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La alimentacion en Moreda (Alava)

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En el año 1.772 este ilustre moredano escribió su primera obra titulada «Tratado de Olivos» que tenía por objeto introducir en el Pais Bascongado la plantación de este árbol y prescribir reglas para su subsistencia y mayor utilidad. Dividió la obra en catorce capítulos.
Empeñado en la idea de querer introducir el cultivo del olivo en las provincias de Guipuzcoa y Vizca- ya Vizcaya en el año 1.774 envió 100 plantíos de olivos para plantarlos en la huerta del Colegio de Vergara y en otros terrenos para hacer una tentativa. En las pág.  13 y 14 de un documento de la R.S.B.A.P del año 1.774 se dice: «Plantación de árboles, olivos. Se han plantado en diferentes terrenos de la villa de Vergara cien plantios de olivos remitidos desde Moreda en la Rioja, de los cuales han prendido, al parecer cuarenta y seis, pero se duda de los demás». Como se ve al final el proyecto audaz de este inquieto moredano no resultó viable.
Por último, Juan Antonio Garín de Lazcano en el año 1.775 escribió su segunda y última obra titulada «El labrador instruido a golpes de la experiencia». Tratado de agricultura en general, dividida en treinta y un capítulos en forma de diálogo, entre un padre y un hijo.
Hubo años de malas cosechas de oliva por causa del mal tiempo y de epidemias de los olivos. Así, en los años 1.709, 1.789 y 1.790 no se recogió ninguna oliva por causa de haberse helado los olivos. Y en el año 1.781 apenas se cogieron olivas por causa del mal del arañuelo a pesar de que se trajo a la villa de Moreda la cabeza de San Gregorio para poner fin a esta epidemia.
No obstante hubo años de muy buenas cosechas. A continuación, a modo de ejemplo recojo los años de mejores cosechas, en ellos se expresa la cantidad total que recibieron todos los beneficiados de la iglesia parroquial de Moreda. Recibían el fruto en robos, medida de peso equivalente a 22 Kg. El total de robos de olivas pagados cada año venía a suponer un 3 % de la cosecha recolectada por todos los vecinos de More- daMoreda.
ArioRobos olivas (año): ''280 (1.746 ); 384 (1.759 ); 411 (1. 764 ); 264 (1.778 ); 208 (1.806 ); 408 (1. 817 ); 198 (1.827 ); 376 (1. 831 '')
Robos Por tanto, la producción de oliva en Moreda en esta época más antigua la podríamos cifrar en torno a los 300.000 kg. anuales (los años de mejores cosechas), obteniéndose de ellos unas 850 cántaras de aceite.
olivas: 280 384 411 264 208 408 198 376
Por tanto, '''Trujales existentes en la producción villa de oliva en Moreda en esta época más antigua la podriamos cifrar en torno a los 300.000 kg. anuales (los años de mejores cosechas), obteniéndose de ellos unas 850 cántaras de aceite. '''
=== Trujales existentes Actualmente, en Moreda sólo hay un trujal titulado «Trujal Cooperativo la villa Equidad de Moreda». Fue construido en el año 1.948 mediante sistema cooperativo por todos los vecinos de Moreda ===. Este trujal en su día reemplazó a los cinco trujales más antiguos que a partir de entonces dejaron prácticamente de funcionar. Los trujales antiguos funcionaban mediante la fuerza y el trabajo tanto de las caballerías como del hombre. El trujal actual funciona a través de una moderna maquinaria movida mediante electricidad.
ActualmenteEstos son pues, los trujales que ha habido en Moreda sólo hay un trujal titulado hasta la fecha:
«Trujal Cooperativo la Equidad de Moreda». Fue construido en el año 1.948 mediante sistema cooperativo por todos los vecinos de Moreda. Este trujal en su día reemplazó a los cinco trujales más antiguos que a partir de entonces dejaron prácticamente de funcionar. Los trujales antiguos funcionaban mediante la fuerza y el trabajo tanto de las caballerías como del hombre. El trujal actual funciona a través de una moderna maquinaria movida mediante electricidad.  Estos son pues, los trujales que ha habido en Moreda hasta la fecha: # Trujal del Retén, perteneciente a la iglesia.
