La fiebre o calentura, sukarra

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los datos recogidos mayoritariamente atribuyen la fiebre a un proceso infeccioso del cuerpo humano. En Moreda, Valdegovía (A); Tiebas, Sangüesa y Viana (N) dicen que la fiebre viene cuando hay algo malo en el cuerpo y éste no funciona correctamente. Idéntica respuesta ofrecen las encuestas de Abadiano, Amorebieta-Etxano, Durango (B); Astigarraga y Beasain (G) donde señalan que la fiebre, sukarra, denota los altibajos del cuerpo y es indicativa de alguna anomalía, primer síntoma de algunas enfermedades o indicio de que algo en el organismo no marcha bien. En Oñati (G) y Sangüesa (N) los informantes coinciden en señalar que la fiebre es síntoma de alguna infección o de que se está incubando algún virus y en Elosua (G) constatan que la fiebre predice una enfermedad. En Liginaga (Z) la fiebre se atribuía a la fatiga. En Sangüesa se ha recogido que también puede causar fiebre el tener el estómago cargado.

En Astigarraga (G) se piensa que las personas nerviosas son más propensas a tener fiebre y de los informantes de Bernedo (A) se ha recogido la apreciación de que antaño no se sufría de fiebre como ahora. En Moreda (A) dicen que todos los males vienen del frío y la calentura es descrita por algunos encuestados como “unos bichos que hay en el cuerpo”.

En Goizueta (N), según se recogió en los años setenta, el origen de la fiebre se debía a causas varias, entre ellas las producidas por el mal funcionamiento del hígado[1]. En nuestra actual encuesta, la fiebre se considera el síntoma de un mal, cuanto más alta sea aquélla peor es la enfermedad. También los informantes de Obanos (N) confirman la creencia de que si la fiebre es alta se considera causada por enfermedad grave y de malas consecuencias y aseguran que en cualquier caso la fiebre alarma mucho. En Valle de Erro, en las personas mayores, ordinariamente, se consideraba síntoma de gripe y en los niños se achacaba a afecciones de garganta u oídos.

En Améscoa (N), en el barrio de Larraona, la fiebre no se tenía como efecto de la enfermedad sino que se debía a un “golpe de sangre” por haber comido demasiado o haber hecho un esfuerzo excesivo. El dato recogido en Eugi (N) es similar pues piensan que la fiebre, sukarra, es algo que tiene que ver con alteraciones de la sangre, al calentarse ésta o al engordar. También en Bedarona (B) se ha recogido el dato de que se decía que una persona tenía fiebre porque le había subido la sangre. En Heleta (BN) la fiebre, sukarra, se atribuía a la fuerte tensión de la sangre. En Donoztiri (BN) la fiebre, sukarra, se atribuía a la abcesión de sangre, odol-kolpea; había quienes, hacia el mes de marzo, se hacían sangría en un brazo con un cortaplumas a fin de evitar fiebres.


 
  1. Los datos referentes a la localidad de Goizueta (N) proceden tanto de nuestra encuesta de campo como del trabajo de Juan ORMAZABAL. “Datos para un estudio de la medicina popular en Goizueta (Navarra)” in AEF, XXV (1973-1974) pp. 371-386.