Sierras de Aizkorri y Aralar

En las sierras de Aizkorri (G) y Aralar (G y N) los rebaños permanecen en los pastos estivales durante seis meses, de mayo a octubre. La subida a los montes tiene como fecha central la festividad de la Invención de la Santa Cruz (3 de mayo). La estancia se prolonga hasta que el pasto otoñal desciende o hasta que comienzan las nevadas no más allá de Todos los Santos (1 de noviembre). No obstante la bajada suele hacerse de forma escalonada entre el día de la Virgen del Pilar (12 de octubre) y dicha fecha. Los rebaños de las áreas más altas del Aizkorri (Urbia y Oltza) emprendían el regreso a los valles templados hacia finales de octubre; los de las laderas bajas retrasaban esta marcha lo más posible, hasta bien entrado noviembre.

En los pastos de invierno los pastores permanecían los seis meses restantes. No obstante, los que antaño hacían la trashumancia a los pastos vizcainos de la costa partían en octubre y regresaban en Navidades, tras el nacimiento de los corderos, para poder atenderlos mejor durante el período de cría. Es ésta una costumbre que estuvo extendida desde el País Vasco hasta la comarca catalana del Ripollés[1].

En Ernio e Izarraitz (G) el pasturaje estival se extiende de marzo a noviembre.


 
  1. Ramón VIOLANT I SIMORRA. El Pirineo español. Barcelona, 1986, p. 417.