Cambios

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Será la primera dentición, ''lehenengo txantxurrak, ''la que marcará la transición hacia una nueva etapa. Cambiarán los hábitos alimentarios del niño y comenzarán sus iniciaciones en el andar, en el hablar. Sus primeros pasos autónomos así como la articulación de sus primeras palabras serán motivo de fiesta y de alegría en casa; todas las iniciaciones y progresos del niño obligan a jugar a sus cuidadores y esta etapa continuará en tanto le duren los dientes de leche.
[[File:6.1_Ceremonie_des _relevailles_Toile_de_Enrique_Melida_1872_Musee_Bonnat_Bayonne.png|framecenter|600px|''Cérémonie des relevailles.'' Toile de Enrique Mélida, 1872. Fuente: Musée Bonnat. Bayonne.|class=nofilter]]
La caída de éstos tendrá lugar a los seis o siete años y marca el inicio de una nueva categoría de edad que se conoció como la del "uso de razón"; la actividad propia de esta etapa será el juego socializado. Era a partir de esa edad cuando se imponía de modo natural la separación de sexos en la mayoría de los juegos. La actividad lúdica se complementa con una actividad escolar que en el transcurso de los años vino a ser gradualmente más intensa.
La indumentaria para acceder a este rito ha tenido características oscilantes. Desde la tercera década del siglo se fueron generalizando en las niñas vestidos y velos blancos largos, a manera de novias y flamantes trajes de marineros o almirantes en los niños. En los años sesenta y setenta las autoridades parroquiales trataron de poner freno a lo que se interpretaba como un dispendio en el vestir; se comenzó a hacer la primera comunión con túnicas iguales para todos o con ropa de calle. La experiencia tuvo poco éxito; han vuelto los trajes blancos o cada familia actúa con plena libertad.
[[File:6.3_Bautizo_Oleo_de_Enrique_Nieto_Ulibarri_1912_Diputacion_Foral_de_Bizkaia.png|framecenter|600px|''Bautizo''. Oleo de Enrique Nieto Ulibarri, 1912. Fuente: Diputación Foral de Bizkaia.|class=nofilter]]
Desde tiempos antiguos y hasta los años setenta la Confirmación, ''Sendotza, ''se recibía a edad indeterminada. Por tratarse de un sacramento cuya impartición estaba reservada al obispo, éste lo administraba cuando acudía a la localidad en visita pastoral, acontecimiento que ocurría muy espaciadamente. Nuestras encuestas recogen este acto cuando todavía concentraba a niños y a jóvenes, a recién nacidos y a adultos.
Cuando los desplazamientos se hacían a pie la comitiva se encaminaba desde la iglesia a la casa o al establecimiento donde se iba a celebrar el banquete de bodas. A veces se incorporaba a este cortejo el carro de boda, ''eztai-gurdia, ''con el arreo y el ajuar. Más frecuentemente, sin embargo, este transporte del arreo se hacía algunas fechas antes o después del casamiento.
[[File:6.4_Boda_en_Begoña_Oleo_de_Francisco_de_Mendieta_1607_Diputacion_Foral_de_Bizkaia.png|framecenter|600px|''Boda en Begoña''. Oleo de Francisco de Mendieta, 1607. Fuente: Diputación Foral de Bizkaia.|class=nofilter]]
La exposición del contenido del arreo era antaño un acto ceremonioso; una mujer, y a veces la misma costurera que había intervenido en su confección, era la encargada de hacer en voz alta, con asentimiento y comentarios irónicos de los presentes, el recuento pormenorizado de las prendas y de los objetos aportados. Este ceremonial junto con el banquete de boda o tornaboda formaba parte de los ritos de entrada en el nuevo hogar, ''etxe-sartzea.''
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