# Trujal de la familia de los Sáenz de Laguardia.
# Trujal de la familia Garín de Lazcano.
# Trujal de la familia García de Jalón.
# Trujal del Molino.
# Trujal la Equidad de Moreda perteneciente a todos los vecinos.   
A continuación, voy a proceder a estudiar y describir por su importancia los trujales del Retén (sistema de prensado de viga), el trujal de Tomás Laguardia (sistema de prensado de husillos) y el trujal la Equidad de Moreda (actualmente el único en funcionamiento).
El trujal del Molino, ubicado en la calle de su mismo nombre, se encuentra próximo al anterior en el término del Redondo. Además de trujal de aceite hubo un molino de moler trigo. Este se halla bajo tierra en una cueva construida con piedras en forma de arco de medio punto y próximo a las murallas de una fortaleza o plaza fuerte de armas bajo medieval. Del trujal apenas quedan restos.
El Trujal de la familia García de Jalón se halla situado en la calle Real, muy próximo a la casa barroca de esta familia. Recientemente, ha pertenecido a la familia Ruiz de Viñaspre (Macareno). De este trujal hoy no queda ya nada, ni siquiera el edificio. Antiguamente, a este trujal se le conocía con el nombre de Trujal del Portal, ya que en dicho lugar existía una puerta antigua a donde los moredanos salían a tomar el sol en las tardes del invierno. El Trujal del Retén  
Informante: Nunilo Ceballos García. Edad 72 años. '''El Trujal del Retén'''
Informante: Nunilo Ceballos García. Edad 72 años. Labrador jubilado y actual propietario de este trujal en el cual ha trabajado toda su vida.
Según Nunilo Ceballos, preguntado por el origen de este trujal, cuenta que fue fundado hace siglos por la comunidad de clérigos y curas de la villa de Moreda. Perteneció a la iglesia y en él se molían las olivas procedentes de los diezmos y primicias que los vecinos de Moreda tributaban anualmente a los beneficiados de la iglesia parroquial Asimismo, se guardaban ciertas mercancías y objetos pertenecientes a la iglesia. Este testimonio oral se ve corroborado por los documentos del Archivo Parroquial de Moreda que señalan que la iglesia desde el año 1.637 poseía una suerte (la quinceava parte) del molino harinero y trujal de aceite de Moreda.
Las partes de que se componía el Trujal del Retén eran: un molino, una prensa de sistema de viga, el hornillo con su caldera, las tinas y los infiernillos.
=== El molino ===
Se hallaba a mano izquierda de la entrada al trujal. '''El molino'''
Se hallaba a mano izquierda de la entrada al trujal. También, se ha llamado el rulo por estar formado por una gran piedra (granito) de forma cónica, siendo más gruesa por el exterior que por la parte que iba unida al eje.
Un eje suspendido de una madera transversal bajaba desde el techo hasta el suelo. La madera transversal iba del pilar a la pared y el eje era de hierro, bajando éste hasta el rulo que rodaba sobre la solera del molino o muela fija de forma circular. En la mitad del eje vertical había un gancho de donde salía otro eje horizontal que atravesaba por dentro al rulo hasta que se enganchaba a la caballería que daba vueltas al molino como si se tratase de una noria.
Una vez trituradas las olivas, éstas caían al ruejo, canal circular que bordeaba toda la plataforma del molino. En la molienda apenas salía aceite, más bien era pasta. En ocasiones se hacían unos pocillos que eran recogidos con unos pozales o cubos y llevados a la prensa de los capachos. Cuando la pasta era extraída del ruejo la caballería se paraba y se aprovechaba para que comiera, bebiera y descansara. Una vez limpio el ruejo se volvía a empezar de nuevo otra molienda.
=== '''La prensa: sistema de viga ==='''
Molturadas las olivas por el rulo del molino, se recogía la pasta del ruejo que era llevada hasta los capachos de la prensa en donde se «armaba el pie» compuesto entre 20 y 28 capachos.
