Introducción

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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La obra que presentamos ha de encuadrarse en el conjunto de los volúmenes que componen el Atlas Etnográfico de Vasconia cuya pretensión es el registro sistemático de los hechos que configuran su cultura tradicional. Anteriormente hemos publicado los dedicados a La Alimentación Doméstica (1990, reedición 1999), Juegos Infantiles (1993), Ritos Funerarios (1995) y Ritos del Nacimiento al Matrimonio (1998); estos dos últimos ofrecen la visión completa de los ritos de paso en Vasconia. Este tomo con el título Ganadería y Pastoreo describe los múltiples aspectos que configuran un modo de vida de larga tradición en Vasconia.

En la parte introductoria de los volúmenes editados aparece expuesta la planificación del Atlas Etnográfico, así como la metodología seguida tanto en la investigación de campo como en el ulterior proceso de elaboración de los materiales recogidos. Habida cuenta de que cada tomo constituye una unidad temática, expondremos aquí algunos de los conceptos allí desarrollados.

La propuesta de un Atlas Etnográfico

El renombrado investigador José Miguel de Barandiaran (1889-1991), que desde los años veinte venía trabajando en la etnografía vasca, presentó en el I Congreso Nacional de Artes y Costumbres Populares (Zaragoza, 1968) una comunicación titulada Bosquejo de un Atlas Etnográfico del Pueblo Vasco[1]. En ella realizaba un inventario de las investigaciones etnográficas llevadas a cabo hasta entonces en el área vasca y ofrecía un balance crítico señalando los vacíos y las deficiencias más importantes en este campo.

Al año siguiente, 1969, en las V Jornadas de Estudios Folklóricos Aragoneses presentó una nueva ponencia titulada Criterios generales para una investigación etnográfica de los Pueblos Pirenaicos[2]. Iba acompañada de un cuestionario etnográfico remodelado conforme al plan que la Conferencia Internacional de Etnología Europea formuló en 1965.

He aquí los puntos programáticos expuestos en estas dos comunicaciones:

1. En muchas de nuestras publicaciones etnográficas el material recogido es exclusivamente el que la tradición popular ha hecho llegar hasta nosotros. Pero nuestra cultura presente no es sólo el conjunto de las vivencias que nos vienen de las fases pretéritas del proceso histórico de nuestro pueblo, sino también las nuevas vivencias que advienen de los cuatro puntos cardinales y son aceptadas por la comunidad vasca donde efectuamos nuestros sondeos.
2. Una gran parte de nuestros estudios y publicaciones está formada por descripciones estáticas y casi exclusivamente morfológicas de los hechos. Sus autores tomaron del complejo cultural unos materiales y los presentaron como datos puros, imitando en esto al naturalista que aísla y describe los hechos de su especialidad. Pero mientras éstos tienen por sí mismos una significación, aquéllos —los hechos culturales— son signos que nos remiten a unas neutralidades diferentes de la del observador. Es, pues, un error el desintegrarlos, el sustantivarlos y manipular con ellos como hacía el naturalista en su laboratorio con los suyos. Al aislarlos de su contexto humano y objetivarlos los privamos de su auténtica realidad.
3. No podemos aprehender la cultura con sólo observar los símbolos, sino viviendo la realidad a la que éstos se refieren en contacto con los hombres que actúan en relación con el medio y con sus semejantes. En etnología no es adecuadamente inteligible lo que no ha sido vivido.
4. La descripción del objeto no debe ser, por lo tanto, puramente estática. En una sociedad, en un pueblo, cada elemento interviene no sólo por sus características físicas —dimensiones, peso, volumen, color—, sino también porque tiene una significación, porque sugiere gestos, conductas, modos de vida, porque se halla humanizado y comporta una significación cultural. Su visión evoca gestos de quienes lo han fabricado y de los que lo utilizan. Es signo visible de un mundo de intenciones, de nociones y de ideas que los hombres cultivan en torno a ellos. Así pues en los estudios etnológicos, como en los históricos, no debemos perder de vista la primacía de lo invisible como criterio de interpretación.
5. En nuestras publicaciones debemos consignar el índice de vitalidad del material registrado o el grado de aceptación que tiene en el pueblo y así mismo hay que indicar la extensión o área que los elementos de cultura cubren dentro del país o más allá.
6. Existen en el País Vasco muchas zonas que no han sido estudiadas todavía por ningún etnógrafo. En éstas y en otras, el contacto con el maquinismo está haciendo desaparecer los modos de existencia tradicionales. Nos debe interesar el fenómeno del maquinismo, pero también las fases anteriores del proceso.
7. Una labor apenas ensayada es la de describir el proceso de la aculturación de los individuos más castizos y mejor modelados por el saber popular en cada comarca. Para completar el conocimiento de un pueblo interesa entender cómo los elementos de su cultura han ido instalándose en aquellas personas cuyo comportamiento personal las acusa marcadamente.
8. Por todo lo dicho, creemos urgente que se lleve a cabo una labor metódica mediante equipos bien formados en la técnica de la investigación etnográfica. Hay que organizar pues en Vasconia rebuscas sistemáticas en forma de sondeos que deberán ser realizadas en localidades situadas en todas las comarcas, hasta tener de cada una de éstas una monografía que comprenda los temas fundamentales de la vida cultural de sus habitantes.

