Orientación al sur
En Apodaca (A), en la zona rural, las casas están orientadas al mediodía; dan al camino principal que va de este a oeste. En Moredaestán agrupadas en torno a la iglesia, mayoritariamente en dirección al mediodía. En Añana (A) están situadas detrás de la sierra que queda al norte y orientadas hacia el sur, mirando al Valle Salado. En Apellániz (A) miran al sur mayoritariamente y también al este. En Gorriti (A) tienen, en general, la fachada principal mirando al sur, y correspondiendo a uno de los lados más cortos del rectángulo que forma su planta, llamada orobe.
En Valdegovía (A) la puerta principal está orientada al sur, la cocina suele dar al norte para el secado de las matanzas, por la chimenea para la salida de humos y la conservación de alimentos en las fresqueras. Como la mayoría de los pueblos son de trazado lineal, las casas se construían a ambos lados de la carretera, con preferencia del lado norte sobre el sur, por ello las situadas al norte tienen la puerta principal al sur y viceversa, las situadas al sur de la carretera, que son pocas, abren al norte o al este.
En el Valle de Zuia (A) están generalmente orientadas al sur, también las hay al sureste y al suroeste, muy raramente al norte. En parte viene condicionado por la situación de cada pueblo, por ejemplo, Markina y Zarate que están situadas en las faldas del Gorbeia, miran al sur. En Treviño y La Puebla de Arganzón las casas separadas están orientadas mayoritariamente al mediodía.
En Gorozika (B) la mayor parte miran al sur. Sólo algunas tienen la fachada al norte ya que la carretera general ha determinado su orientación. En el núcleo tampoco la orientación es totalmente sur porque viene obligada por la agrupación en torno a la iglesia. En Kortezubi# el portal mira al mediodía, “al sol de las once” dicen los naturales. Son raras las ventanas que miran al norte o al noroeste. En Abadiño (B) las casas se construían orientadas al sur y cuando esta pauta no se cumplía se solía decir: ori euzkijje sartu eta gero eiñiko etxie dok (esa casa la construyeron después de la puesta del sol).
En Bermeo (B) la mayoría de las casas de zona rural, para protegerse de los vientos dominantes que soplan del noroeste y del norte, tienen la fachada principal orientada al sureste. Con el fin de proteger la fachada norte, algunos caseríos tienen plantados chopos y pinos en esa zona. En Andraka (B) la mayor parte tiene la fachada orientada al sudeste y por consiguiente la trasera al nordeste, no obstante un reducido número lo hace al sudoeste y algunas al este y al sur. En Zeberio (B) al ir a construir se buscaba primero la orientación del terreno; la mayoría de las fachadas están orientadas al sur, sureste y este[1].
En Beasain (G) la mayoría de los caseríos de la zona rural están orientados hacia el sur o el sureste. De igual forma en zona urbana las casas de una hasta cuatro viviendas que, por su menor tamaño, han sido levantadas más separadamente que las grandes construcciones de viviendas por pisos, están casi todas orientadas hacia el sur.
En las zonas rurales de Deba-Mutriku (G) las fachadas miran generalmente al sur o al este, incluso la cocina y los dormitorios ocupan las zonas sur o este en las enclavadas en laderas orientales de montaña, y sur u oeste en las que ocupan ladera occidental. Parece –concluye Barandiaran– que se ha ido buscando luz y calor.
En Ezkio-Itsaso (G) las más antiguas tienen la fachada orientada al mediodía. Las habitaciones de las que están en las vertientes septentrionales, laiotza, de las montañas miran al sur y al este; y las que están en las vertientes meridionales, eutara, al sur y al oeste. Los caseríos situados en los altos miran al este, al oeste y al suroeste.
En Berastegi (G) la fachada principal de las casas de labranza da al este-sudeste. La orientación es algo que se tiene muy en cuenta, hay dos barrios o ballarak que se llaman el uno Eguzki alde, por ser soleado, y el otro Izotz alde porque está al norte y disfruta de pocas horas de sol. En Elgoibar (G) se busca la orientación sur, salvo que el terreno no lo permita. En ocasiones la entrada, ataixa, mira al sur-sureste de forma que cuando sople el viento sur se encare con la puerta de la cuadra y dé de costado a la puerta de acceso.
En Aintzioa y Orondritz (N) presentan mayoritariamente orientación sur, las hay con otras orientaciones, la norte es escasa porque el clima es húmedo y frío. En el Valle de Roncal (N) las calles son estrechas y sombrías por lo que el portal, normalmente de piedra, está orientado de preferencia al sur. En Barañain (N) las casas antiguas están orientadas al sur y alguna al oeste.
En Mirafuentes (N) las casas se sitúan en el casco urbano longitudinal en dirección este a oeste, lindan al sur con una carretera y al norte se encuentra la zona de las eras donde antaño se trillaban las mieses. La mayoría de las fachadas principales se orienta al sur buscando el sol del mediodía a la vez que se protegen del viento del norte.
En San Martín de Unx (N) orienta al sur la fachada principal en el recinto antiguo y al este en las de más reciente construcción, que son las menos. Son pocos los casos de fachadas que miran al norte y en estos supuestos los vanos de las paredes son más escasos y de tamaño reducido. En algunas ocasiones en que las fachadas principales se orientan al norte, la calle está protegida del rigor climático por un desnivel del terreno o por filas de construcciones próximas. En resumen, evitan los embates del cierzo y buscan el sol, bien de la mañana (orientación al este) o bien de la tarde (orientación al sur).
- ↑ En esta localidad, según un estudio que se realizó a finales de los años setenta, el 31% de las fachadas miran al sur, el 22% al este, el 19% al sureste, el 10% al suroeste, el 10% al noroeste, el 6% al norte y el 2% al oeste. De ello se colige que el cuadrante sur-este es el eje central y acoge el 72% de las casas y tanto hacia el oeste como al norte la proporción va disminuyendo progresivamente hasta no haber ninguna en el cuadrante noroeste. Estos datos vienen a indicar que en zona diseminada el factor climático es importante y que los pequeños porcentajes en otras orientaciones se dan en barrios de mucha densidad (Areilza y Zautuola). Notas de una investigación llevada a cabo a finales de los años setenta por Aguirre y Salbidegoitia. Documento depositado en ADEL.