Novenario por las Animas del Purgatorio
En algunas localidades ha sido costumbre celebrar un novenario de misas en memoria de todos los difuntos que normalmente se iniciaba el día de Animas. Así se ha constatado en las siguientes poblaciones.
En Amézaga de Zuya (A) la Novena de las Animas tenía lugar durante las nueve fechas siguientes al segundo día de noviembre. Se empleaba con este fin el dinero obtenido del cepillo de las Animas y el que se daba al cura para que rezara responsos. Durante estas misas el catafalco permanecía colocado en la iglesia y al igual que durante los funerales se retiraban todas las flores que adornasen el altar.
En Landa (A) la Novena de Animas se celebraba después de Todos los Santos y consistía en nueve misas desde el día dos hasta el diez de noviembre. Esta costumbre se perdió en los años cincuenta.
En Laguardia (A) también se celebraba una novena que comenzaba el día de Todos los Santos. Acudía a la misma todo el pueblo, que previamente se había encargado de decorar el altar; cada familia llevaba además un candelabro con una vela para la sepultura. Esta costumbre desapareció hacia los años sesenta.
En Urkizu-Tolosa (G) con la conmemoración de los Fieles Difuntos o Animan eguna daba comienzo el novenario por las almas de los difuntos o Animan bederatziurrena durante la misa cotidiana y con los rezos propios de la celebración[1].
La Novena de las Almas comenzaba en Allo (N) la noche del dos de noviembre. Previamente el sacristán improvisaba en el pasillo central un altar compuesto por un gran lienzo enmarcado en moldura dorada y en el que se representaba a la Virgen del Carmen con las Animas del Purgatorio entre llamas. Completaban el altar docenas de cirios puestos en sus candeleros y tan arrimados unos a otros que a menudo se encorvaban por el calor. Estos cirios eran entregados por los particulares y al término de la novena cada cual recogía el suyo y lo guardaba en casa como prevención de enfermedades y para ahuyentar el rayo. A esta novena acudía casi todo el pueblo y cada día se cantaban desde el coro unos ayes que conmovían a los asistentes. En Obanos (N) también empezaba en la noche del día de Almas.
En Monreal (N) a partir del dos de noviembre, día de las Almas, se iniciaba en el cementerio la Novena de las benditas Almas del Purgatorio. Esta práctica se mantiene vigente. Se reúnen algunas mujeres por la tarde y rezan un rosario, si les acompaña un cura se dice también un responso.
En Aoiz (N) la llamada Novena de las Animas comenzaba nueve días antes de Todos los Santos.
Durante el mes de noviembre en muchas parroquias se hacía un ejercicio piadoso en favor de las almas del Purgatorio, por esta razón a este mes se le denominaba «Mes de Animas», Arimen Illa. Tenían lugar generalmente lecturas y oraciones al finalizar el rosario vespertino que se rezaba en la iglesia (Vitoria-A, Durango y Zeanuri-B).
- ↑ Juan GARMENDIA LARRAÑAGA. “La vida en el medio rural: Urkizu (Tolosa-Gipuzkoa)” in AEF, XXXVIII (1992-1993) p. 156.