Diferencia entre revisiones de «Trastornos del sueño»

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Revisión actual del 07:37 5 jul 2019

El trastorno del sueño que afecta a los niños inquieta a los padres. Barandiaran recogió la existencia en la mentalidad popular de un genio denominado bildur-aizea, “aire tremebundo”, que hace soñar y a veces oprime el pecho de las personas que duermen[1].

A los niños aquejados de insomnio se les lleva a ermitas y santuarios que están bajo las advocaciones de San Juan Bautista, San Bartolomé o San Mamés.

San Juan de Gaztelugatxe. Bermeo (B)

Invocando a San Juan en Gaztelugatxe se creía que se ahuyentaban los sueños perniciosos y el sonambulismo. Tras rezar las oraciones en su interior, es costumbre voltear la campana adosada a la pared exterior del templo implorando:

Doniene Gaztelugatxeko
geure Zerutar Zaindaria
zeugana nator, ni, jauna,
zeure laguntza eskatzera.
Nire ames txarrak kendu
ta nire gaba baketu.
(San Juan de Gaztelugatxe / nuestro valedor celestial, / vengo a vos, señor, / en busca de vuestra ayuda. / Quitadme mis sueños malos / y que mi noche sea tranquila).

Esta práctica está todavía vigente. Se dice en Bermeo que para que la cura sea total se han de hacer tres visitas a la ermita en tres viernes consecutivos. Su efecto es mayor si el primero de éstos coincide con el día de San Juan Bautista.

En Nabarniz (B) a los niños que soñaban mucho y padecían pesadillas, sus madres les llevaban a esta ermita el día de su festividad, 29 de agosto. El rito consistía en trazar sobre la frente del niño la señal de la cruz con el agua bendita y el aceite de la ermita; para que surtiera efecto había que realizarlo durante tres años consecutivos.

También se acude para librarse de malos sueños y pesadillas a las ermitas vizcainas de San Juan de Gorozika, situada dentro del municipio de Ondarroa, a la de San Juan Degollado de Murelaga y a la de Amalloa.

San Juan de Olaberria (G)

Tanto en Zerain como en Beasain (G), hasta la década de los sesenta, se ha mantenido la tradición de llevar a los niños que soñaban con frecuencia a la parroquia de Olaberria a sacar los Evangelios (Ebanjelioak atara). Una limosna, que en los años sesenta ascendía a dos pesetas por cada uno, era la cantidad que la madre entregaba al párroco, quien imponía los Evangelios y entregaba el kutun o escapulario para colocárselo al niño. En Bidegoian (G) a los niños que soñaban se les llevaba a la parroquia del pueblo y el cura les entregaba el kutuna.

Ermitas de San Bartolomé

En la ermita de San Bartolomé de Geldos (B), además de la curación del insomnio y de las pesadillas, se le pedía al santo que el niño no orinase en la cama. Yendo a esta ermita durante tres años consecutivos en el día de su fiesta, 24 de agosto, se obtiene el remedio para estos males. Tras rezar las oraciones, se besaba la mano del santo y se daban tres vueltas alrededor de la ermita con el niño que padecía de insomnio. En ocasiones, los afectados de sonambulismo acudían en peregrinación con velas encendidas.

San Bartolomé de Geldos. Zamudio (B). Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa: José Ignacio García Muñoz.

En Busturia y en Bedarona (B) a los niños afectados de sonambulismo o de malos sueños se les llevaba a las ermitas locales de San Bartolomé. También en Durango (B) antaño se acudía con el mismo fin a la desaparecida ermita de San Bartolomé cuya imagen se conserva en una hornacina acristalada situada en la fachada del caserío que lleva su nombre en el barrio Intxaurrondo de esta villa.

En Lemoiz (B) para prevenir los malos sueños acudían a la iglesia parroquial de Gatika el día de la festividad de San Bartolomé (24 de agosto), oían misa y a su término besaban la imagen del santo, ofreciendo una limosna.

En Álava llevaban a los niños que tenían miedo desde Okariz a la ermita de San Bartolomé de Albeniz[2]; en Navarra los espantadizos y cuantos padecían de insomnio recurrían a la ermita de San Bartolomé de Rocaforte, cerca de Sangüesa (N).

Oratorio de San Bartolomé. Sangüesa (N)

En Rocaforte, antigua Sangüesa la Vieja, se halla el Oratorio de San Bartolomé. Dice la tradición que San Francisco de Asís plantó allí una morera. Las hojas de este árbol tuvieron en siglos posteriores fama de curar las llagas y otros males.

Actualmente se conserva el tronco seco de una morera, desgastado por haber arrancado los devotos innumerables astillas que las utilizaban como talismanes. Hasta mediados de este siglo, cuando algún niño sufría miedo, al entrar en lugares oscuros, le colocaban una bolsita con una de estas astillas alrededor del cuello, a modo de escapulario. Protegido por esta reliquia, dejaba de tener miedo y “se curaba de espanto”.

La poesía que sigue, recogida a una anciana, alude a la curación de espanto y al patrocinio de San Bartolomé contra la piedra, rayo y mal parto. La ermita de San Miguel a la que hace referencia se halla muy cerca del Oratorio.

