Juramentos infantiles. Benetako egiak

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los niños suelen emplear fórmulas consagradas por el uso cuando se ven obligados a ratificarse en una afirmación tras comprobar que sus compañeros ponen en duda la veracidad de la misma.

Si un niño de Sangüesa (N) afirmaba algo y los demás dudaban de lo dicho, lo tenía que solemnizar con la siguiente fórmula:

La santa pura verdad,
si miento peco,
no le miento
ni a la Virgen ni al Señor
ni a ningún santo del cielo,
como aquí me caiga muerto. Amén.

En Bermeo (B), a modo de juramento suelen decir: «komaidios» (como hay Dios). Al mismo tiempo se hace una cruz con dos dedos de ambas manos (pulgares o índices), y se lleva a los labios haciendo ademán de besarla. Esta costumbre es frecuente entre los chicos y aún a veces la practican los mayores.

Para resaltar que una afirmación no es cierta, en esta misma villa marinera se dice: «Gusurré ta adurré» (Mentira y babas). Por ejemplo, si/ le aseguran a alguien una cosa que es inexadta y que le molesta, puede replicar: «Gusurré ta adurré, ori ezta egijje...».

En Carranza (B), al niño que infundía sospecha sobre lo que contaba le obligaban a prestar una serie de promesas cada vez más comprometedoras. Primero le hacían «jurar por Dios» que lo que decía era verdad. Por si había mentido, a continuación le pedían que besase la cruz que el chiquillo formaba cruzando los dedos índices, dándole un beso por ambos lados. Si los demás aún dudaban de su palabra le decían que lo jurase de modo que cayese muerto si no era cierto. A esto último no se resistía ningún embustero.

Los niños de Durango (B) para afirmar algo que querían que se creyese a pie juntillas también recurrían a la fórmula «¡Como hay Dios!». Cuando alguien ponía en duda lo que contaba otro, éste le replicaba: ¡Te juro como hay Dios!

En Portugalete (B) se empleaba «Como hay Dios» y «Te lo juro por Dios», en este último caso a la vez que cruzaban los dedos pulgar e índice, los besaban. También «Te lo juro por mi madre».

En Beasain (G) se utilizaba similar fórmula de juramento para exigirse mutuo secreto cuando se comunicaban noticias que encerraban cierta gravedad o misterio para ellos. También la empleaba quien prometía algo a otro. Cuando dos o tres niños se comprometían a guardar algún secreto en común, ponía cada uno sus dedos índices en forma de cruz y los besaba diciendo «lo juro», y así quedaba sellado el pacto. A veces también se formaba la cruz con los dedos pulgar e índice de una misma mano.

Otra fórmula de esta misma localidad consistía en exigir a quien aseguraba algo que los demás ponían en tela de juicio, que dijera la expresión «la verdad purita» como prueba de que no mentía. Así, el que lideraba el grupo de los desconfiados le pedía al que daba alguna novedad: «Di la verdad purita», y si éste consentía quedaban ya tranquilos.

En Zeanuri (B) la fórmula del juramento infantil consistía en besar la cruz formada con los dedos índice y pulgar a la vez que se decía: Txilin-txilin.

Txilin-txilin egiten. Zeanuri (B), 1993. Fuente: Ander Manterola, Grupos Etniker Euskalerria.

En Apodaca (A), si en el curso de una discusión se le preguntaba a un niño por algo, tenía que responder: «Juro por mis dedos –besándolos y poniéndolos en forma de cruz–, que...» y añadía su versión sobre el problema tratado.

Cuando en Zerain (G) un niño quería reafirmar que decía la verdad exclamaba «egia benetan» (la pura verdad) y besaba la cruz que formaba con los dedos índices. Algunas veces se le exigía que añadiese: «Ez bada egie ni infernura eta pekatue izan dedilla» (Si no es verdad que yo vaya al infierno y que sea pecado).

En el mismo Zerain, si un niño creía que el otro con quien hablaba le estaba mintiendo, le replicaba:

Zor zor sakukara
mundu kara
iltze zeanean
Josafako zelaien
page sala.
Zor zor sakukara / mundu kara / cuando mueras / lo habrás de pagar / en el valle de Josafat.

Se conocen otros dos dichos que los niños apostillan a una afirmación para corroborar y garantizar la veracidad del aserto: «Como Cristo nos enseña que sí» y «Como esta Santa Cruz que sí». A la vez que dicen la última sílaba forman una cruz con los dedos índices y la besan.

En Alkoz (N), el niño del que se desconfía dice:

Egi eta fedia
ziñez de veras.
Bestenaz infernuen
erdi-erdire...
Juro que es verdad / de verdad de veras. / Si no que vaya / al medio del infierno.

Y si aún se insiste en dudar de su buena fe, añade:

Konfesatu eta ere
infernuen erdi-erdire[1].
Y aún después de confesado / al medio del infierno.

En Zamudio (B) cuando quieren reafirmar una verdad dicen: «Ez bada egie hil naitela bertan» (Y si no es verdad que me muera ahora mismo).

Haciendo burla. Carranza (B), 1993. Fuente: Luis Manuel Peña, Grupos Etniker Euskalerria.

En Allo (N), si un chico contaba algo a los demás y uno de sus interlocutores no le creía, se entablaba el siguiente diálogo:

— Verdad.
— Mentira.
— Agarramelá y estira.

En Funes (N) para reafirmarse en lo dicho se arrancaban un pelo de la cabeza y echándolo a volar de un soplo decían: «Si lo encuentras es mentira lo que he dicho»[2].

En Ocáriz (A), para saber si lo que dicen los mocetes es verdad o mentira, hacen una cruz con dos dedos de ambas manos y cantan:

Cruz o palo
cruz de hierro;
el que miente
va al infierno.

Los chicos de Iraizoz (N), para saber si uno decía la verdad, empleaban un procedimiento y una fórmula similares a los que en otras localidades utilizaban para localizar objetos. Ponían saliva sobre el dorso de la mano izquierda y decían:

Pin, pin, txorie
esanzak egie:
Bestela aterako die
ezkerreko begi zurie.
Pin, pin, el pájaro, / di la verdad: / Si no te arrancaré / el ojo izquierdo blanco.

Mientras tanto hacían cruces con la mano derecha sobre la izquierda. Al terminar se pegaba sobre ésta y según a qué lado iba la saliva, se sabía si era cierto o falso lo dicho. Si la saliva iba del lado del que había hecho la afirmación se le creía. Si no, no[3].

En Etxano (B), para la misma finalidad, cogían uno de los huesos del bacalao, que está hueco por un lado y combado por el otro, y sosteniéndolo en la mano antes de echarlo al aire decían:

Makalotxu barrije
Terranoba'n azije
esaien egije
«Ituarte'k» esan duena
ia egija edo gezurra den[4].
Bacalao recién comprado / tú que te has criado en Terranova / dime pues en verdad / si lo que ha dicho «Ituarte» / es verdadero o falso.


 
  1. José Antonio de DONOSTIA. «Canciones infantiles populares vascas», in Obra literaria. Conferencias. OO. CC. Tomo IV. San Sebastián, 1985, p. 397.
  2. LEF.
  3. José Antonio de DONOSTIA. «Canciones infantiles populares vascas», in Obra literaria. Conferencias. OO. CC. Tomo IV. San Sebastián, 1985, p. 397.
  4. APD. Cuad. 13, ficha 1.247.