Diferencia entre revisiones de «Introduccion Juegos infantiles en vasconia»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Don José Miguel de Barandiaran en los años postreros de su vida, le faltaban pocos días para cumplir 101 años, en noviembre de 1990, tuvo la gran alegría de que sus discípulos le hiciéramos entrega del primer tomo del Atlas. Fue para él una de las grandes satisfacciones que tuvo en los últimos tiempos, el ver que cerca de ochenta colaboradores estaban trabajando en aquella obra emprendida por él en fechas ya lejanas. Nos dijo muy emocionado: «Moriré contentísimo, porque veo que las cosas que nosotros iniciamos ya se están haciendo...».
 
Don José Miguel de Barandiaran en los años postreros de su vida, le faltaban pocos días para cumplir 101 años, en noviembre de 1990, tuvo la gran alegría de que sus discípulos le hiciéramos entrega del primer tomo del Atlas. Fue para él una de las grandes satisfacciones que tuvo en los últimos tiempos, el ver que cerca de ochenta colaboradores estaban trabajando en aquella obra emprendida por él en fechas ya lejanas. Nos dijo muy emocionado: «Moriré contentísimo, porque veo que las cosas que nosotros iniciamos ya se están haciendo...».
 
<p style="text-align: right;"><span style="font-size:smaller;">'''Ander Manterola'''<br/> Derio, abril 1993</span></p>  
 
<p style="text-align: right;"><span style="font-size:smaller;">'''Ander Manterola'''<br/> Derio, abril 1993</span></p>  
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Revisión del 09:39 24 nov 2017

La publicación de este tomo dedicado a Juegos Infantiles en Vasconia es la segunda entrega que realizan los Grupos Etniker de Euskalerria a la serie de volúmenes que completarán el Atlas Etno­gráfico de Vasconia.

Con el título La Alimentación Doméstica en Vasconia vio la luz la primera de estas aportaciones en Noviembre de 1990. En la parte introductoria de aquel volumen se expuso detalladamente la planificación temática del Atlas Etnográfico así como la metodología seguida en la investigación de campo y en los ulteriores procesos de elaboración de los materiales. Habida cuenta de que cada uno de los tomos constituye una unidad temática expondremos aquí, aún a riesgo de reiterarnos, los conceptos allí desarrollados.

La propuesta inicial del Atlas

Fue en las primeras décadas de este siglo cuando D. José Miguel de Barandiaran comenzó a tener conciencia de la significación cultural de muchos fenómenos de la vida popular y sintió la necesi­dad de sistematizar sus conocimientos e investigaciones en esta materia. Sus indagaciones iniciales versaron sobre creencias y rituales instalados en la mentalidad popular, pero muy pronto se amplió este campo a los hechos descriptores de los diversos modos de vida, a las artesanías, a las institucio­nes consuetudinarias, etc. Este intento de sistematización de todos los aspectos que componen la cultura de una comunidad marcaba una clara transición entre el folklore de una época y la etno­grafía como disciplina.

Con esta perspectiva creó en 1921 la Sociedad de Eusko Folklore con un primer grupo de colaboradores que, de un modo metódico, comenzaron a realizar investigaciones de campo. Los resultados de aquellas campañas, un valiosísimo material sobre la cultura tradicional del pueblo vasco, fueron publicados en Eusko Folklore. Materiales y Cuestionarios y en el Anuario de Eusko Folklore.

En la década de los años veinte Barandiaran veía esperanzado aquel movimiento investigativo que él mismo había organizado. En el año 1924 señalaba en el Prólogo del Anuario de Eusko Folklore :

«...No se hará esperar el día en que reunido un considerable caudal de hechos concernien­tes a la vida popular, nos hallemos capacitados no solo para abordar los problemas de nuestra actualidad cultural, sino también para elevar la ciencia etnológica vasca sobre bases firmes e in­conmovibles.»

La progresión en esta línea de trabajo culminó en la elaboración en 1935 de un cuestionario etnográfico general que para su confección había tenido en cuenta otros utilizados en varios países europeos.

A causa de la guerra civil de 1936, aquella escuela etnográfica tan prometedora se va a ver bruscamente truncada por razón del exilio de su director. Con todo, éste no interrumpe sus investigaciones y seguirá publicando Eusko Folklore. Documents et Questionnaires. Es más, prepara un nuevo programa de investigación para el País Vasco continental y funda las revistas Ikuska y Eusko jakintza que recogen los resultados obtenidos.

