Remedios

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

Para la curación de los orzuelos se ha recurrido a remedios tanto empíricos como creenciales. Estos últimos han estado ampliamente difundidos. Se observa también que los distintos remedios son contrapuestos porque unas veces lo que se recomienda es aplicar frío y otras calor.

Entre los empíricos destaca el humedecer el orzuelo con el agua resultante de haber preparado una infusión de manzanillas (Valdegovía-A; Carranza, Durango, Orozko-B; Astigarraga, Beasain, Bidegoian, Hondarribia, Oñati-G; Aoiz, Eugi, Goizueta, Sangüesa, Tiebas-N).

En Arraioz (N) cuando se siente que va a aparecer el orzuelo, antes de que salga el granito, se lava con agua de manzanilla; se considera un remedio buenísimo. En Obanos (N) cuando está crecido se cura con manzanilla templada.

Además del agua de manzanilla también se han recogido otros remedios. En Valdegovía (A) dicen que se debe lavar con agua de rosas, en Lekunberri (N) con una infusión de hojas de rosas rojas y en Donoztiri (BN) con una infusión de hojas de zarzamora. En Oñati (G) con txu-barua, saliva en ayunas y en Berastegi (G) con saliva del mismo paciente. En Obanos (N) con agua con sal y en Aoiz (N) con agua boricada.

En Goizueta (N) para reblandecerlo se le ponía encima corteza de pan mojada en la espuma de la leche o un trozo de cebolla ablandada al fuego. En Agurain (A) cataplasmas de migas de pan con leche caliente o templada. En Obecuri (A) se aplicaba una sopa de pan y vino. En Goizueta (N) se calentaba harina de maíz, se introducía en una bolsa de tela y se colocaba en el ojo.

En Agurain (A) y Viana (N) fomentos de agua caliente para que madurase. En Abadiano y Gorozika (B) se frotaba con mucho cuidado con un trapo limpio empapado en agua hirviendo. En Murchante (N) aplicaban guataplasma, algodón comprado en la farmacia, humedecido en agua muy caliente o en manzanilla. En Bedarona (B) también se hacía madurar aplicando calor. En Amorebieta (B) se tapaba hasta que reventase a causa del calor.

Otros preferían colocarse en el orzuelo un huevo de gallina recién puesto o recurrir a los baños de mar. En Pipaón (A) se cogía del nidal un huevo recién puesto y por lo tanto caliente y se pasaba por el orzuelo.

En Apodaca (A) lo curaban con piel de cebolla tapándolo por la noche. En Amorebieta-Etxano (B) aplicaban una gasa con grasa de cerdo, de ese modo se ablandaba y desaparecía. En Elgoibar (G) colocaban en el ojo un higo abierto por la mitad y lo sujetaban mediante un pañuelo negro. En San Martín de Unx (N) se aplicaba un engrudo de harina y agua en una muñequilla de paño.

En Berganzo (A) en invierno se untaba con nieve; también se quemaba con alcohol o se le ponía un ajo. En Arrasate (G) emplastos de flor de saúco. Una vez reventado el orzuelo aplicaban emplasto de arcilla unos días más. También una gota de ricino para curar los orzuelos incipientes. En Sangüesa (N) igualmente aceite de ricino teniendo cuidado de que no penetrase dentro del ojo.

En cuanto a los remedios de naturaleza creencial ya hemos indicado antes que tienen una amplia difusión. Básicamente se ha recurrido a dos: la aplicación de un objeto metálico que esté frío, normalmente una llave grande, y la de un anillo que previamente se haya calentado por frotamiento. En este sentido ambos remedios tienen un componente empírico, cual es la aplicación de calor o frío, al igual que hemos visto en los ejemplos precedentes.

Aplicación de una llave de hierro

El remedio más difundido ha sido el de pasar por el orzuelo una llave de hierro que esté fría (Agurain, Pipaón, Ribera Alta, Vitoria[1]-A; Muskiz-B; Arrasate, Zerain-G; Allo, Arraioz, Izal, Lezaun, San Martín de Unx, Sangüesa-N).

