Medidas ponderales

En el Valle de Carranza (B) se han recogido las siguientes medidas ponderales:

La carga era una unidad que se utilizaba para pesar[1] el carbón vegetal que se producía en los montes del Valle. Los informantes señalan que equivalía a unos 70 u 80 kg, o lo que es lo mismo dos sacos de carbón. En Zeanuri (B) la carga se correspondía con dos sacos de carbón de unos 40 kg cada uno. En Bera (N) la carga era la medida para la manzana, compuesta de tres sacos, más lo que se pudiera coger con las manos, tenía 75 kg. En Beasain (G) para las manzanas había una medida especial, que era del estilo de una cuba de madera troncocónica, con diámetro de base de unos 50 cm, boca superior de unos 40 y unos 130 de altura. Con esta cuba llena de manzana se llenaba un saco, y con seis sacos una carga, kargea. En Hondarribia (G) una medida de antaño era la karga que se correspondía con 6 sacos de 50 kilos cada uno, es decir 300 kilos. Había unidades inferiores como media carga, karga-erdia, etc. En Viana (N) se llamaba carga al peso que podía transportar un animal y equivalía en trigo a unos 108 kilos. En un apartado posterior se describe también la carga como medida de capacidad para áridos.

El quintal es una medida ponderal cuyo uso es recordado por los informantes de cuando acudían a comprar cal a la cantera en la que utilizaban un carpancho o cesto como medida, que cargado pesaba los 48 kg que constituían un quintal. En Abadiño (B) la cal se vendía por quintales. El quintal equivale a 4 arrobas, es decir 50 kg, pero en lugar de pesar la cal se usaba un cesto cuya capacidad equivaliera y con esos cestos se cargaba el carro. En Zeanuri (B) el quintal, kintela, es una medida que equivale a dos fanegas, es decir 184 libras, y se destinaba a la medición de la cal. También en Bedarona (B) se ha recogido el quintal, kintxela, como unidad para pesar la cal.

En Sara (L) saskia significa cesto, era empleado para medir la cal y tiene una capacidad de 50 kilos de este producto. Orga es el carro, como unidad de medida de cal, es la carrera de 14 cestos.

La arroba equivalía a 11.5 kg; un informante señala que la de Carranza era de 12.5 kg. Se empleaba para calcular el peso de los chones o cerdos. Cuando se vendían se trataba de un peso en vivo, pero también se empleaba con los animales sacrificados. En Abadiño, AmorebietaEtxano, Ajangiz, Ajuria, Gautegiz Arteaga y Nabarniz (B) se ha recogido la medida ponderal arroba que equivale a doce kilos y medio y se utilizaba y aún se utiliza cuando se habla del peso de los cerdos. En Zeanuri (B) y en Berastegi (G) la arroba, arroa, equivale a 25 libras. También en Abezia, Berganzo, Bernedo, Moreda, Treviño y La Puebla de Arganzón (A) se ha consignado el empleo de la arroba = 11.5 kg.

Relde/ralde[2] equivalía a 5 kg de un animal vivo. Se empleaba fundamentalmente para medir el peso del ganado bovino, en especial para el de monte o monchino y más concretamente para los toros, a menudo los que se utilizaban en los cosos del Valle de Carranza (B). El cálculo se solía realizar a ojo en el propio monte y los entendidos se aproximaban al peso real con bastante precisión. Con el ganado de casa, en cambio, el peso se calculaba en cuartas mediante el uso de la cuerda tal y como ya se ha descrito. También en Abadiño, AmorebietaEtxano, Ajangiz, Ajuria, Gautegiz Arteaga, Nabarniz, Zeanuri (B) y Berastegi (G) se utiliza erraldea, equivalente a cinco kilos y se emplea referido al peso del ganado vacuno.

En Zeanuri (B) las medidas ponderales usadas han sido: ontzea, la onza, la unidad mínima, dos onzas hacen 50 gramos. Libria, la libra, que equivale a 17 onzas, es decir, 488 gramos y liberdia que es la media libra. Erraldea vienen a ser 10 libras.

Pisua eta pisuak. Zeanuri (B). Fuente: Ander Manterola, Grupos Etniker Euskalerria.

En el Valle de Carranza (B) la libra todavía se utilizaba con relativa normalidad en los años 1980, con una equivalencia de alrededor de medio kilo, unos 470 gramos. Era habitual su uso en la compra de carne en las carnicerías. También se asocia a la compra de chocolate en tabletas. En Abadiño (B) indican que la libra, que equivale aproximadamente al medio kilo, es una medida que se usa cada vez menos. En Bernedo y en Treviño y La Puebla de Arganzón (A) también se ha constatado el empleo de la libra con una equivalencia de 0.46 kg.

En Beasain (G) señalan que las unidades ponderales se empleaban con los animales. Hasta la segunda década del siglo XX, a cuyo inicio se implantó obligatoriamente el Sistema Métrico Decimal, la unidad de peso era la libra, estando después la arroba y el quintal. Los tratos de compraventa de ganado vivo se hacían, y continúan haciéndose, en la unidad llamada erraldea que equivale a cinco kilogramos.

En Hondarribia (G) las medidas ponderales que se usaban antiguamente eran: el quintal, kintala (50 kg), la arroba (12.5 kg) y el erraldea (5 kg). El erralde era una medida de peso usada solamente para la carne, equivalente a 10 libras.