A la vuelta del exilio, el año 1953, Barandiaran crea en San Sebastián, al amparo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, un Seminario de Etnología y promueve nuevos programas. Reemprende asimismo la publicación del Anuario de Eusko Folklore interrumpida desde 1936. A partir de 1963 y hasta 1980 regenta la cátedra de Etnografía de la Universidad de Navarra.

El año 1969 en las V Jornadas de Estudios Folklóricos Aragoneses D. José Miguel de Barandiaran presentó la ponencia Criterios generales para una investigación etnográfica de los Pueblos Pirenaicos. Iba acompañada de un nuevo cuestionario etnográfico remodelado conforme al plan que la Conferen­cia Internacional de Etnología Europea formulara en 1965.

Un año antes, en el I Congreso Nacional de Artes y Costumbres Populares (Zaragoza, 1968) había presentado Barandiaran un proyecto con la comunicación titulada Bosquejo de un Atlas Etno­gráfico del Pueblo Vasco. En ella, tras realizar un inventario de las aportaciones etnográficas llevadas a cabo hasta entonces en el área vasca, ofrecía un balance crítico señalando los vacíos y las deficien­cias más importantes en este campo.

He aquí los puntos programáticos en estas dos comunicaciones:

1. En muchas de nuestras publicaciones etnográficas el material recogido es exclusivamente el que la tradición popular ha hecho llegar hasta nosotros. Pero nuestra cultura presente no es sólo el conjunto de las vivencias que nos vienen de las fases pretéritas del proceso histórico de nuestro pueblo, sino también las nuevas vivencias que advienen de los cuatro puntos cardinales y son aceptadas por la comunidad vasca donde efectuamos nuestros sondeos.
2. Una gran parte de nuestros estudios y publicaciones está formada por descripciones estáticas y casi exclusivamente morfológicas de los hechos. Sus autores tomaron del complejo cultural unos materiales y los presentaron como datos puros, imitando en esto al naturalista que aisla y descri­be los hechos de su especialidad. Pero mientras éstos tienen por sí mismos una significación, aquéllos -los hechos culturales- son signos que nos remiten a unas neutralidades diferentes de la del observador. Es, pues, un error el desintegrarlos, el sustantivarlos y manipular con ellos como lo hiciera el naturalista en su laboratorio con los suyos. Al aislarlos de su contexto humano y objetivarlos los privamos de su auténtica realidad.
3. No podemos aprehender la cultura con sólo observar los símbolos, sino viviendo la realidad a la que éstos se refieren en contacto con los hombres que actúan en relación con el medio y con sus semejantes. En etnología no es adecuadamente inteligible lo que no ha sido vivido.
4. La descripción del objeto no debe ser, por lo tanto, puramente estática. En una sociedad, en un pueblo, cada elemento interviene no sólo por sus características físicas -dimensiones, peso, volumen, color-, sino también porque tiene una significación, porque sugiere gestos, conductas, modos de vida, porque se halla humanizado, comporta una significación cultural. Su visión evoca gestos de quienes lo han fabricado y de los que lo utilizan. Es signo visible de un mundo de intenciones, de nociones y de ideas que los hombres cultivan en torno suyo. Así pues en los estudios etnológicos, como en los históricos, no debemos perder de vista la primacía de lo invisible como criterio de interpretación.
5. En nuestras publicaciones debemos consignar el índice de vitalidad del material registrado o el grado de aceptación que tiene en el pueblo y así mismo hay que indicar la extensión o área que los elementos de cultura cubren dentro del país o más allá.
6. Existen en el País Vasco muchas zonas que no han sido estudiadas todavía por ningún etnógra­fo. En éstas y en otras, sin embargo, el contacto con el maquinismo está haciendo desaparecer todos los modos de existencia tradicionales. Nos debe interesar el fenómeno del maquinismo pero también las fases anteriores del proceso.
7. Una labor apenas ensayada es la de describir el proceso de la aculturación de los individuos más castizos y mejor modelados por el saber popular en cada comarca. Para completar el conoci­miento de un pueblo interesa saber cómo los elementos de su cultura han ido instalándose en aquellas personas cuyo comportamiento personal las acusa marcadamente.
8. Por todo lo dicho creemos urgente que se lleve a cabo una labor metódica mediante equipos bien formados en la técnica de la investigación etnográfica. Hay que organizar pues en Vasconia rebuscas sistemáticas en forma de sondeos que deberán ser hechas en localidades situadas en todas las comarcas, hasta tener de cada una de éstas una monografía que comprenda los temas fundamentales de la vida cultural de sus habitantes.