El traslado de la pasta a los capachos se hacía en cubos o pozales. Si después de formar el pie del capacho sobraba pasta, ésta era depositada sobre una pila allí existente para este fin. Encima de los capachos iba una cobertura redonda de madera llamada tajador que hacía de tapadera o boina de los capachos. El tajador estaba hecho con madera pesada de roble o de almendro. Y sobre el tajador iban los marranos, maderos gruesos utilizados para armar el pie. Medían un metro de largo y en los laterales llevaban unas manillas o agarraderos para su manejo en forma de borla. Se ponían encima del tajador hasta que alcanzaban la viga o prensa. Los marranos hacían presión sobre los capachos al bajar la viga.
El sistema de prensado mediante una viga es el más antiguo conocido entre los sistemas de prensa de los trujales. La viga o prensa era equivalente a cuatro maderas de roble hechas cuadro para formar un bloque entero. Estaban acopladas y amarradas por hierros, clavijas y aros. La viga poseía una longitud de 10 mts., era pesadísima y su grosor sería de 1 m <sup>2</sup>. Fuertes abrazaderas de hierro unían las cuatro maderas de roble que componían la viga.
La largura de la viga iba desde una entrada o ranura que tenía en la pared derecha del edificio del trujal hasta una gran pesa y huso que tenía a una distancia de 10 mts. en su parte izquierda. La pesa tenía un peso de 3.000 kg. En esta zona la viga estaba sostenida por un tornillo de madera con su tuerca que le hacían subir y bajar y que recibe el nombre de huso. Subían la pesa para hacer contrapeso y luego subían el husillo para aflojar.
La pesa era de madera y piedra en forma circular. Pesaba 3.000 kg. La madera hacía de plataforma de la pesa. Encima se ponían las piedras. Unos hierros formando cuatro aspas servían para reforzar la pesa.
Entre la prensa donde se encontraban los capachos con los marranos y el huso había dos maderos verticales que subían desde el suelo hasta el techo haciendo la mecánica del prensado del trujal. Hacían las veces de balanza. Cuando subía la pesa (cabeza) y bajaba el culo de la viga dejando el pie libre, para evitar que la viga se cayera por un posible aflojamiento del huso, se metía unas agujas de roble o clavijas de madera en unas aberturas que poseían los maderos verticales que hacían de balanza. Estas aberturas eran de unos 15 cm. de anchura por 1 m. de largas. Este mismo traba- jo trabajo de seguridad también se hacía cuando había que hacer subir el culo de la viga que se encontraba empotrado en el interior de la pared. A la hora de armar un pie sólo se dejaba una o dos agujas para seguridad de que no se cayese la viga por fallo del huso.
En el hueco de la pared derecha donde iba el culo de la viga se solía introducir unos garrotes para mayor presión. El huesillo de la oliva salía muy oprimido y prensado. Con los pies de los capachos había que tener mucho cuidado ya que a veces se resbalaban. El funcionamiento del prensado metía mucho ruido, especies de chasquidos clan, clan, clan...
Me cuenta Nunilo Ceballos que el huso de madera de la viga lo hizo un carpintero de Moreda, un tal Isidro Oría. Este huso que aún se conserva es una verdadera obra artesanal. Dicho carpintero con la ayuda de un martillo de palo y de un formón hizo a un tronco de olmo más de tres metros de rosca formando el huso.
La pesa iba agarrada o empotrada a la parte inferior del huso. si el huso mediante manivelas era accionado hacia la izquierda subía la viga para proceder a armar el pie de capachos. Si se accionaba dándole  vueltas a la derecha se hacía subir a la pesa. A continuación, durante un par de horas o tres la pesa iba bajando la viga que a su vez realizaba la labor de prensado en el pie de capachos.
Además de utilizarse la viga del trujal para prensar la pasta de las olivas se aprovechaba para prensar las vinazas de las uvas en tiempos de vendimia, cuando se sacaba el lago.
Para prensar la vinaza, heces de la uva pisada en el lagar, no hacían falta los capachos. Las vinazas se depositaban directamente sobre la mesa de piedra o tremis del trujal. Encima se ponía toda la ropa de maderos necesaria hasta alcanzar la viga. La tarea de prensado se realizaba idénticamente a cuando se prensaban las olivas. Con un hacha especial en forma de media luna se cortaban las vinazas que sobresalían por los laterales. Una vez prensadas las vinazas se obtenía el llamado vino de prensa.
alcanzar la viga. La tarea de prensado se realizaba idénticamente a cuando se prensaban las olivas. Con un hacha especial en forma de media luna se cortaban las vinazas que sobresalían por los laterales. Una vez prensadas las vinazas se obtenía el llamado vino de prensa.
