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Paisaje agrario de Gipuzkoa

No hay cambio en el tamaño, 14:49 1 mar 2018
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La primera depresión a destacar es la de Beasain-Bergara, a continuación de la cual, recorrida por el río Errezil, se extiende otra a través de Azpeitia y Azkoitia hasta llegar a Zumaia. El sector costero o septentrional está formado por tierras bajas junto a los cursos fluviales, que constituye lo que se conoce como Beterri gipuzkoano de una orografía menos complicada que la de las tierras altas o Goierri.
 
Por consiguiente, la descripción del territorio se podría resumir señalando que lo conforman tres zonas: el Beterri o tierras bajas, constituido por el corredor del bajo Oria y Zarautz que se abre en Oiartzun. Una segunda zona más accidentada, alternando con corredores como los de Zumarraga, Legazpi, Beasain y Azpeitia, y la zona montañosa meridional donde como se ha señalado se alcanzan los picos más elevados. Tradicionalmente en Gipuzkoa se han podido distinguir siete comarcas: Donostialdea, Bidasoa, Deba Behea, Deba Garaia, Urola-Kosta, Goierri y Tolosaldea. El territorio cuenta con villas pobladas que constituyen los núcleos de las distintas comarcas.
[[File:FIGURA.png|RTENOTITLE_FIGURA]]
 
Por consiguiente, la descripción del territorio se podría resumir señalando que lo conforman tres zonas: el Beterri o tierras bajas, constituido por el corredor del bajo Oria y Zarautz que se abre en Oiartzun. Una segunda zona más accidentada, alternando con corredores como los de Zumarraga, Legazpi, Beasain y Azpeitia, y la zona montañosa meridional donde como se ha señalado se alcanzan los picos más elevados. Tradicionalmente en Gipuzkoa se han podido distinguir siete comarcas: Donostialdea, Bidasoa, Deba Behea, Deba Garaia, Urola-Kosta, Goierri y Tolosaldea. El territorio cuenta con villas pobladas que constituyen los núcleos de las distintas comarcas.
La unidad de explotación agraria ha sido el caserío y aunque las dimensiones de sus tierras son variadas, la superficie media es de aproximadamente seis Ha, estando repartida entre heredades, huerta, prados y manzanal. La mayor parte de las explotaciones tienen una dimensión inferior a 5 ha (aproximadamente el 36 %), un porcentaje importante disponen de entre 5 y 10 ha (26 %), en tanto que las comprendidas entre 10 y 50 ha representan el 25 %, las que rebasan esta última cifra son el 13 %. Se alternan campos abiertos con campos cerrados, estos últimos sobre todo donde hay ganadería. En torno a los principales núcleos de población suelen encontrarse pequeños huertos dedicados al consumo familiar.
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