Los «Grupos Etniker» dedicados a la elaboración del Atlas Etnográfico de Vasconia

A cualquiera podrían asustar, sobre todo en aquellos años de desamparo institucional y sin recursos económicos, las dificultades prácticas que entrañaba la elaboración de un Atlas Cultural. Por otra parte Barandiaran venía insistiendo reiteradamente que era urgente acometer una labor sistemática que recogiera todos los aspectos de la cultura tradicional así como los aspectos relativos a la transición cultural que se estaba operando:

«He ahí un vasto campo al que el etnógrafo debe acudir pronto a fin de registrar y describir con todas sus variantes, numerosos hechos y objetos que luego van a desaparecer de la escena. El gran problema, el más urgente, es el de la recopilación de noticias, de datos y de objetos y el señalamiento de sus áreas.»

En medios restringidos se había creado un ambiente favorable a este proyecto. Sin embargo era necesaria la elaboración de numerosas monografías etnográficas en todas las comarcas del País; para ello se precisaba formar un cuerpo de colaboradores distribuidos por toda el área que abarca­ra el Atlas.

Tan ambicioso programa se materializó en el Proyecto Etniker que persigue la recopilación sistemá­tica de materiales etnográficos. Se trata de estudiar el sistema de normas, estructuras y funciones que caracterizan el modo de vida en el área que tradicionalmente ha sido denominada Euskalerria o Vasconia.

La prosecución de este objetivo en un área extensa y a la vez diversa, administrativa y cultural­mente, requería una estructuración regional. A estos efectos, por iniciativa del mismo Barandiaran y comenzando por Navarra, fueron creándose y asentándose grupos de investigación adscritos a instituciones culturales existentes en cada uno de los territorios; así el grupo de Navarra lo hizo al Departamento de Arqueología de la Universidad de Navarra (1969); el de Gipuzkoa a la Sociedad de Ciencias Aranzadi de San Sebastián (1972) ; el de Bizkaia al Departamento de Etnografía del Instituto Labayru de Bilbao (1973); el de Alava actualmente al Seminario Alavés de Etnografía (1974) y el de Iparralde -que comprende el territorio vasco del Departamento Francés de los Pirineos Atlánticos- a la Association Lauburu de Bayonne (1986) . Tales grupos de trabajo reciben conjuntamente el nombre de «Grupos Etniker de Euskalerria» y están compuestos por miembros de formación universitaria que han realizado cursos de metodología etnográfica para investigación de campo. Cada uno de estos grupos regionales cuenta con varios colaboradores coordinados por un responsable del grupo.

En el Libro de Actas de los Grupos Etniker Barandiaran definió el proyecto con estas palabras:

«Etniker es un término que significa 'investigación étnica'. En nuestro caso es el estudio de la cultura tradicional del pueblo vasco y del proceso de su evolución contemporánea.
Aunque se trata de una tarea iniciada allá por el año 1921 en Vitoria, podemos decir que con el nombre actual y con nuevo método empezó el año 1964, como complemento de la cátedra de Etnología Vasca que funciona en la Universidad de Navarra gracias a la protección de la 'Institución Príncipe de Viana'.»[1]

Estrategia etnográfica

La estrategia en la investigación etnográfica de los Grupos Etniker se basa en los siguientes pun­tos:

1. La investigación en la localidad escogida es llevada a cabo por un colaborador nacido en ella o vinculado a la misma por razones de origen o familiares. Esta condición posibilita la relación connatural con informantes locales cualificados, así como el acceso a su mundo interior.
2. Se trata de dar a conocer la vida de un pueblo o de un núcleo de población en todos los elementos que componen su cultura, ateniéndose a una misma metodología y a un mismo cues­tionario.
3. El investigador conoce la lengua usual de la localidad e incluso las variantes dialectales o sub-dialectales. Esta cualidad es indispensable para la interpretación, recogida y fiel transcripción tanto de la terminología como de las narraciones.
4. La recogida de datos no se limita a la pura morfología de los objetos y hechos etnográficos. Comprende asimismo la función de los mismos y su significación en el contexto cultural.
5. Los datos etnográficos son recogidos hasta allá donde alcanza la memoria de los informantes. Sin embargo no se limita a los hechos pasados. Tales datos son consignados con su índice de vitalidad o grado de aceptación social. En este orden de cosas se consignan también los nuevos hechos que, sustituyendo a los antiguos, marcan la transición cultural que se está operando.
6. La labor llevada a cabo en la localidad estudiada es contrastada y revisada mediante reuniones periódicas con otros miembros del Grupo Etniker regional, en sesiones de trabajo y ateniéndose a temas específicos de la encuesta realizada.

El cuestionario

Como ya se ha indicado previamente las personas implicadas en el Proyecto Etniker se valen para su trabajo de campo de un mismo y único cuestionario que les sirve de guía. Este requisito es imprescindible si se quiere hacer una labor conjunta. Elaborado por Barandiaran ha sido sucesivamente publicado con el título Guía para una encuesta etnográfica. Comprende un total de 850 cuestiones o preguntas agrupadas en nueve grandes capítulos.

He aquí la relación de los apartados que se contemplan en el mismo:

0. Datos geográficos de los municipios o localidades.# El grupo doméstico. La casa. La alimentación. La indumentaria. La familia. Relaciones entre los es­posos.
2. Usos del grupo doméstico: Equipo mobiliar. Reposo y aseo. Juegos de adultos. Juegos infantiles. Enfermedades y medicinas. Vida religiosa. Ritos de pasaje: nacimiento y bautizo, noviazgo, matri­monio y boda, muerte.
3. Grupos de actividad: La ganadería y pastoreo.
4. Grupos de actividad: Navegación y pesca.
5. Grupos de actividad: Explotación agrícola.
6. Grupos de actividad: Artesanía y profesiones varias.
7. Grupo territorial: Vecindad y pueblo. Derecho y constituciones populares.
8. Culturización: Casa. Escuela. Religión. Culto. Fiestas. Calendario popular. Artes. Supersticiones. Leyendas y cuentos.
9. Biografías etnográficas: Datos personales. Formación. Nivel de vida. Contactos sociales. Status del biografiado. Cambio cultural. Ritos de pasaje.

Planificación de las investigaciones

En orden a acelerar la elaboración del Atlas Etnográfico de Vasconia los Grupos Etniker proce­dieron en octubre de 1987 a una reformulación del plan de trabajo y a una reestructuración de sus órganos directivos. Asimismo se creó una Secretaría Técnica encargada de coordinar las investi­gaciones de campo y la redacción final de los temas. Esta Secretaría tiene su sede en el Departa­mento de Etnografía del Instituto Labayru en Derio (Bizkaia), contando como apoyatura para su trabajo la biblioteca de la citada institución, Labayru Euskal Biblioteka.

En el punto relativo a la planificación de las investigaciones se acordó que, en adelante, los Grupos Etniker sincronizarían sus labores de campo abordando anualmente de manera conjunta un tema de la Encuesta General.

Esta programación de ningún modo suplantaba la idea original de D. José Miguel de Barandia­ran consistente en la realización de monografías etnográficas que describieran la cultura en la localidad encuestada. Al contrario serviría de incentivo para llevarlas a cabo mediante entregas anuales.

El programa para el primer quinquenio quedó establecido sobre esta secuencia temática: Año 1988: La alimentación tradicional en el ámbito doméstico y rituales en torno a la alimentación. Año 1989: El mundo lúdico infantil: Juegos y canciones. Años 1990 y 1991: Ritos de pasaje: Ritos relacionados con el nacimiento, infancia, mocedad, matrimonio y muerte. Año 1992: Medicina popular.

Para la selección de estos temas se han tenido en cuenta razones de carácter práctico pero sobre todo la aceleración del cambio que se está operando en el mundo tradicional y el progresivo desvanecimiento de su cultura. Por esta última causa se ha dado prioridad a aquellas materias que inciden en el universo mental, como son rituales, creencias, prácticas religiosas, etc., dejando para más adelante otros aspectos menos perentorios.

El conjunto de los temas que sucesivamente serán investigados son los siguientes:# Introducción y generalidades.