== '''El hornillo y caldera =='''
Detrás de la prensa y junto a la pared se encontraba la caldera de cobre con un hornillo debajo. La caldera estaba puesta con albañilería a modo de cuadro o casetilla. Debajo de la caldera había un cenicero, una parrilla y una puertecilla de hierro.
A su vez, el agua hirviendo también era utilizada para echar a las tinas de piedra o depósitos del aceite recién prensado. La finalidad de echar a estas tinas un par de calderos con agua hirviendo era la de escaldar las madres del aceite que quedaban gordas consiguiendo que la hez se reposara en el fondo de la tina.
 '''Las tinas '''
Eran unos depósitos de piedra donde se recogía el aceite y agua procedente del prensado a través de dos canales. Estaban situadas al lado izquierdo de la prensa, a nivel inferior al de la mesa de piedra o tremis de la prensa. La capacidad de las tinas era de 20 cántaras.
A continuación, se procedía a «sangrar las tinas» cuando el aceite estaba en reposo. La operación consistía en quitar el tapón o taruguero que la tina poseía en su parte inferior haciendo descender el nivel de la tina como una cuarta (15 cm.). El agua de la parte inferior marchaba a través de un canal hasta los infiernillos. Y el aceite era recogido de la parte superior de la tina con el plato que poseía una asa en el centro. Del plato el aceite se echaba a la cántara o medida. Posteriormente, el aceite se transportaba a las casas en pellejos que tenían la piel de cabra por la parte interior.
== Los infiernillos ==
'''Los infiernillos''' Después de sangradas las tinas, el agua mezclada con algo de aceite iba a parar a través de un canal a los infiernillos, grandes depósitos de piedra subterráneos. En ellos se depositaba el agua de toda la campaña. Se encontraban en un cuarto que hay detrás de la prensa y hornillo. Los infiernillos eran una especie de lago de piedra subterráneo teniendo de profundidad un metro y medio aproximadamente. Eran dos infiernillos teniendo de capacidad entre los dos de unos 6.000 1l. La parte superior de los infiernillos estaba cubierta con tapaderas de madera.
Terminada la campaña de molienda de la oliva, el agua y aceite de los infiernillos se dejaba reposar durante un par de meses. En este tiempo las heces se depositaban en el fondo de los depósitos y el aceite flotaba en la parte superior. Entonces mediante un plato se cogía el aceite que se pudiera, llegando algún año a recoger hasta 30 cántaras de aceite. El aceite que se sacaba de los infiernillos era todo para el amo del trujal. Según dicho popular los infiernillos eran el infierno para los clientes y el cielo para el amo o propietario del trujal.
== '''El Trujal de Tomás Laguardia =='''
Se encuentra situado al final de la antigua c/ Cerrada, hoy c/ de Santa Alodia. El río Zampeo discurre muy de cerca del trujal por la parte oeste.
Este trujal perteneció a la familia de los Sáenz de Laguardia, siendo su último amo Tomás Laguardia, de quién ha quedado el nombre del trujal en la mente popular o colectiva del pueblo de Moreda.
El trujal formaba parte junto a una abejara muy antigua y a la casa de los Sáenz de Laguardia, sita en la Plaza del Doctor Manuel Alvarez, de una de las haciendas más ricas de la villa de Moreda. Según me cuenta su actual propietario, Javier Bujanda (informante de 67 años, labrador jubilado) cuando la familia de los Sáenz de Laguardia repartió la herencia entre sus hijos dio el mismo valor al trujal que a la casa con todas sus huertas y eras de alrededor. A este respecto hay que señalar que la casa es muy grande y  ENCUESTAS ETNOGRAFICAS DE CAMPO está construida con piedras de sillería luciendo en la fachada principal el escudo de armas de la familia de los Sáenz de Laguardia. Hoy el valor de la casa es enorme y, sin embargo, el del trujal escaso. Pero, hace décadas cuando la única industria agrícola de Moreda estaba en su máximo apogeo, el trujal de moler olivas tuvo el mismo valor e importancia que toda una casa señorial.