San Bartolomé glorioso
con el diablo fuerte y poderoso.
San Bartolomé se levantó
pies y manos se lavó
y a Jesucristo encontró.
¿Dónde vas Bartolomé?
A tu casa y a tu mesa
que yo te daré faldón
donde quiera que tú estés.
No caiga piedra ni rayo
ni mujer muera de parto
ni criatura de espanto.
Adiós San Miguel Arcángel
grande amigo sois de Dios
todas las almas cristianas
os encomiendan a Dios.
Nosotros encomendamos las nuestras
para que las entreguéis a Dios.

San Mamés. Zamudio y Kortezubi (B)

Para librarse de los malos sueños, amets txarrak, también se acudía a ermitas que se encuentran bajo la advocación de San Mamés. Entre ellas están San Mamés en Zamudio y San Mamés en Kortezubi. Una vecina de la ermita de Santimami de Zamudio nos recitó esta fórmula oracional:

San Mames, San Mames
gaur gabean egingo amets.
Ona bada, bi egin partez
eta txarra bada, aldrebes.
(San Mamés, San Mamés / esta noche tendré sueños. / Si (el sueño) fuera bueno que se doble. / Y si fuera malo, al revés (que se acorte).

Un verso similar recogió Barandiaran en Kortezubi en el segundo decenio del siglo XX:

San Ames,
bart ein dot amets.
Ona bada, bion aldez,
txarra bada, bejoa artez[3].
(San (M)amés (ames=sueño) / Anoche he soñado. / Si es bueno, (sea) en beneficio de ambos, / si es malo, vaya rápidamente).

En Abadiano (B) también recurrían a San Mamés para no tener pesadillas.

En el Goierri guipuzcoano para librarse del insomnio se recitaba una oración similar dirigida a Santa Inés:

Amandre Santanes,
Bart egin det ames,
Onez edo gaitzez.
Egin badet gaitzez,
Biur egidazu onez[4].
(Abuela Santa Inés, / Anoche he soñado, / Por fortuna o por desgracia. / Si lo he hecho por desventura, / Vuélvemelo en ventura).

Los sonámbulos y los que tenían pesadillas acudían a Santa Inés de Iraeta (G).

Virgen de Uba, Altza y Santa Marina, Asteasu (G)

En Astigarraga y Altza (G) para tener buenos sueños se acude a la Virgen de Uba de esta última localidad; la denominan popularmente Lo Oneko Ama Birjiña en su calidad de protectora del buen dormir y abogada contra los malos sueños. También se recurre con igual finalidad a Santa Marina en Asteasu. Peña Santiago recogió los siguientes ritos populares que se practicaban en la festividad de esta ermita: “...llegan especialmente muchas madres con sus hijos en brazos; lo hacen para ponerlos a los pies de la imagen y orar por su salud, para protegerles de los malos sueños (amets gaiztoak). Aparte de la bendición de los pequeños, también es frecuente ver a la gente meter la cabeza en un agujero que existe en el altar; dicen que con ello los adultos curan también de los malos sueños y del insomnio. Para ello rezan un credo cuando tienen la cabeza en el agujero, y, al terminar la oración se santiguan”[5].

Virgen de Uba, Lo oneko Ama Birjiña. Altza (G). Fuente: Antxon Aguirre, Grupos Etniker Euskalerria.

San Miguel Bekoa, Errezil. San Esteban, Bergara. San Isidro, Oñati. San Pelayo, Zarautz (G) y Lekunberri (N)

A la ermita de San Miguel de Errezil acud ían las madres y hacían en ella la presentación de los niños llorones. También lo hacían en la de San Esteban de Bergara y ante la imagen de Santa Catalina que se venera en la de San Isidro de Oñati. A la ermita de San Pelayo en Zarautz se lleva a los niños enfermos y en particular a los llorones. Se les ponía sobre el altar, se rezaban unas oraciones y se dejaba una limosna.

  • San Miguel Bekoa. Errezil (G). Fuente: Antxon Aguirre, Grupos Etniker Euskalerria.
  • Ermita de San Pelayo. Bakio (B). Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa: José Ignacio García Muñoz.

En Lekunberri los informantes recuerdan cómo en tiempos pasados las madres del Valle de Larraun acudían a las fiestas que se celebran el 16 de junio, festividad de San Pelayo. Uno de los días de fiestas era el dedicado por el párroco a recibir en la iglesia a las madres con sus hijos para proceder a la lectura de los Evangelios. Este rito garantizaba que los niños tuviesen buenos sueños, sin pesadillas, durante todo el año. Esta costumbre dejó de practicarse en los años setenta.


 
  1. José Miguel de BARANDIARAN. Voz bildur-aize in Diccionario Ilustrado de Mitología Vasca. Obras Completas. Tomo I. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1972.
  2. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. “Calendario Alavés. Vida, usos, costumbres, creencias y tradiciones” in BISS, XIV (1970) p. 273.
  3. Telesforo de ARANZADI et alii. “Exploraciones de la caverna de Santimamiñe” in OO.CC. Tomo IX. Bilbao: 1976, p. 7.
  4. José Miguel de BARANDIARAN. Voz bildur-aize in Diccionario Ilustrado de Mitología Vasca. Obras Completas. Tomo I. Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1972.
  5. Luis Pedro PEÑA SANTIAGO. Las Ermitas de Guipúzcoa. San Sebastián: 1975, pp. 61-62.