Diferencia entre revisiones de «Protegerse con la teja. Teila buruan»

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En Amezketa (G) y en Baztan (N) cuando a la madre le era imprescindible salir de casa, solía poner una teja en la cabeza y bajo ella, como si no hubiera salido de casa, cumplía con sus quehaceres<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 342.</ref>.
 
En Amezketa (G) y en Baztan (N) cuando a la madre le era imprescindible salir de casa, solía poner una teja en la cabeza y bajo ella, como si no hubiera salido de casa, cumplía con sus quehaceres<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 342.</ref>.
  
[[File:6.54 Mujer con teja. (Azkue. Euskalerriaren Yakintza 1935).jpg|frame|Mujer con teja. (Azkue. Euskalerriaren Yakintza, 1935). Fuente: Azkue, Resurrección M.ª de. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, Espasa Calpe, 1935.]]
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[[File:6.54 Mujer con teja. (Azkue. Euskalerriaren Yakintza 1935).jpg|center|600px|Mujer con teja. (Azkue. Euskalerriaren Yakintza, 1935). Fuente: Azkue, Resurrección M.ª de. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, Espasa Calpe, 1935.]]
  
 
En Urdiain (N) la mujer solía tener dispuesta la teja junto a la puerta durante su periodo claustral para poder salir con ella sobre la cabeza a la fuente o a otros menesteres. Sin embargo el ir y venir más allá de la puerta, siempre que fuera bajo el alero, no se consideraba como una salida de la casa<ref>José M.ª SATRUSTEGUI. ''Euskaldunen seksu bideak''. Oñati, 1975, p. 184.</ref>.
 
En Urdiain (N) la mujer solía tener dispuesta la teja junto a la puerta durante su periodo claustral para poder salir con ella sobre la cabeza a la fuente o a otros menesteres. Sin embargo el ir y venir más allá de la puerta, siempre que fuera bajo el alero, no se consideraba como una salida de la casa<ref>José M.ª SATRUSTEGUI. ''Euskaldunen seksu bideak''. Oñati, 1975, p. 184.</ref>.

Revisión del 07:16 15 abr 2019

Durante este periodo de reclusión, si la mujer se veía en la necesidad de salir fuera de casa para tender la ropa, recoger leña o ir al huerto o al corral debía hacerlo con la cabeza cubierta con una teja tomada de su propio tejado, manteniéndola de ese modo hasta entrar nuevamente en la casa.

Esta antigua práctica es reflejo de una mentalidad según la cual el todo está representado por la parte, en este caso la casa por el techado y éste por la teja, de manera que mientras la mujer permanece bajo una teja no rompe la prescripción que le prohibe salir de casa.

Una informante de Zerain (G) a la pregunta del significado de esta costumbre respondió: "Etxeko tellatu barruun gendela este gendun... " (Creíamos que nos manteníamos debajo del tejado de la casa).

Barandiarán recogió en Sara (L) una creencia popular que atribuía a esta costumbre una significación religiosa: Ama Berjinak berrogei egunez ebili zuela teila buruan erraten duce elizan sartu artean (Cuentan que la Virgen María llevó teja en la cabeza durante cuarenta días antes de entrar en la iglesia)[1].

Este recurso a la teja ha sido constatado en numerosos pueblos de Gipuzkoa: Beasain, Bidegoian, Elgoibar, Elosua, Ezkio, Gatzaga[2], Getaria, Hondarribia, Oñati y Zerain.

En Elosua (G) se mantuvo hasta mediados del presente siglo. Una informante de esta localidad, nacida en 1911, señalaba: Elizan sartzea juun bittartian ez giñun eukitzen etxetik irtetzerik. Umian arropa ortuan sikatzen egonda jasotzera juun aurretik, amak esaten zian: "Artuizu tallia buruan'; ta alaxe eitten neban, esku batekin tallia ta bestiakin arropak jaso. (Antes de ir a la iglesia a hacer la entrática no podíamos salir de casa para nada. Para ir a recoger la ropa del niño que estaba secándose en la huerta, mi madre me decía: "Ponte la teja sobre la cabeza", y así lo hacía, con una mano sostenía la teja y con la otra recogía las ropas).

En Elgoibar (G) esta costumbre se practicaba en los caseríos. Se ponía especial cuidado en que la teja no cayera al suelo mientras se permaneciera fuera de casa.

En Amezketa (G) y en Baztan (N) cuando a la madre le era imprescindible salir de casa, solía poner una teja en la cabeza y bajo ella, como si no hubiera salido de casa, cumplía con sus quehaceres[3].

Mujer con teja. (Azkue. Euskalerriaren Yakintza, 1935). Fuente: Azkue, Resurrección M.ª de. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, Espasa Calpe, 1935.

En Urdiain (N) la mujer solía tener dispuesta la teja junto a la puerta durante su periodo claustral para poder salir con ella sobre la cabeza a la fuente o a otros menesteres. Sin embargo el ir y venir más allá de la puerta, siempre que fuera bajo el alero, no se consideraba como una salida de la casa[4].

También se ha constatado esta práctica en las localidades navarras de Goizueta y Otxagabia; además de en Artajona, donde estaba en uso a finales del siglo pasado, Améscoa[5], Aranaz[6], y Mezkiriz (N)[7].

En Izpura (BN) se decía que la parturienta no debía salir de su casa antes de hacer el rito de entrada en la iglesia por lo que para realizar las labores fuera del hogar, en el corral por ejemplo, debía proteger la cabeza con una teja o con un trozo de pizarra, ardoise, permaneciendo de este modo bajo techado.

Según Veyrin[8] y Thalamas Labandibar[9] esta costumbre se practicó tanto en Lapurdi como en Baja Navarra y Zuberoa.

En Bizkaia no se ha registrado esta costumbre y en Alava únicamente se ha constatado en Apellániz[10].

También antaño en Gatzaga (G) cuando la puérpera tenía necesidad de salir de casa se ponía sobre la cabeza una teja y de esta manera podía moverse con toda libertad sin infringir el precepto. En esta localidad la teja fue posteriormente sustituida por un pañuelo que, colocado sobre la cabeza y anudado bajo la barbilla, llegaba a cubrir casi toda la frente[11]. La misma costumbre de cubrirse la cabeza con un pañuelo, mantón o mantilla se ha recogido en Arrasate (G).

En Altzai (Z), según relató a Barandiarán un informante de Liginaga, era costumbre que en el tiempo que mediase entre el parto y la bendición post parturn la madre llevara su muñeca izquierda rodeada de candelilla bendita[12].


 
  1. José Miguel de BARANDIARAN. "Bosquejo etnográfico de Sara, (VI)" in AEF, XXIII (1969-1970) p. 104.
  2. Pedro M.ª ARANEGUI. Gatzaga: Una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX. San Sebastián, 1986, p. 61.
  3. Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 342.
  4. José M.ª SATRUSTEGUI. Euskaldunen seksu bideak. Oñati, 1975, p. 184.
  5. Luciano LAPUENTE. "Estudio etnográfico de Améscoa" in CEEN, III (1971) p. 142.
  6. Luis Pedro PEÑA SANTIAGO. "Apuntes etnográficos de Aranaz" in AEF, XIX (1962) p. 128.
  7. En Mezkiriz (N) según Perpetua Saragueta; "Lenago berrogei egunez etzekote uzten etxetik ateratzen eta atarira bakarrik balín baze ere buruan tela bat /aratu hearzue; nik ikusi izen dut neure izeba bat neure aite eta ama baño adin gexagokoa; acure galdera anitzekin iakin nue oraiño etzela garbitue nere izeba jendeain altzinean. Orduen ez nue ulertu eta araño kostatzen zaide" (Antaño no se permitía a la parturienta salir de casa durante cuarenta días, y aunque saliera solamente al portal tenia que llevar la cabeza cubierta con una teja, yo he visto hacer esto a una tía mía algo mayor que mi padre y mi madre; con mis muchas preguntas llegué a saber que mi tía todavía no estaba purificada ante la gente. Entonces no lo entendía y todavía hoy me cuesta entenderlo). Vide: "Mezkirizko etxe-barnea" in AEF, XXXI (1982-1983) p. 42.
  8. Philippe VEYRIN. Les basques de Labourd, de Soule et de Basse Navarre leur histoire et leurs traditions. Bayonne, 1943, p. 263.
  9. Juan THALAMAS LABANDIBAR. "Contribución al estudio etnográfico del País Vasco continental" in AEF, XI (1931) p. 20.
  10. Gerardo LOPEZ DE GUEREÑU. "Apellániz. Pasado y presente de un pueblo alavés" in Ohitura, 0 (1981) p. 161.
  11. Pedro M.ª ARANEGUI. Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX. San Sebastián, 1986, p. 61.
  12. José Miguel de BARANDIARAN. "Materiales para un estudio del pueblo vasco: En Liginaga (Laguinge)" in Ikuska. N° 10-13 (1948) p. 81.