Informantes: Javier Bujanda, labrador jubilado de 67 años y propietario del trujal.
Julián Marauri Oraa de 65 años, Trujalero Mayor de dicho trujal.
 '''Los alorines '''
Eran departamentos de piedra situados en el cuarto de la prensa, a mano derecha del acceso en forma de arco de medio punto que comunica la prensa con el molino. En los alorines se recogían las olivas que los vecinos de Moreda traían a moler a dicho trujal. Las olivas eran transportadas en las caballerías hasta el interior del trujal. Existían varios alorines, echando cada vecino sus olivas en un determinado alorín.
=== '''El Trujalero Mayor ==='''
Era el encargado o persona de confianza del amo del trujal. Era designado por el propietario del trujal con la finalidad de que dirigiera el trabajo del trujal durante toda la campaña. Los vecinos de Moreda que llevaban sus olivas a moler ayudaban al trujalero mayor en lo que éste ordenase hacer.
=== '''El molino ==='''
Según se entra al trujal la primera habitación o cuarto que hay es la de la prensa. El molino se halla en una segunda habitación que comunica con la de la prensa a través de una antigua puerta de arco de medio punto, probablemente del siglo XVII.
Este molino ha estado funcionando hasta principios de la década de los años sesenta, moliendo los últimos anos solamente las olivas de la familia Bujanda.
=== La prensa de husillos ===
'''Aunque en La prensa de husillos'''el techo del trujal se observen restos del antiguo sistema de prensado mediante viga, los vecinos de Moreda en este trujal de Tomás Laguardia sólo han conocido el sistema de prensado mediante dos husos.
Aunque en el techo del trujal se observen restos del antiguo sistema de prensado mediante viga, los vecinos de Moreda en este trujal de Tomás Laguardia sólo han conocido el sistema de prensado mediante dos husos.  La prensa está formada por una gran estructura de piedra muy monumental. Una madera enormemente gruesa, colocada transversalmente en la parte superior de lado a lado, sujeta a dos husillos a modo de tornillos que suben y bajan cuando se acciona el sistema de prensado mediante un torno.  En el suelo de la prensa, medio metro más elevado que el del resto de la habitación, hay dos tremis de hierro uno por cada husillo. Antiguamente, existieron tremis de piedra. Sobre estos tremis de hierro se ponían los pies de capachos (en torno a los 20 capachos) y sobre éstos iban los marranos (maderos) necesarios hasta alcanzar los husos. Cada vez que se procedía a prensar se armaban dos pies ya que el número de husillos era de dos.
De cada huso partía un madero o palanca en dirección al torno, siendo más corto el de la izquierda que el de la derecha por tener el primero que hacer menos recorrido hasta hacer tope con la pared izquierda de la prensa. Estos maderos o palancas se unían con una cadena que tenía en sus extremos unas argollas que se introducían en dichos maderos. De la palanca izquierda, la más corta, partía una cadena de unos 5 m. de larga que estaba enganchada al torno.
Por cada jornada de trabajo se solían prensar 8 pies de capachos, cuatro por cada husillo.
== '''El horno y la caldera =='''
A mano derecha de la prensa existía un horno con una gran chimenea de la que colgaba el llar, cadena que sujetaba a la caldera de bronce donde se calentaba el agua que se echaba a los capachos en la segunda prensada. Como materiales de combustión se empleaban el huesillo obtenido de la oliva prensada y la leña de olivo.
Después del primer prensado se realizaba el trabajo llamado de descocar, consistente en ahuecar la pasta de la oliva recién prensada y en echar un caldero de agua hirviendo por cada capacho. A continuación, se volvía a prensar de nuevo accionando mediante el torno las palancas de los husillos hasta que hicieran quince veces tope con la pared izquierda de la prensa. De esta forma se daba por finalizada la segunda y definitiva prensada de la pasta de la oliva.
 '''Las tinas '''
El aceite obtenido del prensado era conducido de la boca o canal del tremis, a través de unos redajillos de madera, hasta unas tinas de piedra, las cuales poseían una capacidad de almacenaje hasta 20 cántaras.
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