Pero no valía una llave cualquiera, debía de ser grande (Mendiola-A, Carranza-B, Berastegi-G). Algunos informantes precisan que se trataba de llaves de antiguas cerraduras por su considerable tamaño. En Obanos y Tiebas (N) una de las que tenían las casas de los pueblos porque estaban siempre frías y aliviaban mejor las molestias. En Lekunberri (N) una oxidada y vieja, generalmente del portón de la casa. En Obecuri (A) la de la cerraja de la puerta de casa; en Bedarona (B) la del caserío; en Muskiz (B) la del portal. En Murchante (N) una llave de cañón de hierro, los otros tipos no servían para este fin.

Algunos informantes de Lekunberri anotan que la operación debía realizarse con una llave roñosa y fría tras limpiar el orzuelo con manzanilla.

En Oñati (G) como estas llaves ya no eran de uso corriente recurrían a la de la iglesia.

Previamente a su uso, debía dejarse por la noche al sereno en una ventana, y al día siguiente por la mañana pasarla por el ojo afectado (Amézaga de Zuya, Berganzo, Bernedo, Mendiola, Moreda, Obecuri, Pipaón, Ribera Alta-A; Carranza, Durango, Orozko-B; Berastegi-G; Izurdiaga, Murchante, Tiebas, Viana-N). En Aoiz (N) se obraba así porque existía la creencia de que el frío matinal era muy beneficioso para esta enfermedad.

En Elgoibar (G) la llave que antaño se ponía al sereno para curar el orzuelo hoy en día se aplica después de enfriarla en el frigorífico.

En Carranza precisan que se debía pasar la llave tres veces en cada ocasión y que la operación se repetía tantos días como fuese necesario. En los años veinte del siglo pasado también se recogió en esta localidad que se debía pasar siete veces[2]. En Ribera Alta (A) durante nueve veces; en Viana (N) tres noches seguidas; en Berganzo (A) dos o tres veces; en Moreda (A) varios días y en Mendiola (A) varias veces al día. En Agurain (A) se aplicaba al notar los primeros síntomas.

En vez de llave también se ha empleado otro objeto metálico. En Carranza (B) algunos empleaban la mano de un almirez, un cuchillo o un simple hierro; en Pipaón (A) el mango de una cuchara; en Muskiz (B) una cucharilla; en Aoiz (N) una cucharilla o una alianza; en Valdegovía (A) el canto de una moneda; en Ribera Alta (A) e Izurdiaga (N) un hierro frío y en Amézaga de Zuya (A) cualquier objeto de metal.

Aplicar una alianza de oro

El otro remedio consistía en pasar por el orzuelo una alianza de oro que estuviese caliente; para ello se frotaba contra la ropa (Carranza-B, Sangüesa-N). En Lekunberri (N) se recurría igualmente a un anillo de oro previamente calentado. En Elosua (G) también se pasaba un anillo que debía ser de oro.

En Vasconia continental había que frotar el orzuelo con el anillo de una mujer casada; también pasar por el párpado nueve veces el anillo conyugal de una viuda[3]. En Donibane-Garazi (BN) se obraba de este último modo[4]. En Aoiz (N) únicamente una persona asegura que este mal se cura con una llave caliente.

En Azkaine (L) se recogió una práctica que parece unir las dos anteriores ya que consistía en frotar el anillo o empuñadura de una llave, gako baten erreztuna, sobre un paño y luego apretarlo sobre la hinchazón del ojo.

En Sangüesa (N) se enterraba sal debajo de unas piedras y el primero que pasase por el lugar cogía para sí el mal del orzuelo quedando libre del mismo el que lo había padecido hasta entonces.


 
  1. LÓPEZ DE GUEREÑU, “La medicina popular en Álava”, cit., p. 264.
  2. Recogido por Manuel LÓPEZ: LEF. (ADEL).
  3. THALAMAS LABANDIBAR, “Contribución al estudio etnográfico...”, cit., pp. 61-62.
  4. AZKUE, Euskalerriaren Yakintza, I, op. cit., p. 77.