz (B) se aseguraba que el nacimiento en martes o viernes no acarreaba buena suerte. En Barkoxe (Z) se pensaba que los venidos al mundo en miércoles y viernes eran infortunados<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.</ref>. En Laguardia (A) que el nacido en martes era desgraciado<ref>EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 420.</ref>. En Zeanuri (B) y Apodaca (A) tampoco se tenía al viernes como buen día para nacer.
  
 
En Bermeo (B) se pensaba antiguamente que el mejor día para dar a luz, ''umíek okítxeko, ''era el sábado: en cambio el viernes se consideraba malo y peor aún si el parto tenía lugar en Viernes Santo.
 
En Bermeo (B) se pensaba antiguamente que el mejor día para dar a luz, ''umíek okítxeko, ''era el sábado: en cambio el viernes se consideraba malo y peor aún si el parto tenía lugar en Viernes Santo.
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En Zestoa (G) se decía que a la criatura que nacía en Viernes Santo más le valdría morir que vivir<ref>EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 206.</ref>.
 
En Zestoa (G) se decía que a la criatura que nacía en Viernes Santo más le valdría morir que vivir<ref>EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 206.</ref>.
  
En Arrona (G) se creía que el niño que nacía por la mañana no viviría más de sesenta años<ref>Resurrección de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 341.</ref>.
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En Arrona (G) se creía que el niño que nacía por la mañana no viviría más de sesenta años<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 341.</ref>.
  
En Gatzaga (G) se pensaba que el que nacía de noche venía al mundo anunciando su mal carácter. A lo largo de toda su vida sería inquieto y alborotador y ya desde su nacimiento haría perder a su madre muchas horas de sueño. También se decía en esta población que si nacía en luna creciente sería travieso y si en menguante dócil<ref>Pedro M.ª ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''. San Sebastián, 1986, p. 43.</ref>. Satrústegui recoge la creencia de que los que nacían de noche recibirían la ayuda de la luna<ref>José M.ª SATRUSTEGUI. ''Euskaldunen seksu bideak. ''Oñati, 1975, p. 144.</ref>. Además venían al mundo con el lóbulo de la oreja adherido a la cara, en tanto que los nacidos de día lo tenían separado<ref>José SATRUSTEGUI. ''Comportamiento sexual de los vascos''. San Sebastián, 1981, p. 219.</ref>.
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En Gatzaga (G) se pensaba que el que nacía de noche venía al mundo anunciando su mal carácter. A lo largo de toda su vida sería inquieto y alborotador y ya desde su nacimiento haría perder a su madre muchas horas de sueño. También se decía en esta población que si nacía en luna creciente sería travieso y si en menguante dócil<ref>Pedro M.ª ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX''. San Sebastián, 1986, p. 43.</ref>. Satrústegui recoge la creencia de que los que nacían de noche recibirían la ayuda de la luna<ref>José M.ª SATRUSTEGUI. ''Euskaldunen seksu bideak. ''Oñati, 1975, p. 144.</ref>. Además venían al mundo con el lóbulo de la oreja adherido a la cara, en tanto que los nacidos de día lo tenían separado<ref>José M.ª SATRUSTEGUI. ''Comportamiento sexual de los vascos''. San Sebastián, 1981, p. 219.</ref>.
  
 
En Vasconia continental se decía que los niños nacidos en los años bisiestos solían ser muy vivarachos<ref>Juan THALAMAS LABANDIBAR. “Contribución al estudio etnográfico del País Vasco continental” in AEF, XI (1931) p. 22.</ref>. También se creía que las niñas que nacían el 29 de febrero venían al mundo favorecidas por la mejor de las suertes.
 
En Vasconia continental se decía que los niños nacidos en los años bisiestos solían ser muy vivarachos<ref>Juan THALAMAS LABANDIBAR. “Contribución al estudio etnográfico del País Vasco continental” in AEF, XI (1931) p. 22.</ref>. También se creía que las niñas que nacían el 29 de febrero venían al mundo favorecidas por la mejor de las suertes.

Revisión del 09:00 23 nov 2018

En Dima (B) estimaban que los peores días para que naciesen niños eran los martes y viernes por ser días de martirio[1]. En Lemoiz (B) se aseguraba que el nacimiento en martes o viernes no acarreaba buena suerte. En Barkoxe (Z) se pensaba que los venidos al mundo en miércoles y viernes eran infortunados[2]. En Laguardia (A) que el nacido en martes era desgraciado[3]. En Zeanuri (B) y Apodaca (A) tampoco se tenía al viernes como buen día para nacer.

En Bermeo (B) se pensaba antiguamente que el mejor día para dar a luz, umíek okítxeko, era el sábado: en cambio el viernes se consideraba malo y peor aún si el parto tenía lugar en Viernes Santo.

En Zestoa (G) se decía que a la criatura que nacía en Viernes Santo más le valdría morir que vivir[4].

En Arrona (G) se creía que el niño que nacía por la mañana no viviría más de sesenta años[5].

En Gatzaga (G) se pensaba que el que nacía de noche venía al mundo anunciando su mal carácter. A lo largo de toda su vida sería inquieto y alborotador y ya desde su nacimiento haría perder a su madre muchas horas de sueño. También se decía en esta población que si nacía en luna creciente sería travieso y si en menguante dócil[6]. Satrústegui recoge la creencia de que los que nacían de noche recibirían la ayuda de la luna[7]. Además venían al mundo con el lóbulo de la oreja adherido a la cara, en tanto que los nacidos de día lo tenían separado[8].

En Vasconia continental se decía que los niños nacidos en los años bisiestos solían ser muy vivarachos[9]. También se creía que las niñas que nacían el 29 de febrero venían al mundo favorecidas por la mejor de las suertes.


 
  1. Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.
  2. Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 346.
  3. EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 420.
  4. EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 206.
  5. Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 341.
  6. Pedro M.ª ARANEGUI. Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX. San Sebastián, 1986, p. 43.
  7. José M.ª SATRUSTEGUI. Euskaldunen seksu bideak. Oñati, 1975, p. 144.
  8. José M.ª SATRUSTEGUI. Comportamiento sexual de los vascos. San Sebastián, 1981, p. 219.
  9. Juan THALAMAS LABANDIBAR. “Contribución al estudio etnográfico del País Vasco continental” in AEF, XI (1931) p. 22.