Tengo una muñeca

Las niñas dan vueltas agarradas de la mano mientras cantan[1]. Al final del juego las participantes de ordinario se colocan de cuclillas o se arrodillan.

La canción que viene a continuación es muy común. Ha sido recogida en Amézaga de Zuya, Artziniega, Gamboa, Mendiola, Narvaja, Pipaón, San Román de San Millán (A), Amorebieta, Bilbao, Carranza, Durango, Getxo, Zeanuri (B), Allo y Obanos (N):

Tengo una muñeca
vestida de azul,
con su camisita
y su canesú.
La saqué a paseo
se me constipó,
la metí en la cama
con mucho dolor.
Esta mañanita
me dijo el doctor,
que le dé el jarabe
con el tenedor.
Dos y dos son cuatro
cuatro y dos son seis,
seis y dos son ocho
y ocho dieciséis.
Y ocho veinticuatro
y ocho treinta y dos,
ánimas benditas
me arrodillo yo.
TENGO UNA MUÑECA (Durango-B)

En algunas de las localidades encuestadas cambian algunas palabras o suprimen algunas de las estrofas. En Apellániz y Narvaja (A) dicen, «chaqueta encarnada con su canesú» y en Salvatierra (A) y Carranza (B), «con zapato blanco y su canesú».


 
  1. Esta letrilla se utilizaba también para saltar a la cuerda. Así se ha constatado en Durango (B) y Zerain (G).