1. La casa: los enseres, los usos domésticos.
2. La alimentación.
3. La indumentaria.
4. Familia y parentesco.
5. Juegos y canciones infantiles.
6. Juegos de adultos.
7. Medicina popular.
8. Ritos de pasaje.
9. Ganadería y pastoreo.
11. Pesca y navegación.
12. Agricultura.
13. Profesiones e industrias.
14. Artesanía popular.
15. Artes populares.
16. Grupo territorial: vecindad y pueblo.
17. Derecho e instituciones consuetudinarias.
18. Religiosidad popular.
19. Leyendas y cuentos.
20. Calendario popular.
21. Mitología.
22. Biografías etnográficas representativas.
23. Cartografía. Bibliografía. Indices varios.

Durante años los Grupos Etniker trabajaron sin financiación alguna. El proyecto de elaborar el Atlas Etnográfico de Vasconia ha contado desde 1988 con la financiación, mediante convenio, de la Consejería de Cultura del Gobierno Vasco. Ello ha posibilitado el funcionamiento de una infraes­tructura mínima consistente en un Comité Directivo Inter-regional que ha coordinado las investiga­ciones de campo y una Secretaría Técnica que ha dedicado su esfuerzo principal a la elaboración de los materiales y a la preparación de la edición.

* * *
 

Para la realización de este segundo tomo, tanto en la labor de campo como en la elaboración de la obra, hemos seguido una metodología similar a la empleada en el volumen anterior dedicado a la Alimentación Doméstica.

Distribución de las encuestas de campo

Los materiales utilizados para la elaboración del Atlas proceden básicamente de encuestas etno­gráficas de campo. Esta es la tarea más díficil y costosa, pero también la que le confiere carácter de nueva aportación.

Por lo que respecta a este volumen de Juegos infantiles las encuestas de campo se han realizado en 79 localidades ubicadas en la Comunidad Autonóma Vasca, en la Comunidad Foral de Navarra y en una parte del Departamento Francés de los Pirineos Atlánticos. Tradicionalmente esta área se ha denominado Euskalerria o Vasconia. Estas localidades cuyos rasgos físicos y demográficos se describen en el apartado correspondiente a «Datos geográficos de las localidades encuestadas» ofrecen características diferenciadas. Algunas de ellas son pequeñas localidades rurales, otras son villas o poblaciones muy crecidas.

Se ha pretendido que exista una representación adecuada de las diferentes regiones que compo­nen el área de Vasconia; sin embargo no siempre se ha conseguido por las dificultades que entraña la realización de investigación de campo.

La distribución regional de las localidades encuestadas es la siguiente:

Alava ................................................ 21
Bizkaia ............................................. 19
Gipuzkoa ......................................... 10
lparralde ...........................................10
Navarra ............................................ 19

Esta investigación concertada y llevada a cabo por los diversos Grupos Etniker, tiene como característica la aceptación de un modelo de encuesta etnográfica que está plasmado en el cuestio­nario titulado Guía para una encuesta etnográfica y que ha servido de instrumento para la ejecución del trabajo etnográfico de campo. Los datos recogidos provienen de las respuestas obtenidas a las preguntas números 30-45 del Capítulo II relativo a los Usos del Grupo Doméstico en lo que se refiere a los juegos infantiles. El desarrollo de la parte correspondiente a los juegos de adultos se tratará en un volumen diferente.

Encuesta abierta

En la metodología desarrollada por los Grupos Etniker el cuestionario es una guía o instrumento para que el investigador se sitúe ante el tema y recabe aquellos datos que va observando y recogien­do de los informantes de las localidades encuestadas.

La información obtenida mediante este método de encuesta abierta es más rica y personal, ya que como decía Barandiarán los hechos humanos no pueden encasillarse en cuestionarios estricta­mente pautados que pretendieran obtener simples respuestas acerca de la existencia o inexistencia de determinados hechos o en requerimiento de sus denominaciones locales. Como contrapartida la información así obtenida es desigual y aunque siga un orden estricto en las preguntas, es tal el cúmulo de datos recopilados y tantos sus matices que a la hora de la elaboración se presentan dificultades en su clasificación temática y su posterior tratamiento.

