Nuevo ritual del bautismo

El nuevo ritual del bautismo de niños, vigente desde el año 1970, ha suprimido gran parte de los antiguos ritos que provenían del periodo del catecumenado conservando y adecuando los referidos propiamente al bautismo.

Según las nuevas disposiciones postconciliares el bautismo se ha de conferir en domingo, día en que la Iglesia celebra el misterio pascual y en una celebración común para todos los niños que han nacido recientemente. Los bautizos tienen lugar, generalmente, dentro de la misa dominical.

A esta celebración acude toda la familia; padre, madre, hermanos e incluso abuelos y parientes así como amigos y vecinos de la familia participando todos ellos activamente en la ceremonia.

Antes del bautismo los padres suelen asistir en la parroquia a una pequeña catequesis en la que se les explica la significación y las exigencias del bautismo. En el nuevo ritual los padres han desplazado a los padrinos a un papel secundario; son ellos juntamente con éstos los que presentan al niño para ser bautizado.

La ceremonia se inicia en las puertas de la iglesia donde aguardan los padres y padrinos con el niño. El sacerdote revestido con alba y estola acude allí y tras una breve alocución interroga a los padres por el nombre elegido para el niño; y les pregunta qué piden a la Iglesia para este niño.

Esta primera ceremonia termina haciendo el sacerdote, y tras él los padres y los padrinos, la señal de la cruz en la frente del niño.

Una vez en la iglesia tiene lugar la liturgia de la Palabra; se leen textos de la Sagrada Escritura apropiados al momento a los que sigue la homilía del sacerdote.

En la oración de los fieles en la que se pide por los bautizandos participan con sus respuestas todos los asistentes. Viene a continuación una oración de exorcismo y la unción prebautismal en el pecho del niño con el óleo de los catecúmenos.

Seguidamente tiene lugar la bendición del agua que se empleará en el bautismo, las tres renuncias y la profesión de la fe que hacen los padres y los padrinos en nombre del niño.

Inmediatamente antes de proceder al bautismo el celebrante pregunta: ¿ Queréis que vuestro hijo N. sea bautizado en la fe de la iglesia que todos juntos acabamos de profesar? A lo que responden: Sí queremos. Sostenido en brazos por los padres el niño es bautizado.

Los ritos que siguen son los mismos que en el antiguo ritual; el niño recibe la unción con el santo crisma, se le impone la vestidura blanca y el padre o el padrino recibe una vela que ha sido encendida en el cirio pascual, significando la luz de Cristo.

Unción con el crisma. Bilbao (B). Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.

Luego el sacerdote toca con el dedo pulgar los oídos y la boca del niño pidiendo a Dios que estén abiertos para oír la palabra de Dios y dispuestos a proclamar la fe.

El rito del bautismo termina recitando al pie del altar el padrenuestro todos los asistentes juntamente con el sacerdote.

Seguidamente el sacerdote bendice de un modo particular a la madre que tiene en sus brazos al niño. Esta bendición viene a suplir la antigua práctica de la entrada de la parturienta en la iglesia.