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Rondas nocturnas

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En tiempos pasados existió la costumbre, más común en los pueblos navarros y alaveses, de que los chicos rondasen a las mozas.
:''ya viene la luz del día''
:''descubriendo nuestras faltas.''
 
[[File:6.153 Mozas con sarmientos para la merienda. Laguardia (A).jpg|center|600px|Mozas con sarmientos para la merienda. Laguardia (A). Fuente: Recuerdos de Laguardia. Imágenes de un pueblo. Diputación Foral de Alava.]]
En Apellániz las vísperas de fiesta los mozos salían de ronda con guitarras y bandurrias y algunas veces acompañados por el gaitero. Cantaban delante de las casas en las que moraran mozas casaderas y cada chico solía aprovechar las rondas para insinuar su preferencia por la moza que mejor le pareciese. Las jóvenes, agradecidas, solían echarles dinero y con él celebraban una merienda. Unos versos eran obsequiosos y cariñosos, mientras que otros criticaban con mala intención. Varios procedían sin duda de los arrieros que pasaban y se hospedaban en la villa. Señalamos a continuación una selección de coplas recogidas por López de Guereñu<ref>Gerardo LOPEZ DE GUEREÑU. “Apellániz, pasado y presente de un pueblo alavés” in ''Ohitura'', 0 (1981) pp. 201-203.</ref>:
En Aoiz las visitas nocturnas a las mozas solteras se efectuaban especialmente los sábados y los festivos, y en muchas ocasiones tras cenas o celebraciones. Entrada la noche y cerrados los bares los chicos salían a la calle e iban a la casa de la chica que querían visitar; se colocaban bajo la que suponían era la ventana de su habitación y comenzaban a cantar. Siempre existió en Aoiz mucha afición a la música, por lo que era fácil encontrar en cada cuadrilla varios miembros que supiesen tocar la guitarra, ''el ''laúd, el acordeón o la trompeta. Las rancheras, pasodobles o canciones típicas de la zona eran las tonadillas preferidas, y los textos reflejaban los sentimientos a transmitir: una declaración de amor o la pena del desamor, como la que comenzaba diciendo:
:"''Ya sé que estás en la cama,''
:''ya sé que durmiendo no...''".
Aunque no era costumbre que la moza saliera a la ventana, reconocía las voces de los chicos y se imaginaba cuál de ellos le dedicaba la canción. Sólo en ocasiones bajaba a la puerta a ofrecerles pastas y moscatel. También era frecuente que al amanecer fuesen a cantar las mañanitas y que alternaran éstas con poesías dedicadas a las mozas. Estas visitas, muy frecuentes en la primera mitad de este siglo, fueron desapareciendo con el paso del tiempo, pero aún se siguen realizando por San Isidro y por las fiestas patronales. Los mayores creen que la costumbre se está perdiendo porque las chicas llegan a casa tan tarde como los chicos.
 
[[File:6.154 Canto de la jota. Navarra 1935.jpg|center|600px|Canto de la jota. Navarra, 1935. Fuente: Espel, Carlos, Arana, Victor. El País Vasco. 1955.]]
En Allo unas veces por su cuenta y otras formando cuadrilla y acompañándose de instrumentos músicos, los mozos rondaban las casas de las chicas solteras para cantarles jotas. Las letras de las canciones eran alusivas al momento. Una informante manifiesta que un mozo que había querido tratar con ella le cantó en cierta ocasión:
:''Te traigo una serenata,''
:''solamente para ti.''
 
 
 
 
 
 
 
 
Las rondas se celebraban los domingos, pero en los años cuarenta se trasladaron a los sábados. Esta tradición perduró hasta finales de los sesenta.
En Ochagavía (Valle de Salazar) una informante recuerda las rondas que en su juventud se efectuaban los sábados, siendo el texto de una de las coplillas:
:''En esta calle que vamos '':''hay un charco y no ha llovido, '':''son lágrimas de Joaquina, '' :''porque Alfredo ya se ha ido. ''
En cambio a una joven que se atrevió a insultar a los mozos le cantaron:
:''Somos los arrierazos '':''y a ti te compararemos '' :''con las mulas de Aragón. '' En Lezaun la víspera de las fiestas patronales de San Pedro y de las "fiestas chiquitas" de Santa Bárbara, se les "daba música" a las mozas. Estas rondas se efectuaban cuando oscurecía, recorriendo todas las casas donde hubiera solteras entre quince y treinta años. Iban todos los mozos del pueblo, acompañados de la música contratada para las fiestas, y en cada casa cantaban jotas. Recibían a cambio un pan especial elaborado por las mozas. Además de en las dos fechas señaladas, había domingos del año en que algunas cuadrillas salían individualmente a  "dar música" a las mozas. En estos casos había quien echaba algo y quien no.
En IzalLezaun la víspera de las fiestas patronales de San Pedro y de las "fiestas chiquitas" de Santa Bárbara, después de una cena animadase les "daba música" a las mozas. Estas rondas se efectuaban cuando oscurecía, recorriendo todas las casas donde hubiera solteras entre quince y treinta años. Iban todos los mozos acostumbraban a salir por todo el del pueblo , acompañados de la música contratada para las fiestas, y en cada casa cantaban jotas. Recibían a cambio un pan especial elaborado por las casas mozas. Además de en las dos fechas señaladas, había domingos del año en que hubiera algunas cuadrillas salían individualmente a "dar música" a las mozas se paraban a cantar, era la ''ronda. ''Los días elegidos eran los de fiesta grande En estos casos había quien echaba algo y los domingos, en especial en veranoquien no. Entonaban sobre todo
En Izal, después de una cena animada, los mozos acostumbraban a salir por todo el pueblo y en las casas en las que hubiera mozas se paraban a cantar, era la ''ronda''. Los días elegidos eran los de fiesta grande y los domingos, en especial en verano. Entonaban sobre todo jotas que dedicaban a las mozas.
En Viana las visitas nocturnas de los mozos a las solteras se hacían los sábados o las vísperas de fiestas, saliendo de ronda con guitarras y otros instrumentos de cuerda y algún cantador de jotas, algunas de cuyas letras hacían alusión a la novia o moza. En Sangüesa las vísperas de fiesta los mozos, formando rondalla, también iban de ronda a cantar a las chicas.
En Obanos las canciones de las rondas hacían alusión a las relaciones y a la forma de ser de la moza pudiendo llegar a ser ofensivas si eran cantadas por novios despechados. En esta localidad navarra los mozos aprovechaban el día de ronda para robar bizcochadas o tarteras de comida puestas "al sereno", con lo que organizaban una buena merienda o cena. Los hombres casados recuerdan con complacencia cuanto engulleran a costa de las rondas, las cuales dejaron de celebrarse en los años sesenta.
En Mezkiriz era costumbre que los mozos cantaran diversas canciones a las chicas del pueblo los domingos y días festivos por la tarde<ref name="ftn12">Perpetua SARAGUETA. "Mezkirizko “Mezkirizko etxe-barnea" barnea” in AEF, XXXI (1982-1983) p. 43. </ref>.
En algunas ocasiones se prohibieron las rondas, especialmente si tenían lugar por la noche. En San Martín de Unx las visitas nocturnas estaban prohibidas por el ayuntamiento por lo que los mozos iban de ronda por las casas de las mozas en los días festivos después de misa mayor y antes de comer, para obligar con sus jotas a que las mozas salieran al balcón. Estas ofrecían a sus admiradores pastas con vino.
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