El proyecto Etniker

Cualquiera podría comprender las dificultades prácticas que entrañaba la elaboración de un Atlas cultural; en medios restringidos se había creado un ambiente favorable a este proyecto. Sin embargo, era necesaria la elaboración de numerosas monografías etnográficas y para ello se precisaba formar un cuerpo de colaboradores distribuidos por el área que abarcara el Atlas.

Tan ambicioso programa se materializó en el Proyecto Etniker que persigue la recopilación sistemática de materiales etnográficos. Se trata de estudiar el sistema de normas, estructuras y funciones que han caracterizado el modo de vida en el área que tradicionalmente ha sido denominada Euskal Herria o Vasconia.

La prosecución de este objetivo en un área extensa y diversa requería una estructuración regional. A estos efectos, por iniciativa de Barandiaran mismo y comenzando por Navarra, se fueron creando y se asentaron equipos de investigación etnográfica denominados Grupos Etniker que quedaron adscritos a instituciones existentes en cada uno de los territorios. Así el grupo de Navarra lo hizo al Departamento de Arqueología de la Universidad de Navarra (1969); el de Gipuzkoa, a la Sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián (1972); el de Bizkaia, al Departamento de Etnografía del Instituto Labayru de Bilbao (1973); el de Álava, actualmente al Seminario Alavés de Etnografía (1974) y el de Iparralde —que comprende el territorio vasco del Departamento Francés de los Pirineos Atlánticos— a la Association Lauburu de Bayonne (1986). Tales grupos de trabajo reciben conjuntamente el nombre de Grupos Etniker Euskalerria y están compuestos por miembros de formación universitaria que han realizado cursos de metodología etnográfica para investigación de campo. Cada uno de estos grupos cuenta con varios colaboradores coordinados por un responsable del grupo regional.

El 5 de junio de 1976 tuvo lugar en el Santuario de Aralar (N) la primera reunión conjunta de los grupos Etniker y en su Libro de Actas, D. José Miguel de Barandiaran definió el proyecto con estas palabras:

«Etniker es un término que significa ‘investigación étnica’. En nuestro caso es el estudio de la cultura tradicional del pueblo vasco y del proceso de su evolución contemporánea. Aunque se trata de una tarea iniciada allá por el año 1921 en Vitoria, podemos decir que con el nombre actual y con nuevo método empezó el año 1964, como complemento de la cátedra de Etnología Vasca que funciona en la Universidad de Navarra gracias a la protección de la ‘Institución Príncipe de Viana’»[3].

