Presagios de muerte

Los comportamientos anómalos de algunos animales domésticos se han considerado indicadores de la cercanía de la muerte. En un tomo anterior dedicado a los ritos funerarios se trató extensamente este asunto de los presagios de muerte. Allí se recogió abundante información sobre la importancia del aullido lastimero del perro, del canto del gallo si éste se oía de noche o a deshora o del comportamiento extraño del ganado de la casa. Cuando ocurría lo señalado con el gallo, en algunas localidades, para deshacer el mal, sacrificaban el animal o lo vendían, también los había que arrojaban un puñado de sal al fuego.

Seguidamente se recogen algunos datos sobre estos presagios que no fueron recopilados en el tomo citado.

En Valcarlos (N) existe la creencia de que si el gallo canta tres veces a deshora en casa de un enfermo grave, es señal de defunción inmediata. La misma interpretación dan al ladrido lúgubre del perro en casa de un enfermo. Y es que se consideran igualmente tutelares, o guardianes de casa, los perros y el gallo.

En Bera (N) se creía que el canto del gallo a deshora era de mal agüero. En Otxandio (B), que si a las doce en punto de la medianoche o del mediodía canta el gallo, alguien moriría en un entorno de una media legua[1]. En Ursuaran (G), que si las gallinas empezaban a cantar moriría alguien en casa[2].


 
  1. Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 108.
  2. Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 111.