Memorias etnográficas

En la metodología de los Grupos Etniker el investigador de campo no es un mero encuestador. Ha de introducirse en el grupo que va a estudiar, observar su vida, relacionarse con informantes nativos, ponderar y contrastar los datos obtenidos. Con todo este caudal y su propia experiencia vivida ha de elaborar una memoria etnográfica siguiendo el orden numérico de las preguntas sugeridas en el cuestionario. En nuestro caso los 79 informes locales sobre los Juegos Infantiles elaborados en campo y remitidos a la Secretaría del Proyecto han arrojado un promedio de 60/70 páginas mecanografiadas cada uno.

Elaboración de la obra

El texto se ha elaborado básicamente a partir de las 79 memorias de campo efectuadas por los encuestadores durante el año 1989.

Se ha recurrido también a las memorias etnográficas publicadas anteriormente sobre este tema, siempre que hubieran seguido un criterio metodológico similar. Así se han incorporado al conjun­to los trabajos publicados sobre Apellániz (Álava), Arrasate-Mondragón (Gipuzkoa), Romanzado y Urral Bajo (Navarra) así como las investigaciones sobre el mundo lúdico infantil realizadas en Donibane Garazi (Iparralde) y en la zona de Eslava (Navarra) . La parte mas importante del mate­rial editado y utilizado en esta obra corresponde a las investigaciones realizadas dentro del Proyecto Etniker. En el apartado dedicado a la Bibliografía figuran las referencias de sus autores.

Hemos recuperado así mismo parte de las investigaciones que en la década de los años veinte se hicieron en torno al Laboratorio de Eusko Folklore, algunos de cuyos materiales quedaron inédi­tos. También se han introducido datos provenientes del archivo del P. José Antonio de Donostia, al que hemos tenido acceso por mediación del P. Jorge de Riezu (+) y de Teresa Zulaika, sobrina del P. Donostia.

Por lo demás los juegos infantiles han contado con escasa bibliografía específica entre nosotros. Ha sido un tema poco estudiado etnográficamente si bien mereció la atención de folkloristas como Azkue, Lekuona, Irigaray, Donostia y otros más.

La secuencia de los capítulos que forman esta publicación se inicia con una descripción de los juegos para la primera edad; le sigue otro dedicado a la naturaleza como espacio lúdico y otro más en el que se describen los tratos, normas y fórmulas que utilizan los niños en su relación entre ellos. A continuación figura un apartado de los procedimientos y fórmulas de sorteo infantiles. Viene luego la descripción de los juegos propiamente dichos agrupados temáticamente para finali­zar con el coleccionismo infantil, la fabricación de juguetes y los juegos organizados para los niños en las fiestas populares.

Tal como se hace constar, en una primera elaboración de los textos han intervenido como redactores varios miembros pertenecientes a los diversos Grupos Etniker regionales. Esta autoría diversa se hará patente no solamente en los estilos heterógeneos de los capítulos sino también en el mayor o menor grado de determinación con que son tratados los temas.

También en esta ocasión debemos mencionar la decisiva intervención que en la redacción y preparación de la obra ha tenido la Secretaría Técnica del Proyecto. A los colaboradores que en ella han trabajado ha correspondido la clasificación de los datos, revisión y, en casos, la reelabora­ción de los textos, las correcciones de estilo, la vertebración de la obra, las referencias bibliográfi­cas, las traducciones, los ajustes lexicales y todo lo relacionado con la preparación de la edición.

Criterios para la transcripción de los términos en euskera y en castellano

Aunque resulte obvio, tenemos que indicar que esta obra no tiene un fin filológico o lingüístico. Por ello, el tratamiento de las expresiones en lengua vasca o de términos populares en las diferen­tes variedades locales del castellano se ha hecho procurando que el grado de comprensión sea el más amplio posible para el lector medio.

Debido a la disparidad de criterios utilizados en las recogidas de material etnográfico para los términos en euskera, la transcripción de palabras en esta lengua puede resultar plural. General­mente, a lo largo de estos últimos años, los encuestadores han pretendido acercarse lo más posible a la pronunciación peculiar de cada lugar, llegando a transcribir los matices fonéticos más insignifi­cantes, bien por falta de una referencia standarizada en euskera o simplemente por desconocimien­to de la grafía común en esta lengua. Esta tendencia quedará reflejada en nuestro Altas y no serán pocas las veces en que hayamos podido caer en contradicciones.

A pesar de todo ello, hemos tratado de organizar el material de las encuestas y de las diversas fuentes bibliográficas actualizándolo en la medida de lo posible, si bien no hasta el punto de arriesgarnos a falsear los datos genuinos de las memorias remitidas.

Las palabras euskéricas empleadas para dar título a las diversas secciones y encabezamientos de los capítulos se escriben según los dictados de las reglas de ortografía normalizada.

En los casos en que se reproducen listas de denominaciones de un elemento concreto tratamos de agrupar las formas lingüísticas recogidas según variantes de origen común, sin tener en cuenta las diferenciaciones que puedan ocasionar fenómenos de vocalismo. Esta notación, si bien pierde la referencia concreta de cada localidad, es sin embargo a nuestro parecer más clara a la hora de dar cuenta de las diversas denominaciones, tanto euskéricas como castellanas.

Por último hay que indicar que nos hemos atenido al resultado de las recogidas concretas, y que el hecho de que no aparezcan todas las designaciones de un objeto o juego determinado, no indica que no se hayan tenido en cuenta o se hayan descartado, sino que simplemente no han aparecido en nuestras fuentes de información.

Ilustración del texto

Las fotografías que ilustran el texto proceden en su mayoría de los propios investigadores, que las obtuvieron durante el trabajo de campo. En otros casos se han rescatado fotografías antiguas conservadas en archivos particulares o procedentes de revistas gráficas u otras publicaciones. Nues­tro principal empeño ha sido la obtención de datos y la elaboración de los textos y hemos incidido en menor grado en la ilustración de los mismos.

Respecto al rescate del material ilustrativo sobre el tema de los juegos infantiles tenemos que señalar al igual que lo hicimos en nuestra anterior obra sobre La alimentación doméstica, que nos hemos percatado de que por tratarse de algo común y cotidiano, no ha merecido tanta atención como la prestada a hechos más «típicos» o a acontecimientos extraordinarios. Se puede observar una desproporción importante a favor de las que recogen juegos celebrados durante las fiestas locales. Las que reflejan los juegos que los niños practican de forma espontánea, sin intervención de adultos, son más escasas.

Bibliografía

La bibliografía que aportamos recoge sobre todo aquellas obras y artículos que son fruto de la investigación de campo. Entre éstas figuran, primordialmente, las memorias etnográficas que fue­ron editadas conforme al Plan Etniker. Subsidiariamente se mencionan otras publicaciones que han sido utilizadas en la elaboración del texto final o también aquellas referencias bibliográficas de carácter etnográfico relativas a otras regiones o áreas europeas que han sido consultadas.

Advertencias al lector

Referencia a las localidades: Cada vez que en el texto se menciona una localidad, su nombre se acompaña de una indicación en abreviatura del territorio en el que se emplaza. A este fin, Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa se consideran agrupadas en un solo territorio: Iparralde. Las siglas emplea­das son (A) para Álava, (B) para Bizkaia, (G) Gipuzkoa, (Ip) Iparralde y (N) Navarra.

La ubicación de las localidades donde se ha realizado la encuesta puede consultarse en el mapa de localización geográfica de las localidades encuestadas que figura en este capítulo introductorio.

Distribución geográfica de los datos: Dado el carácter de la publicación, los datos consignados están referidos a aquella localidad o localidades donde su existencia ha sido verificada mediante la encuesta. Es obvio interpretar que tales hechos no se ciñen únicamente a estas poblaciones, que en el conjunto geográfico tienen un carácter indicativo de un área más extensa.

Datación de los hechos culturales: El lector podrá observar que a lo largo de la publicación se indica la vigencia o el desuso de los juegos consignados, así como las mutaciones que se han operado. Para ello se utilizan términos tales como antaño, en otro tiempo, actualmente, hoy en día o sus equivalen­tes. En ocasiones se hace una aproximación cronológica indicando la década o se toman como referencia acontecimientos transcedentales como la guerra civil. No creemos que esto implique una indeterminación respecto a la datación, porque cualquiera que fuere la fecha aplicada tanto al inicio como a la desaparición de los hechos culturales sería inexacta.

Nuestra obra es de carácter etnográfico y no histórico, si bien recoge usos y conductas que se emplazan en el presente siglo, hasta allá donde alcanza la memoria de nuestros informantes.