Estrategia etnográfica

La estrategia adoptada por los Grupos Etniker en sus investigaciones etnográficas se basa en los siguientes puntos:

1. La investigación en la localidad escogida es llevada a cabo por un colaborador nacido en ella o vinculado a ésta por lazos familiares. Esta condición posibilita la relación con los informantes locales, así como el acceso al mundo interior de éstos.
2. Se trata de dar a conocer la vida de un pueblo o de un núcleo de población en todos los elementos que componen su cultura, ateniéndose a una misma metodología y a un mismo cuestionario.
3. El investigador conoce la lengua usual de la localidad e incluso las variantes dialectales o subdialectales. Este conocimiento es necesario para la interpretación recta y la transcripción fiel tanto de la terminología empleada como de los relatos recogidos.
4. La recogida de datos no se limita a la pura morfología de los objetos y de los hechos etnográficos; comprende también su función y su significación en el contexto cultural.
5. Los datos etnográficos son recogidos hasta allí donde alcanza la memoria de los informantes y son registrados con su índice de vitalidad o grado de aceptación social. En este orden de cosas se consignan también los nuevos hechos que, sustituyendo a los antiguos, marcan la transición cultural que se está operando.
6. La labor llevada a cabo en la localidad estudiada es contrastada y revisada mediante reuniones periódicas con otros miembros del Grupo Etniker regional en sesiones de trabajo y ateniéndose a temas específicos de la encuesta.

El cuestionario etnográfico

Como ya se ha indicado arriba todas las personas implicadas en el Proyecto Etniker se valen para su trabajo de campo de un mismo y único cuestionario que les sirve de guía. Este requisito es imprescindible para la realización de una labor conjunta. Elaborado por Barandiaran, este cuestionario ha sido sucesivamente publicado con el título Guía para una encuesta etnográfica. Comprende un total de 850 cuestiones o preguntas agrupadas en nueve grandes capítulos.

He aquí la relación de los apartados que lo comprenden:

0. Datos geográficos de los municipios o localidades.
1. El grupo doméstico: La casa. La alimentación. La indumentaria. La familia. Relaciones entre los esposos.
2. Usos del grupo doméstico: Equipo mobiliar. Reposo y aseo. Juegos de adultos. Juegos infantiles. Enfermedades y medicinas. Vida religiosa. Ritos de pasaje: nacimiento y bautizo, noviazgo, matrimonio y boda, muerte.
3. Grupos de actividad: Ganadería y pastoreo.
4. Grupos de actividad: Navegación y pesca.
5. Grupos de actividad: Explotación agrícola.
6. Grupos de actividad: Artesanía y profesiones varias.
7. Grupo territorial: Vecindad y pueblo. Derecho y constituciones populares.
8. Culturización: Casa. Escuela. Religión. Culto. Fiestas. Calendario popular. Artes. Supersticiones. Leyendas y cuentos.
9. Biografías etnográficas: Datos personales. Formación. Nivel de vida. Contactos sociales. Estatus del biografiado. Cambio cultural. Ritos de pasaje.

Planificación de las investigaciones

Para llevar a cabo la elaboración del Atlas Etnográfico de Vasconia, los Grupos Etniker, que desde el año 1976 venían trabajando coordinadamente, procedieron en octubre de 1987 a una reformulación del plan de trabajo y a una reestructuración de sus órganos directivos. Asimismo se creó una Secretaría Técnica encargada de coordinar las investigaciones de campo y ejecutar la redacción de los volúmenes que completarían el Atlas Etnográfico. Esta Secretaría tiene su sede en el Departamento de Etnografía del Instituto Labayru en Derio (Bizkaia) y cuenta para su trabajo con la apoyatura de una biblioteca especializada en temas etnográficos.

En el punto relativo a la planificación de las investigaciones se acordó que, en adelante, los Grupos Etniker sincronizarían sus labores de campo abordando anualmente de manera conjunta un tema de la Encuesta General.

El programa para el primer quinquenio quedó establecido sobre esta secuencia temática: La alimentación tradicional en el ámbito doméstico y rituales en torno a la alimentación (año 1988). El mundo lúdico infantil: Juegos y canciones (año 1989). Ritos de pasaje: Ritos relacionados con el nacimiento, infancia, mocedad, matrimonio y muerte (años 1990-1993). Medicina popular (año 1994).

Cumplido este programa de investigaciones, se procedió a una nueva planificación según la cual se abordarían sucesivamente los temas siguientes: La indumentaria (año 1995). Ganadería y pastoreo (años 1996-1997). La casa (año 1998). Enseres y ajuar doméstico (año 1999). Familia y parentesco (años 2000-2001).

Todas las campañas de investigación de campo programadas se han cumplido en el tiempo señalado y con ello se han completado temas relativos al grupo doméstico (I y II) entrando además en Grupos de actividad (I), Ganadería y pastoreo.

Los Grupos Etniker continuarán con las investigaciones de campo de los temas siguientes: La explotación agrícola (años 2002-2003). Navegación y Pesca (año 2002). La vecindad (año 2003). Derecho y constituciones populares (año 2004).

El conjunto de los temas que completarán la investigación planificada para el Atlas Etnográfico de Vasconia es el siguiente:

1. Introducción y generalidades.
2. La casa: los enseres, el equipo mobiliar y la indumentaria. (Investigado en campo).
3. La alimentación doméstica. (Editado, 1990).
4. Familia y parentesco. (En proceso de investigación).
5. Juegos y canciones infantiles. (Editado, 1993).
6. Medicina y veterinaria popular. (Investigado en campo).
7. Ritos de pasaje. 2 Vols.: Ritos funerarios. (Editado, 1995). Ritos del Nacimiento al Matrimonio. (Editado, 1998).
8. Ganadería y pastoreo. (Editado, 2000).
9. Pesca y navegación.
10. Agricultura.
11. Profesiones y artesanías.
12. Vecindad, pueblo, derecho e instituciones consuetudinarias.
13. Religión popular y calendario de fiestas.
14. Leyendas, cuentos y mitología.
15. Cartografía. Bibliografía. Índices varios.

Distribución de las encuestas de campo

Los materiales utilizados para la elaboración de cada volumen proceden básicamente de encuestas etnográficas de campo. Esta tarea difícil y costosa es la que confiere carácter de nueva aportación a la obra.

Por lo que respecta al presente volumen, Ganadería y Pastoreo, las encuestas de campo se han realizado en localidades y en sierras y montes ubicados en la Comunidad Autónoma Vasca, en la Comunidad Foral de Navarra y en una parte del Departamento Francés de los Pirineos Atlánticos. Los rasgos de estos puntos encuestados se describen en el apartado correspondiente a «Datos geográficos de las localidades y sierras encuestadas» y su ubicación cartográfica figura en el mapa que ilustra este capítulo.

Se ha pretendido que exista una representación adecuada de las diferentes regiones que componen este territorio que tradicionalmente ha sido denominado Euskal Herria o Vasconia; sin embargo no siempre se ha logrado esto debido a la dificultad de encontrar personas capaces y dispuestas a la realización de encuestas de campo.

Esta investigación concertada por los Grupos Etniker tiene como característica la aceptación de un modelo de encuesta etnográfica que está plasmado en la Guía para una encuesta etnográfica. Este cuestionario ha servido de instrumento para la ejecución del trabajo de campo. Los datos recogidos en este caso provienen de las respuestas obtenidas a las preguntas (1-55) enunciadas en el capítulo dedicado a la Ganadería y el Pastoreo.

Encuesta abierta

Hemos de hacer una breve consideración sobre la metodología empleada a la hora de obtener los datos de campo. Por de pronto diremos que no se emplea el cuestionario para obtener simples respuestas acerca de la existencia o inexistencia de determinados hechos o para requerir las denominaciones locales de tales hechos.

Arriba se ha señalado que las preguntas formuladas en la Guía para una encuesta etnográfica tienen un carácter indicativo y sitúan al investigador ante una realidad que ha de observar y acerca de la cual ha de inquirir.

