Itsu-kapeluka

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Este juego fue recogido en Alcoz (Baztan-N). En primer lugar se señala quién hace de bete, es decir, el que se queda. Este se cala la boina tapándose los ojos y de esta guisa se pone inclinado. Los demás le propinan con otra boina en la espalda diez golpes, contándolos. Después se yergue y a tientas trata de atrapar a algún compañero. Si lo consigue debe adivinar quién es tentándole... Si yerra, repite como bete. La segunda vez le golpean cinco veces. Y se sigue así hasta que adivine a quién ha cogido y cuando acierta, el descubierto ocupa su lugar[1].

En Lekaroz (N)[2] se practicaba este mismo juego denominado «Itsu kapeluke» y mientras los participantes golpeaban al que tenía los ojos tapados con la boina, le cantaban:

— Itsu kapelu
non duk andria?
— Sasian galdu.
— Bilazak bertzia.
Itsu kapelu, / ¿dónde está tu mujer? / — Se perdió en el zarzal / — Búscate otra.

En Arraioz (N) la letrilla es muy parecida:

— Itsu kapelu,
nun duzu andria?
— Sasipian galdu.
— Billa bertzia.
Itsu kapelu, / ¿dónde está tu mujer? / — Se perdió en el zarzal / — Busca otra.

Azkue recogió en Baztan (N) la siguiente variante: Estando uno con los ojos tapados, los compañeros le pegan en la espalda y aquél comienza a buscarles provisto de un pequeño palo en la mano. Mientras le golpean mantienen este diálogo con el cegado:

— Itsu kapela, nun duk andrea?
— Sasian galdu.
— Billa bertzea.
Itsu kapela, ¿dónde está tu mujer? / — Perdida en el zarzal. / — Busca otra.

Entonces el ciego arroja el palo que lleva en la mano y aquél a quien pegue tiene que ocupar su puesto.

Señala dicho autor que en algunos lugares de la Alta Navarra al juego se le llamaba «Zapoka»[3].

En Ondarroa (B) se ha recogido un juego muy parecido a los descritos. Se practica en un espacio muy reducido. El niño a quien le ha caído la suerte en la fórmula del kukumiko, la cara cubierta con una boina y situado en el centro, anuncia el comienzo del juego diciendo en alta voz: «Itso!». Sus compañeros, para indicarle que ya estan preparados, contestan: «Mokordo bitso!». En este momento el ciego, corriendo de un lugar a otro, trata de asir fuertemente con sus manos a alguno de sus compañeros, mientras éstos le van sacudiendo en la espalda con pañuelos retorcidos y anudados.

Una vez que haya capturado a uno tiene que reconocerlo y decir su nombre, en cuyo caso éste pasará luego a hacer de ciego.

También en Baztan (N) se recogió en los años veinte el mismo juego con el nombre de «Kapazulo» y al que hacía de gallinita ciega se le tapaban los ojos con una boina[4]. El uso de la boina para tapar la cara también nos lo refieren las personas encuestadas de Gamboa y Salvatierra (A).

En Donostia (G) con el nombre de «Solomoso» se recogió un juego similar. En éste la boina también era elemento indispensable. El condenado a ser para se calaba la boina, cubriéndose la cara hasta cerca de la boca, de manera que quedara de casquete, y perseguía a los otros hasta que tocaba a alguno de ellos; mientras tanto 498 éstos le golpeaban con sus boinas[5].


 
  1. APD. Cuad. 5, ficha 546.
  2. APD. Cuad. 2, ficha 250.
  3. Resurrección María de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid, 1947, pp. 330-331, 384.
  4. Manuel IMBULUZQUETA. “Juegos de niños. Los de Baztán-Ulzama” in Euskalerriaren Alde, XVII (1927) p. 369.
  5. José de ELIZONDO. “Folklore donostiarra. Juegos de la infancia” in Euskalerriaren Alde, XVIII (1928) pp. 290-291.