El cortejo nupcial hoy
El antiguo desfile a pie de la comitiva nupcial es en los años noventa una escena olvidada; todos los invitados tanto en zonas rurales como en núcleos urbanos utilizan el automóvil para los desplazamientos al templo por cortos que éstos sean.
Aún así se sigue observando cierto ceremonial de llegada y entrada al templo. Cada contrayente sale de su domicilio con la anticipación necesaria para encontrarse en el pórtico de la iglesia a la hora convenida. Familiares, amigos o conductores de oficio trasladan en un vehículo al novio con la madrina y en otro, generalmente engalanado con flores y cintas blancas, a la novia con el padrino. Los miembros de las dos familias y los convidados acuden directamente al pórtico a la hora de la ceremonia, generalmente en vehículo propio.
Entra en la iglesia en primer lugar el novio tomando del brazo a la madrina; a continuación los invitados y por último la novia del brazo del padrino. En ocasiones, cumpliendo el deseo de los novios, los invitados suelen acomodarse en los bancos de la iglesia a medida que van llegando y entonces el novio aguarda a la novia al pie del altar. A veces acompañan a la novia dos niños que portan los anillos y las arras y otros sujetan la cola de la novia.