El investigador de campo no es en nuestro caso un mero encuestador. Ha de introducirse en el grupo que va a estudiar: ha de observar su vida, relacionarse con informantes, ponderar y contrastar los datos. Con esta información y con los hechos que él mismo ha vivido ha de elaborar una memoria etnográfica siguiendo el orden numérico de las preguntas sugeridas en el cuestionario.

La información obtenida mediante este método de encuesta abierta es más rica; se detectan matices que transcienden la pura literalidad de lo preguntado. Barandiaran insistía en que los hechos no pueden encerrarse en cuestionarios prefijados; la realidad humana tiene una dimensión mayor que nuestras interpelaciones.

Como contrapartida la información así obtenida es desigual y obviamente más personal. Este hecho complica la elaboración de los textos que componen la obra, pero también enriquece su contenido con aportaciones imprevistas que amplían el campo de visión.

Los materiales para la elaboración de la obra

El texto de esta obra se ha elaborado sustancialmente con los materiales obtenidos en las encuestas de campo que se llevaron a cabo a lo largo de los años 1996-1997. La nómina de los investigadores que las llevaron a cabo, así como la relación de las localidades, sierras y montes donde se aplicó la encuesta figuran en las páginas iniciales de la obra.

La línea de investigación diseñada por Don José Miguel de Barandiaran con la formulación del proyecto Etniker impulsó a partir de 1970 investigaciones etnográficas puntuales que requieren las pautas temáticas del cuestionario general; tales trabajos se publicaron principalmente en las siguientes revistas: Anuario de Eusko Folklore, Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra, Etniker-Bizkaia y Ohitura.

Algunos componentes de los Grupos Etniker completaron incluso la aplicación de la encuesta en todos sus capítulos y publicaron monografías etnográficas de las localidades encuestadas. Francisco Javier y José Ángel Zubiaur sacaron a la luz en 1980 la correspondiente a San Martín de Unx (N); las investigaciones realizadas por Luciano Lapuente entre los años 1971-1979 culminaron con su obra Las Améscoas, que apareció en 1990; Jesús Ruiz de Larramendi publicó su estudio etnográfico sobre la villa de Salvatierra-Agurain (A) en 1994 y José Zufiaurre la relativa a Beasain (G) en el año 1998.

Dentro de aquel plan inicial de aportación de materiales etnográficos para un Atlas Etnográfico de Vasconia, los Grupos Etniker llevaron a cabo entre 1983 y 1987 investigaciones conjuntadas que obtuvieron las Becas José Miguel de Barandiaran promovidas por Eusko-Ikaskuntza. Estas investigaciones dieron como resultado las publicaciones siguientes: Contribución al Atlas Etnográfico de Euskalerria. Investigaciones en Bizkaia y Gipuzkoa (1987), Contribución al Atlas Etnográfico de Vasconia. Investigaciones en Álava y Navarra (1990), Contribution à l´étude ethnographique de la mort en Pays Basque Nord (1997).

Para la redacción de este volumen, así como de los anteriores, se han tenido en cuenta las aportaciones que figuran en todos estos trabajos de campo llevados a cabo dentro del proyecto Etniker y que han seguido el cuestionario etnográfico de Barandiaran.

Otros autores que fuera del proyecto Etniker han investigado sobre los temas aquí tratados son citados puntualmente a pie de página. Hay que hacer una mención especial en este punto a los colaboradores del Seminario de Etnología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que publicaron en los Anuarios de Eusko Folklore de los años 1955 y 1956 el resultado de las investigaciones dirigidas por D. José Miguel de Barandiaran sobre la «Vida pastoril en el País Vasco».

Para Vasconia continental, además de las actuales encuestas de campo dentro del proyecto hemos recurrido a las llevadas a cabo por Barandiaran durante los años cuarenta y cincuenta en las localidades de Sara (Lapurdi), Donaixti-Ibarre, Uharte-Hiri (Baja Navarra) y Liginaga (Zuberoa). Estas investigaciones se publicaron en las revistas Ikuska y Anuario de Eusko Folklore.

