Cambios

Las bodas dentro del año

1 byte añadido, 06:08 17 abr 2019
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Según el Ritual Romano vigente hasta la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II se podía contraer matrimonio en cualquier tiempo y momento; sin embargo este mismo ritual indicaba que las solemnidades nupciales quedaban suprimidas durante el tiempo de Adviento y durante la Cuaresma. En el lenguaje popular se decía que durante estos dos periodos del año "estaban cerradas las velaciones". Las velaciones o solemnidades nupciales, de las que más tarde se hablará, incluían las bendiciones, la entrega simbólica de la esposa dentro de la misa nupcial así como la celebración del banquete (Rit. Rom. tit. 7, cap. 2, n° 18).
Esta prescripción, con alguna lenidad, estuvo vigente hasta los años setenta. Por esta razón apenas se celebraban antaño matrimonios durante estos tiempos litúrgicos que coincidían con el mes de diciembre -adviento- y con el inicio de la primavera -cuaresma-. A la hora de determinar la fecha del matrimonio se tenían en cuenta estas épocas del ano en que la Iglesia no permitía velaciones ni solemnidades nupciales. Así se constata en numerosas localidades: Amézaga de Zuya, Apodaca, Berganzo, Mendiola, Moreda-A; Durango, Nabarniz, Orozko, Zeanuri-B; Beasain, Telleriarte, Zerain-G; Hazparne-L; ArberatzeZilhekoaArberatze-Zilhekoa-BN; Allo, Goizueta, San Martín de Unx, Sangüesa-N.
La excepción se presentaba por razones extraordinarias como la de tener que emigrar a América o la preñez de la novia, casos estos que requerían un matrimonio de urgencia. Esto conllevaba que los casados en tiempos de restricción de solemnidades tuvieran que acudir de nuevo a la iglesia en fecha posterior para la "misa de velación" (Orozko-B). En Pamplona (N), según la encuesta de primeros de siglo, había parejas que se casaban en estos periodos pero tenían que volver a la iglesia una vez abiertas las velaciones, para completar con este rito<ref>EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona) IIDg1.</ref>.
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