Para elaborar el pan, ''ogiaren egiteko'', se mezclaba la harina de trigo con agua y un poco de sal. Se obtenía una masa, ''pasta'', se trabajaba con tesón sobre la artesa, ''aska'', y se le añadía la levadura, ''altxagarria'', para que fermentara, ''altxatu''; había quienes metían la masa en la cama para que el calor la hiciera fermentar.