Las fotografías que ilustran el texto han sido aportadas en su mayoría por los propios investigadores; también los croquis y dibujos. Tratándose de fotografías antiguas, algunas proceden de archivos públicos o particulares y otras han sido rescatadas de diversas publicaciones; en cada caso se ha mencionado fielmente la procedencia.

Contenido de la obra

Esta obra se centra en la descripción de la ganadería y del pastoreo tradicionales.

Hemos de anotar que nuestra investigación de campo —y en consecuencia el contenido de este volumen— ha prestado más atención a los diversos tipos de pastoreo y a la crianza de animales en libertad que a la ganadería estabulada y destinada, tal como hoy se entiende, a la producción y engorde. Este resultado obedece al planteamiento mismo de la encuesta, que ha estado orientada al estudio de un modo de vida cuya tradición se remonta a tiempos antiguos.

De hecho se constata que muchas instituciones con sello de antigüedad han perdurado en el régimen actual del pastoreo; aquel modo de vida pastoril, con las adaptaciones necesarias, pervive actualmente, si bien ha ido decreciendo su importancia social y económica.

También hay que tener en cuenta que la ganadería tradicional ha formado parte de la actividad agrícola. Mencionaremos a este respecto, y a modo de ejemplo, la recolección de la hierba para su alimentación, el uso del estiércol como abono de los sembrados o la utilización de los animales para las labores agrícolas. Todos estos temas serán estudiados en el volumen destinado a la agricultura.

Así mismo, los aspectos relacionados con las enfermedades de los animales domésticos y sus remedios se estudian en un próximo volumen del Atlas, actualmente en proceso de elaboración, que llevará por título Medicina y Veterinaria popular en Vasconia.

Los primeros capítulos de esta obra (I-IV) están dedicados al estudio de la crianza de animales, de sus tipos y razas y al trato que reciben de quienes los cuidan. Cabe destacar la diferencia existente entre las vertientes atlántica y mediterránea tanto en los animales que se crían como en su hábitat.

Los tres capítulos siguientes (V-VII) se refieren a la ubicación del ganado mayor y menor en establos y corrales, a su alimentación y a su reproducción. En la vertiente cantábrica el establo ha formado parte de la casa, al tiempo que en la zona mediterránea el corral se sitúa independiente de ella.

Los capítulos centrales (VIII-XIV) tratan del ganado de monte, bien en estado libre o bien conducido en pastoreo. Aquí se describen extensamente el acceso a los pasturajes de altura, los establecimientos pastoriles en la montaña y sus características, las marcas de identificación que se imprimen a los animales y los diversos tipos de trashumancia en busca de pastos.

Los siguientes capítulos (XV-XVIII) se centran en la figura del pastor: sus diferentes clases según el régimen de pastoreo, la indumentaria necesaria para soportar la vida a la intemperie, el ajuar de su choza o refugio, sus actividades artesanales y la caza de animales dañinos para el rebaño.

Un extenso apartado que abarca los capítulos XIX-XXIII está centrado en los productos del pastoreo: la leche y sus derivados, la lana, el sacrificio de los animales y su venta. Esta sección termina con una descripción de las ferias donde se compra el ganado y se renuevan los rebaños.

El capítulo siguiente (XXIV) aborda la apicultura; hemos de tener en cuenta que esta actividad, en el mundo tradicional, se encuadra dentro de la ganadería.

Por último, los capítulos finales están dedicados a las creencias y símbolos relacionados con la protección de los animales domésticos (XXV-XXVI) y se termina con una corta incursión en el mundo lúdico de los pastores (XXVII).

Somos conscientes de las limitaciones que tiene un trabajo de esta envergadura. Muchos temas quedan simplemente enunciados a la espera de una investigación más detenida y en este sentido creemos que ulteriores monografías locales enriquecerán el acervo cultural que nos ha legado este modo de vida.

