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Hortalizas subterraneas rec

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En Ustárroz, Isaba y Urzainqui (N) la patata recogida a finales de agosto suponía un trabajo duro ya que se hacía a mano con la azada de dos púas o ''aitzurrotxa. ''Tras amontonarla había que limpiarla de tierra y ponerla en un lugar seco protegido del sur.
[[File:8.151 Patata ateratzen. Zeanuri (B) 1979.jpg|center|600px|Patata ateratzen. Zeanuri (B), 1979. Fuente: Ander Manterola, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Aoiz (N) la patata se recogía antes de que comenzase el invierno, hacia septiembre y octubre. Se empleaba la mano de obra familiar y en la parte más septentrional también asalariada dada la extensión de los patatales. El modo empleado hasta los años 1960 fue manual, extrayendo la patata después de levantar la tierra que la cubría y echándola en ''terreros, ''canastos. Después se descargaba en un carro para trasladarla al almacén de la casa.
En Carranza y en Urduliz (B) a la hora de recogerlas se sacan surcos alternos; luego se hace una segunda pasada y se extraen las de los surcos que han quedado. En Urduliz si es para guardarlas en el camarote, se cosechan a finales de julio o primeros de agosto. Si se quiere patata nueva, se va sacando previamente a medida que se consume.
[[File:8.152 Sacando patatas. Argandoña (A) 2003.jpg|center|600px|Sacando patatas. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Abadiño (B) las patatas se recogen en agosto, se introducen en sacos y se llevan al camarote, donde se dejan extendidas para que se sequen. Una vez secas pueden almacenarse en sacos.
En Berastegi (G) solo hay pequeños predios dedicados a la patata para el consumo casero y poco más. Se sacan en la huerta, ''baratza, ''valiéndose de la azada, ''atxurra, ''se recogen en una cesta, ''otarra, ''y se llevan al desván, ''ganbara, ''para depositarlas en el suelo.
[[File:8.153 Recogiendo patata. Argandoña (A) 2003.jpg|center|600px|Recogiendo patata. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Ajangiz (B) se ha recogido que la patata tarda en madurar unos tres meses, de forma que si se siembra en abril, se cosecha a finales de julio o en agosto. En Gautegiz Arteaga (B) la patata se recoge en los meses de mayo y junio.
Cuando las patatas a recoger son pocas los propios miembros de la familia son los encargados de la recolección. No obstante, lo habitual es contratar cuadrillas de temporeros, entre seis y doce obreros, que recogen varios surcos a la vez. Estos temporeros cobran a destajo, es decir, por kilos recogidos. Para comprobar el peso de lo cosechado el agricultor presenta los justificantes que se expiden en la báscula del pueblo, ya que en todos existe una para vehículos que se utiliza cada vez que se dirige un remolque a descargar al almacén. Ha sido y es muy recurrida la contratación de familias gitanas, en las que todos los miembros: —hombres, mujeres, jóvenes y ancianos— trabajan tanto recogiendo patatas como ayudando a preparar la comida o a lavar la ropa. Si proceden de un lugar cercano, los temporeros se trasladan cada día en sus vehículos; si no es así, se les habilita alguna dependencia en la casa del agricultor o cercana a ella, con servicios mínimos de cocina, agua, aseos y camas. También se contratan cuadrillas de hombres del sur de España. En estos últimos años se está generalizando recurrir a temporeros de otros países, entre ellos Portugal, Marruecos, Argelia, además de Sudamérica o incluso de Europa del Este.
[[File:8.154 Descargando patata en el remolque. Argandoña (A) 2003.jpg|center|600px|Descargando patata en el remolque. Argandoña (A), 2003. Fuente: Juan José Galdos, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
Con la introducción de máquinas cosechadoras el agricultor evita los servicios de los temporeros, cada vez más costosos. Realiza una fuerte inversión en dicha máquina con la intención de amortizarla en el menor número de campañas posibles. Todo depende del precio de la patata cosechada que fluctúa mucho de una campaña a otra, estando a la baja en los últimos años. Las cosechadoras de patatas pueden ser de dos tipos: automotrices o tiradas por tractor. En los dos casos solo arrancan una fila cada vez, lo que ralentiza la labor, compensada económicamente con la eliminación de mano de obra. La máquina cosechadora arranca la planta y dispone de unas mesas donde dos o tres obreros separan las patatas buenas de las malas, de las piedras y de otros elementos desechables. Las patatas seleccionadas van a parar a una gran tolva que cuando se llena se descarga directamente en el remolque tirado por el tractor que se coloca a su lado. Los remolques se trasladan al almacén cercano a la casa, donde se vacían. Utilizando el volquete, el remolque se vuelca sobre una pequeña cinta transportadora con forma de embudo que elimina la tierra que acompaña a las patatas. Después, otra larga cinta transportadora las acumula en grandes montones. Como las patatas quedan amontonadas durante el otoño y gran parte del invierno, se disponen tubos introducidos bajo el montón que insuflan aire fresco directamente desde el exterior del almacén o ayudados por grandes ventiladores. Si las patatas van a permanecer amontonadas durante varios meses y son para consumo, es decir, para comer y no para semilla de siembra, se les suele aplicar una capa superficial de polvos que conservan el fruto por más tiempo y en gran medida frenan deterioros como las arrugas o ralentizan la germinación prematura o aparición de pugas.
En Muez y Ugar (N) para la recolección de los ajos se cava en la tierra y se sacan las cabezas; antiguamente se enristraban para ponerlos a secar.
[[File:8.155 Tipula ateratzen. Abadiño (B) 2005.jpg|center|600px|Tipula ateratzen. Abadiño (B), 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
En Carranza (B) los ajos se suelen arrancar en julio a pesar de lo que dice el refrán "Por san Pedro [29 de junio] /arranca el ajo y pon el puerro". En todo caso no se pueden cosechar cuando aún tienen las hojas verdes. Se considera que se deben dejar madurar en la tierra hasta que se le seque la parte aérea. La mayor o menor celeridad en este proceso depende de las condiciones atmosféricas.
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