Diferencia entre revisiones de «Juego de las sillas. Aulki-kentzea»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Tras incorporarse los participantes, se suprime una silla para que se mantenga la proporción; vuelve a sonar la música y reanudan el juego. Así se prosigue hasta que al final queda un único asiento y dos niños entre los que se dilucida el ganador.  
 
Tras incorporarse los participantes, se suprime una silla para que se mantenga la proporción; vuelve a sonar la música y reanudan el juego. Así se prosigue hasta que al final queda un único asiento y dos niños entre los que se dilucida el ganador.  
  
Esta forma de desarrollar el juego es prácticamente idéntica en todas las localidades donde se ha recogido. Las únicas diferencias atañen al procedimiento para generar la música.  
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[[File:4.287 Aulki-kentzea. Zerain (G) 1961.png|center|600px|Aulki-kentzea. Zerain (G), 1961. Fuente: Karmele Goñi, Grupos Etniker Euskalerria.|class=grayscalefilter]]
  
 
En Legazpia (G) uno de los intervinientes controla el juego sin tomar parte activa en él, haciendo las veces de juez. Se encarga de dar la señal para que los participantes comiencen a girar y en un momento determinado, de hacerlos parar a la voz de «ya» para que corran a sentarse.  
 
En Legazpia (G) uno de los intervinientes controla el juego sin tomar parte activa en él, haciendo las veces de juez. Se encarga de dar la señal para que los participantes comiencen a girar y en un momento determinado, de hacerlos parar a la voz de «ya» para que corran a sentarse.  

Revisión del 08:12 23 jul 2019

Este juego se denomina «Aulki-kentzea» en Zerain (G) y «Aulkixetara» en Elosua (G).

Se emplean sillas dispuestas en círculo con los asientos orientados hacia el exterior, siendo su número una unidad inferior al de participantes. Al son de una melodía, los concursantes giran en torno a las mismas. Sin previo aviso cesa la música y entonces cada jugador trata de sentarse. Forzosamente uno queda de pie y es eliminado. Ocurre a menudo que dos niños ocupan el mismo asiento. Entonces es descartado el que se sienta en segundo lugar. Si resulta imposible determinar el orden pierde el que menor porción de silla ocupe.

Tras incorporarse los participantes, se suprime una silla para que se mantenga la proporción; vuelve a sonar la música y reanudan el juego. Así se prosigue hasta que al final queda un único asiento y dos niños entre los que se dilucida el ganador.

Esta forma de desarrollar el juego es prácticamente idéntica en todas las localidades donde se ha recogido. Las únicas diferencias atañen al procedimiento para generar la música.

En Legazpia (G) uno de los intervinientes controla el juego sin tomar parte activa en él, haciendo las veces de juez. Se encarga de dar la señal para que los participantes comiencen a girar y en un momento determinado, de hacerlos parar a la voz de «ya» para que corran a sentarse.

En Moreda (A), la persona encomendada de poner y quitar la música, para realizar su labor lo más imparcialmente posible, mira hacia otro lado del juego a fin de no beneficiar o perjudicar a ninguno de los concursantes.

En Arraioz (N) trazan un círculo amplio alrededor del cual bailan los participantes, y sitúan las sillas en el centro.