Anuncio de la muerte a los animales domésticos
Ha sido costumbre comunicar el fallecimiento de los miembros de la familia a los animales domésticos, ya que en cierto modo éstos también forman parte del grupo doméstico; la casa, en definitiva, es una comunidad integrada por los seres vivientes que la habitan, tanto las personas como los animales. Pero, a juzgar por la escasa respuesta obtenida en las encuestas, la práctica ha sido olvidada, lo que no es extraño ya que parece haber perdido vigencia entre finales del siglo pasado y las primeras décadas del actual, dependiendo de las localidades. Aún así el recuerdo de este rito se ha prolongado algo más en el tiempo e incluso, en algunas ocasiones, su ejecución.
Entre los animales a los que se les comunicaba el óbito han destacado las abejas; también se obraba así, si bien con mucha menor frecuencia, con las vacas y otros animales del establo.