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En cuanto a las pipas de yeso, éstas eran blancas, de pequeñas dimensiones, con la boquilla larga y la cazuela pequeña, y muy frágiles. Se rompían con facilidad al caer al suelo y al terminar de fumar se debían mantener en la mano un rato pues si se enfriaban bruscamente se partían. Las pipas de yeso se llevaban debajo de la ''txapela ''o en el bolsillo del chaleco. Se limpiaban calentándolas en la brasa, ''txingarra, ''y con un palito de brezo, ''iñarra, ''se les quitaba la nicotina.
[[File:1.193 Fumando en pipa de yeso. Iparralde.jpg|center|framecenter|600px|Fumando en pipa de yeso. Iparralde. Fuente: Gure Herria. Bayonne, 1921.]]
Las boquillas, al igual que las pipas, se fabricaban con distintos materiales: