Diferencia entre revisiones de «Raquitismo»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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== Ntra. Sra. de Arrate. Eibar (G) ==
  
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Las criaturas raquíticas eran llevadas al santuario de Arrate en Eibar; las ponían sobre el altar, encendían dos velas y rezaban a la Virgen que allí se venera; le daban a besar la cruz del mismo altar<ref>José Miguel de BARANDIARAN. “Las Iglesias” in ''Eusko Folklore. Materiales y Cuestionarios'', LX. Vitoria: 1926, p. 46.</ref>.
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== Santa María Magdalena de Lamindano. Dima (B) ==
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Para la curación de los niños raquíticos, tardos en aprender a hablar, a andar, o con algún otro impedimento en el desarrollo de sus facultades se pedía la mediación de la Virgen que se venera en la ermita de Santa María Magdalena, popularmente ''Madalena'', de Lamindano en Dima. Llevaban también allí a los niños considerados rebeldes para que fueran bendecidos. Antaño entregaban como limosna el trigo equivalente al peso del pequeño.
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== Santa Magdalena. Atharratze (Z) ==
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En Zuberoa los familiares en cuya casa había algún niño enfermo acudían a la ermita de la Magdalena, ''Maidalena'', situada en un monte próximo a Atharratze: llevaban dos camisas del infante; una la dejaban allí y la otra, después de haberla frotado contra la imagen de la santa, la traían a casa y se la ponían al enfermo<ref>José Miguel de BARANDIARAN. Voz ''Maidalena-Magdalena'' in ''Diccionario Ilustrado de Mitología Vasca. Obras Completas''. Tomo I. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1972.</ref>.
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== Otros lugares de peregrinación ==
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Para pedir la salud de los niños, acudían las madres a la ermita de San Antonio de Abiña en Sukarrieta y a la de San Pedro de Boroa en Amorebieta (B) donde se rendía culto a la imagen de San Pelayo a la que se hacía la petición y se le ofrendaban gallos.
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En el altar de Ntra. Sra. de Zikuñaga de Hernani (G), comúnmente conocida como ''Zikuñagako Ama Birjiña Beltza'', se colocaba boca abajo a los niños enfermizos. Tras rezar una oración, se introducía la cabeza del niño en una oquedad junto al altar mientras se recitaba un Credo<ref>José A. LIZARRALDE. ''Andra Mari. Semblanza religiosa de la provincia de Guipúzcoa''. Bilbao: 1926, p. 64.</ref>.
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En la ermita de San Jacinto de Xemein (B) se pedía la intervención del santo para la curación de la parálisis y para que los niños crecieran con normalidad.
  
  

Revisión del 10:02 3 jul 2019

Ntra. Sra. de Arrate. Eibar (G)

Las criaturas raquíticas eran llevadas al santuario de Arrate en Eibar; las ponían sobre el altar, encendían dos velas y rezaban a la Virgen que allí se venera; le daban a besar la cruz del mismo altar[1].

Santa María Magdalena de Lamindano. Dima (B)

Para la curación de los niños raquíticos, tardos en aprender a hablar, a andar, o con algún otro impedimento en el desarrollo de sus facultades se pedía la mediación de la Virgen que se venera en la ermita de Santa María Magdalena, popularmente Madalena, de Lamindano en Dima. Llevaban también allí a los niños considerados rebeldes para que fueran bendecidos. Antaño entregaban como limosna el trigo equivalente al peso del pequeño.

Santa Magdalena. Atharratze (Z)

En Zuberoa los familiares en cuya casa había algún niño enfermo acudían a la ermita de la Magdalena, Maidalena, situada en un monte próximo a Atharratze: llevaban dos camisas del infante; una la dejaban allí y la otra, después de haberla frotado contra la imagen de la santa, la traían a casa y se la ponían al enfermo[2].

Otros lugares de peregrinación

Para pedir la salud de los niños, acudían las madres a la ermita de San Antonio de Abiña en Sukarrieta y a la de San Pedro de Boroa en Amorebieta (B) donde se rendía culto a la imagen de San Pelayo a la que se hacía la petición y se le ofrendaban gallos.

En el altar de Ntra. Sra. de Zikuñaga de Hernani (G), comúnmente conocida como Zikuñagako Ama Birjiña Beltza, se colocaba boca abajo a los niños enfermizos. Tras rezar una oración, se introducía la cabeza del niño en una oquedad junto al altar mientras se recitaba un Credo[3].

En la ermita de San Jacinto de Xemein (B) se pedía la intervención del santo para la curación de la parálisis y para que los niños crecieran con normalidad.


 
  1. José Miguel de BARANDIARAN. “Las Iglesias” in Eusko Folklore. Materiales y Cuestionarios, LX. Vitoria: 1926, p. 46.
  2. José Miguel de BARANDIARAN. Voz Maidalena-Magdalena in Diccionario Ilustrado de Mitología Vasca. Obras Completas. Tomo I. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1972.
  3. José A. LIZARRALDE. Andra Mari. Semblanza religiosa de la provincia de Guipúzcoa. Bilbao: 1926, p. 64.