Juegos con arena, agua y en el mar

Uno de los entretenimientos que más gustan a los niños es jugar con tierra, y más con arena. Aprovechando los montones de este material utilizados para obras, los chiquillos excavan túneles y hoyos, hacen casas, castillos, murallas, etc. Si se trata de arena de playa las posibilidades son mayores y además no acaban tan sucios.

Otra diversión infantil consiste en hacer presas con tierra, piedras, palitos y otros materiales para retener el agua de los regatos que se forman cuando llueve.

En la arena. Gorliz (B), 1973. Fuente: Archivo particular Rafael Agirre.

Los niños residentes en localidades costeras disponen de un medio más para disfrutar en sus juegos: el mar. Los de tierra adentro pueden practicar este tipo de entretenimientos en los ríos y embalses y más modernamente en las piscinas, pero estos ambientes nunca ofrecen tantas posibilidades como la playa o el puerto. A modo de ejemplo de la diversidad de juegos que se pueden practicar en el agua de mar recogemos los de la localidad vizcaina de Portugalete:

— «Hacer carreras». Los jugadores establecen cuál ha de ser la meta y nadando tratan de alcanzarla los primeros.

— «A bucear». Consistía en arrojar objetos al fondo para después tratar de recuperarlos. En otras ocasiones se intentaba bucear desde un punto a otro sin sacar la cabeza del agua en ningún momento. A veces se extraía fango del fondo con las manos para, una vez fuera del agua embadurnarse el cuerpo.

— «A no perder espuma». Los chicos participantes se disponen en hilera junto a las escalerillas del muelle o en la rampa. El primero se tira al agua de modo que se forme espuma en la superficie; acto seguido lo hace el segundo y sin parar los restantes, uno detrás del otro para evitar que desaparezca la espuma. El primero en arrojarse se reincorpora a la cola de la fila y lo mismo los demás. Así continúan hasta cansarse.

— «A buscar las olas». Cuando chicos y chicas acuden a la playa y hay buenas olas se tiran de cabeza al agua según llegan y antes de que rompan para así pasar bajo ellas. En otras ocasiones se adentran en el mar para después regresar a la orilla nadando a caballo de las mismas y así lograr mayor velocidad.

— «Aguadillas o chumbos». Se trata de introducir debajo del agua a otro chico. La técnica habitual consiste en acercarse a él por detrás y apoyándose en sus hombros impulsarse hacia arriba sacando el cuerpo del agua. De este modo el cuerpo del compañero se hunde; entonces el que ha dado el chumbo coloca sus pies sobre los hombros de éste y tras flexionar las piernas las estira enérgicamente para hundirlo aún más.

A punto de zambullirse en el río Zadorra. Vitoria (A). Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Foto P. Gonzalo.

También se pueden hacer aguadillas cuando dos chicos flotan verticales uno enfrente del otro. Uno de ellos intenta coger desprevenido a su compañero y colocándole la mano sobre su cabeza le empuja hacia abajo sumergiéndolo.

— «El paseíllo». En algunas ocasiones como castigo o divertimento de los más mayores o fuertes, dos de éstos atrapan a un niño y le mantienen suspendido junto al borde del agua sujetándole por las muñecas y los tobillos. Le comienzan a balancear de un lado al otro contando hasta tres y entonces le sueltan para que caiga al agua. Como resulta dificil liberarle a la vez suele caer en posturas grotescas y no es raro que se golpee contra la superficie del agua saliendo después con el cuerpo enrojecido. La altura desde la que le tiran depende de lo brutos que sean los primeros.

— «Al higo maduro». Los niños se colgaban del borde del paseo manteniéndose suspendidos en el aire a cuatro o cinco metros sobre el agua. En un determinado momento gritaban uno a uno: «¡Estoy maduro!» y soltando sus manos se dejaban caer como mejor podían.

— «A caballitos». En un sitio donde el agua no cubra completamente se suben unos jugadores a hombros de otros y luchan tratando de derribarse.

— «Hacer torres». También en un sitio donde no cubra el agua varios niños se disponen en círculo y se agarran pasándose los brazos por los hombros. Sobre ellos se suben otros y se disponen de igual modo y así sucesivamente formando una torre.

— «A hundir el bote». Recuerdan los informantes de Portugalete haber visto practicar esta actividad a sus vecinos de Santurtzi hace veinticinco años o más. Se reunían los componentes de una cuadrilla dentro de un bote y se acercaban bogando a la zona de la punta del muelle. Se quitaban las ropas y las dejaban encima de las panas del bote. Después posaban éstas sobre el agua con cuidado para que no se mojase la ropa. Situados de pie comenzaban a balancear la embarcación de babor a estribor de modo que hiciese agua por los costados y se hundiese. Entonces le daban la vuelta entre todos, se subían a bordo y volvían a recoger las ropas. Todo sin que se enterase el dueño del bote.

— «Saltar de bote en bote». Consiste en bajar a los botes amarrados en el dique e ir pasando de unos a otros. En más de una ocasión se regresa a casa empapado. Al igual que el entretenimiento anterior, éste se realiza siempre que no se hallen cerca los dueños de las embarcaciones. A veces se hacen diabluras, como soltar una amarra y dejar el bote a la deriva con alguno de los chavales dentro.

— «A hacer lo que el primero». Los participantes se colocan en hilera y van repitiendo todo aquello que realice el primero, cuyo papel le ha sido adjudicado por sorteo. Algunos de estos mandatos son:

El avión. Cada jugador se lanza desde cierta altura con los brazos y piernas separados y el cuerpo paralelo a la superficie del agua. Un instante antes de entrar en contacto con ella debe encogerse formando con su cuerpo un ovillo y así evitar el golpe. Hay que ser habilidoso para ejecutar este movimiento.

A la bomba. Se lanzan con las piernas dobladas sobre el pecho y abrazándolas de modo que entran en el agua golpeándola con el trasero. Se trata de levantar el máximo de agua.

En la playa. Deba (G). Fuente: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz: Foto E. Guinea.

De cabeza. Se arrojan de cabeza con los brazos pegados al cuerpo.

Vuelta campana. Toman carrerilla y se lanzan al agua intentando dar una voltereta en el aire antes de caer de pie o en cuclillas.

A lo rajá. Se arrojan al agua con las piernas y brazos cruzados.

Al safari. Los jugadores se quitan el traje de baño y se lo colocan en la cabeza, después nadan en fila india y zigzagueando.

A la pluma y el tintero. Estando los jugadores desnudos dentro del agua, van asomando alternativamente fuera de la misma primero «la pluma», esto es, el pene, y dándose inmediatamente la vuelta «el tintero» o culo.

A lo soldadito. Se colocan los jugadores en posición de firmes y dando un paso al frente se dejan caer al agua.

— «Al pedo». Solían jugar al pedo en el agua del mismo modo a como lo hacían en tierra[1]. El lugar elegido era entre los pilotes de madera y hormigón de la rampa del puerto.

— «A pasar la pelota». Se desarrollaba igual que en tierra pero mientras se nadaba.


 
  1. Vide: Juegos de carreras.