Titulación de los juegos: Que en el encabezamiento de un texto figure uno solo o unos pocos nombres de un juego no indica que sólamente se hayan recogido esas denominaciones. En tales casos hemos tratado de elevar a cabecera las designaciones de las variantes más representativas o extendidas pero en el texto figuran todas las consignadas por las encuestas de campo. Por otfa parte en el Anexo correspondiente damos una relación alfabética de los juegos, canciones y fórmu­las.

Cada partitura musical aparece encabezada por el nombre de la canción y en su caso, entre paréntesis, la localidad donde ha sido recogida.

Canciones: Un buen número de las canciones recogidas han servido para varios juegos incluso de características muy distintas. Esta particularidad se hace constar generalmente en el texto pero, obviamente, la canción solo se transcribe referida a uno de los juegos.

Cada partitura musical aparece encabezada por el nombre de la canción y en su caso, entre paréntesis, la localidad donde ha sido recogida.

Signos convencionales: Para evitar confusiones, cuando figuran varias canciones unas detrás de otras sin que medie texto explicativo y se quiere señalar una separación entre ellas porque son independientes, se indica la división mediante un asterisco colocado al inicio de cada una. Tam­bién para diferenciar unos juegos de otros que son distintos pero que guardan grandes similitudes entre sí se ha recurrido a establecer la transición mediante dos asteriscos. Si la diferencia es más notable la llamada de separación se hace con triple asterisco.

Descripción de los juegos: De ordinario los juegos no se explican ni pormenorizan hasta llegar a una narración exhaustiva de los mismos que incluya todas sus posibles reglas, peculiaridades y variantes. El niño es muy creativo y como consecuencia un mismo juego, aún manteniendo sus rasgos esenciales y definitorios, difiere de un pueblo a otro e incluso de una cuadrilla a otra; los jugadores pueden modificar las normas para adaptarlas a circunstancias particulares; la única condición es que tales normas sean aceptadas por todos. Esta variabilidad también se manifiesta en juegos recogidos en una misma localidad en dos generaciones distintas.

En ocasiones las explicaciones incompletas son la expresión de lagunas en la memoria de los informantes, de modo que sólo leyendo el conjunto de descripciones que para un mismo juego se han recogido en varias localidades se obtiene una visión lo más completa posible del mismo.

Agradecimientos

En nombre de los Grupos Etniker de Euskalerria queremos expresar aquí nuestro agradecimien­to al Sr. Consejero de Cultura del Gobierno Vasco, D. Joseba Arregi, al Sr. Viceconsejero del mismo Departamento D. Mikel Etxebarria y a la Sra. Directora del Patrimonio Histórico Artístico, D.a Jaione Gaminde por haber acogido y apoyado este proyecto y habernos ayudado a rescatar y plasmar en esta publicación una parte de nuestro acervo cultural, retenido y guardado en la memoria colectiva de nuestro pueblo. Hacemos extensible este agradecimiento al Sr. Consejero de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, D. Javier Marcotegui por la ayuda concedida para la edición de este volumen.

D. Joseba Arregi en el acto de presentación de nuestra primera aportación al Atlas Etnográfico pronunció las siguientes palabras: «Hoy es un día de alegría no solamente para los presentes, sino para toda la sociedad vasca por tratarse de la primera entrega de un trabajo de investigación básico y fundamental para el conocimiento de nuestra historia cultural y para que nuestra sociedad pueda mantener su identidad en el futuro. También será para Don José Miguel de Barandiaran un motivo de gran alegría dado que el Atlas Etnográfico de Vasconia es el proyecto que él ha perseguido a lo largo de toda su vida. Quiero subrayar el compromiso de la Administración al Proyecto Etniker, arbitrando los medios necesarios para que pueda seguir trabajando.»

Don José Miguel de Barandiaran en los años postreros de su vida, le faltaban pocos días para cumplir 101 años, en noviembre de 1990, tuvo la gran alegría de que sus discípulos le hiciéramos entrega del primer tomo del Atlas. Fue para él una de las grandes satisfacciones que tuvo en los últimos tiempos, el ver que cerca de ochenta colaboradores estaban trabajando en aquella obra emprendida por él en fechas ya lejanas. Nos dijo muy emocionado: «Moriré contentísimo, porque veo que las cosas que nosotros iniciamos ya se están haciendo...».

Ander Manterola
Derio, abril 1993

  1. Cfr. Libro de Actas de los Grupos Etniker de Euskalerria. AREL.