En Telleriarte (G) antiguamente las medidas de peso utilizadas eran: arroba, libra, y ontza. El peso del ganado vacuno se calculaba en erraldes, hoy día se utiliza preferentemente el kilogramo como unidad de peso.

En Améscoa (N) las medidas ponderales usadas han sido la arroba, la libra y la onza. Una arroba contenía 36 libras y la libra 12 onzas. Un kilogramo equivale a 2.688 libras.

En Obanos (N) señalan con carácter general que se siguen utilizando algunas medidas del sistema tradicional de Navarra que muchos jóvenes ya no conocen, pero que los informantes las utilizan con normalidad. Las medidas ponderales son el quintal (44.66 kg), la arroba (13.392 kg) y la libra (0.372 kg).

En San Martín de Unx (N) se utilizaba la libra que tenía 12 onzas y equivalía a 0.372 kg. La libra carnicera era de 36 onzas y la de pescado de 18. Se contaba también por medias libras. El cuarterón era la cuarta parte de la libra. La docena, múltiplo de la libra, equivalía a 12 libras, 4464 kg. La arroba, múltiplo de la libra, equivale a 36 libras primas o tres docenas, es decir, 13.392 kg y el quintal que equivalía a 120 libras primas, o sea 44.66 kg.

En Viana (N) la carne, por ejemplo, se compraba por libras, una libra equivalía a 0.372 kilos, una libra carnicera tenía 36 onzas. Una cuarterón de carne equivalía a 1/8 de kilo y constituía una ración diaria para hacer el puchero en el campo. La arroba navarra pesaba algo más de 13 kilos; la riojana 11.5 kilos, de ahí el dicho: “Para comprar arrobas en Navarra, para vender en La Rioja”, por la ganancia que ello conllevaba.

En el Valle de Carranza (B) el cuarterón equivale a 250 gramos. Antaño el tabaco se compraba por cuarterones. De hecho llamaban cuarterón a un pequeño paquete de picadura para liar cigarrillos. El café también se adquiría por cuarterones. Algunos informantes indican que además de por libras la carne también se compraba en las carnicerías por esta unidad inferior. Un informante señala que esta medida se utilizó también para comprar pimentón y cree recordar que equivalía a 125 gramos.

En Moreda (A) entre las medidas de peso históricas conocidas pero que hoy día no tienen vigencia se encuentran: el cuarterón, medio cuarterón de hoja de lata equivalente a dos onzas, media ochaba, libra, cuartillo de tierra para la taberna, pesante y medio pesante. El pesillo de la villa lo tenía el rebotiquero. El cuarterón equivalía a medio cuarto de kilo, o sea 250 gr.

En Bernedo y en Treviño y La Puebla de Arganzón (A) hay constancia del empleo de la onza que equivale a 1/16 de la libra y el adarme a 1/3 de la onza. En el Valle de Carranza (B) la onza es una medida de peso recordada por alguna informante, pero desconoce su equivalencia.

En Berastegi (G) las unidades de peso son librerdia, 250 gramos; libra, 500 gramos y kiloa, el kilogramo. Para las transacciones de manzana, sagarra, antaño se utilizaba un recipiente cónico llamado sagar-neurria, en el que cabían cinco kilos de fruto.

En Argandoña (A) hoy día las medidas ponderales que se usan son el kilogramo y la tonelada.

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También hay cuantificaciones distintas a las descritas. Es común al hablar de huevos referirse a ellos en docenas (o en medias docenas), así se dice una docena, docena y media, dos docenas, etc. Con las plantas adquiridas en semilleros o de producción doméstica ocurre algo similar, se habla en otras unidades, siendo los ejemplos más claros los de las plantas de pimientos y tomates, en cuyos casos se usa el ciento: medio ciento, un ciento, ciento y medio, etc.

En el Valle de Carranza (B) se han consignado estas otras: la jícara es una taza más bien pequeña que se utilizó en el menaje de tiempos pasados, se empleaba como unidad de referencia a la hora de sembrar los nabos. Se estimaba que la cantidad de simiente que contenía este recipiente era la necesaria para sembrar un obrero de tierra.

Senacada es la cantidad, normalmente de alguna fruta, que puede almacenarse entre la camisa y el cuerpo, naturalmente con la falda de la camisa introducida por dentro del pantalón: “Ha ido a ver las ovejas y ha traído una senacada de castañas”.

Haldada es lo que cabe en el halda, es decir, la cantidad que una mujer con delantal podía cargar en este doblado hacia arriba y sujetado por ambos picos.

Utensilios de pesaje


 
  1. Utilizamos peso en vez de masa por ser el primer concepto el empleado por los informantes, el de masa es desconocido por ellos.
  2. En la bibliografía se pueden encontrar las voces arrelde, erralde, relde y ralde. “Así se llamaba en Vizcaya esta unidad de peso, aplicada al ganado en vivo, que parece ser derivación de erralde y de arrelde”. Manuel BASAS. Antiguos sistemas de pesos y medidas. Bilbao: 1980, pp. 36, 49. Dice este mismo autor que el arralde burgalés en tiempos de Alfonso X tenía 10 libras. Azkue recoge en su diccionario la voz erralde como común de Bizkaia y Gipuzkoa, peso de diez libras.