Redacción

Tal como se hace constar en su lugar, tanto en la formulación del plan general de esta obra como en la elaboración de los textos que la componen ha intervenido el Comité de Redacción, cuyos miembros pertenecen a los diversos Grupos Etniker regionales. Entre los miembros de este comité cuyos nombres figuran en otro lugar, merece una mención particular la intervención de Luis Manuel Peña que, a su titulación en Ciencias Biológicas, une su experiencia como ganadero en activo.

En cuanto a la realización de la publicación debemos mencionar la decisiva intervención que han tenido los colaboradores del Departamento de Etnografía del Instituto Labayru bajo la dirección y coordinación de Gurutzi Arregi. A ellos ha correspondido la difícil tarea de vertebrar una obra voluminosa y compleja. Para ello han tenido que reclasificar todo el material obtenido en campo, revisar y, en casos, reelaborar los textos, indagar en la bibliografía pertinente, realizar las traducciones, proceder a los ajustes lexicales, seleccionar las ilustraciones y ejecutar todo lo relacionado con la preparación y puesta a punto de la edición.

Criterios para la transcripción de los términos en euskera

Esta obra no persigue una finalidad filológica o lingüística. Por ello, el tratamiento de las expresiones en lengua vasca o de términos populares en las diferentes variedades locales del castellano se ha hecho procurando que el grado de comprensión sea el más amplio posible para el lector medio.

Debido a la disparidad de criterios utilizados en las recogidas de material etnográfico para los términos en euskera, la transcripción de palabras en esta lengua puede resultar plural. Generalmente, a lo largo de estos últimos años, los encuestadores han pretendido acercarse lo más posible a la pronunciación peculiar de cada lugar, llegando a transcribir los matices fonéticos más insignificantes, bien por falta de una referencia estandarizada en euskera o simplemente por desconocimiento de la grafía común en esta lengua. Esta tendencia quedará reflejada en nuestro Atlas y no serán pocas las veces en que hayamos podido caer en contradicciones.

A pesar de ello hemos tratado de organizar el material de las encuestas y de las diversas fuentes bibliográficas actualizándolo en la medida de lo posible, si bien no hasta el punto de arriesgarnos a falsear los datos genuinos de las memorias remitidas.

Las palabras y expresiones euskéricas empleadas para dar título a las diversas secciones y encabezamientos de los capítulos se escriben según los dictados de las reglas de ortografía normalizada.

En los casos en que se reproducen listas de denominaciones de un elemento concreto tratamos de agrupar las formas lingüísticas recogidas según variantes de origen común, sin tener en cuenta las diferenciaciones que puedan ocasionar fenómenos de vocalismo. Esta notación, si bien pierde la referencia concreta de cada localidad, es sin embargo a nuestro parecer más clara a la hora de dar cuenta de las diversas denominaciones, tanto euskéricas como castellanas. Hemos intentado también estandarizar al máximo las frases y textos de origen dialectal en lengua vasca, para evitar al lector actual problemas de comprensión. Se ha pretendido guardar siempre, sin embargo, las características morfológicas y sintácticas propias de la variedad lingüística de cada lugar.

Por último hay que indicar que nos hemos atenido al resultado de las recogidas concretas, y que el hecho de que no aparezcan todas las designaciones de un objeto o de un hecho determinado, no indica que se hayan descartado o no aparezcan en otras fuentes bibliográficas, sino que simplemente no se han consignado entre nuestros materiales de información en las preguntas del cuestionario etnográfico utilizado que hacen referencia al tema.

Advertencias al lector

Referencia a las localidades: Cada vez que en el texto se menciona una localidad o sierra, su nombre se acompaña de una indicación en abreviatura del territorio en el que se emplaza. Las poblaciones de Vasconia continental se registran bajo las siglas siguientes: (L) Lapurdi, (BN) Baja Navarra y (Z) Zuberoa. Las empleadas para los territorios de Vasconia peninsular son: (A) Álava, (B) Bizkaia, (G) Gipuzkoa y (N) Navarra.

La ubicación de las poblaciones o sierras donde se ha realizado la encuesta puede consultarse en el mapa de localización geográfica de las localidades encuestadas que figura en este capítulo introductorio.

Distribución geográfica de los datos: Dado el carácter de la publicación, los datos consignados están referidos a aquellas localidades o sierras donde su existencia ha sido verificada mediante la encuesta. Es obvio interpretar que tales hechos no se ciñen a estas poblaciones; en el conjunto geográfico la referencia de lugar tiene un carácter indicativo de un área más extensa.

Datación de los hechos culturales: El lector podrá observar que a lo largo de la publicación se indica la vigencia o el desuso de prácticas y técnicas vinculadas al modo de vida pastoril. En ocasiones se hace una aproximación cronológica indicando la década o se toman como referencia acontecimientos de gran transcendencia como la Guerra Civil de 1936 para Vasconia peninsular o la Guerra Mundial (1940-45) e incluso la Gran Guerra (1914-1918) para el País Vasco continental. No creemos que esto implique una indeterminación respecto a la datación, porque cualquiera que fuere la fecha aplicada tanto al inicio como a la desaparición de los hechos culturales sería inexacta.

Nuestra obra es de carácter etnográfico y no histórico, si bien recoge usos y conductas que se emplazan en el presente siglo XX, hasta allá donde alcanza la memoria de nuestros informantes.

Agradecimientos

Esta obra que hoy presentamos ha contado con la ayuda y el patrocinio del Gobierno Vasco; en nombre de los Grupos Etniker Euskalerria queremos expresar aquí nuestro agradecimiento a la Consejera de Cultura D.ª M.ª Carmen Garmendia, al Viceconsejero D. Imanol Agote y al Director de Patrimonio del mismo Departamento, D. Eduardo Estrade. Hacemos extensible el agradecimiento al Consejero de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, D. Jesús Laguna Peña, y al Director General de Cultura, D. Juan Ramón Cortas Mauleón. Expresamos así mismo nuestra gratitud a M. Alain Rousset, Président du Conseil Régional d’Aquitaine, por la acogida que dispensó en su día a nuestro proyecto de investigación.

También queremos mostrar nuestro reconocimiento al Consejero de Agricultura del Gobierno Vasco D. Iñaki Gerenabarrena y al Viceconsejero D. Jon Arruti, así como a los Diputados de Agricultura de las Diputaciones Forales de Alava, Bizkaia y Gipuzkoa, D. Gabriel Chinchetru, D. Patxi Sierra-Sesumaga y D. Mikel Murua, por su aportación económica a la edición de esta obra. Así mismo, hacemos extensible nuestra gratitud a D. Juan Celaya, Presidente de Euskal Fundazioa de Oñati, y a Caja Laboral-Euskadiko Kutxa.

Han pasado muchos años desde que D. José Miguel de Barandiaran propusiera la realización de un Atlas Etnográfico de Vasconia. Los que nos consideramos sus discípulos estamos persuadidos de la importancia cultural de este proyecto. Con el patrocinio institucional con el que esperamos seguir contando y con nuestro empeño, los Grupos Etniker Euskalerria estamos haciendo realidad aquel ambicioso proyecto que, como legado de su larga y fecunda vida de investigador, nos ha dejado nuestro maestro: la elaboración del Atlas Etnográfico de Vasconia que «posibilitará un conocimiento en profundidad de la cultura tradicional de nuestro pueblo y de las transiciones que se están produciendo y será, a la vez, un seguro punto de vista para integrar la etnografía de los vascos en un estudio comparativo de las culturas».

Ander Manterola
Derio, diciembre de 2000

3.0.1 Ganaderia y pastoreo en vasconia mapa.jpg
 
  1. José Miguel de BARANDIARAN. OO.CC. Tomo VI. Bilbao, 1974, pp. 351-355.
  2. José Miguel de BARANDIARAN. OO.CC. Tomo VI. Bilbao, 1974, pp. 357-383.
  3. Vide Libro de Actas de los Grupos Etniker Euskalerria. ADEL.