Cambios

Alava2

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Más recientemente se introdujeron cerdos negros en los montes de Altube, pero no en Guibijo, para engordarlos. Su presencia resultó problemática porque con ellos llegaron nuevas enfermedades. Los informantes aseguran que hubo gente que consiguió hacer mucho dinero ya que se registraban a nombre de cualquier vecino. Finalmente en algunos pueblos tuvieron que limitar el número de ejemplares e incluso se llegó a prohibir su presencia. Les quitaban las chabolas a los cerdos blancos lo que traía problemas porque a este animal no le importa que haga frío, pero sí humedad. Cuando se subían al monte se trasladaban en carro para evitar que regresaran sirviéndose de su olfato. Era asimismo importante que hicieran ''banda''. Al principio les costaba entrar en la choza y se les echaba comida para engañarlos. Se les llevaba maíz, trigo o habas. En el caso de las ovejas hay un pastor para todo el pueblo que es quien se encarga de llevarlas a la sierra por la mañana y regresar por la noche. Las cabras van con el rebaño pero al llegar a las alturas se separan.
En Valderejo se llevaban a los pasturajes altos yeguas que permanecían en los mismos prácticamente durante todo el año a excepción de los periodos en que las grandes nevadas les impedían pastar. Este animal ya no se cría en la actualidad a excepción de una granja de Lahoz. Las vacas resistían en el monte de abril/mayo hasta octubre/noviembre. El in- vierno invierno lo pasaban en el establo y, si se sacaban porque el tiempo lo permitía, regresaban al atardecer al mismo. Ahora desde abril a octubre/noviembre permanecen en el monte y durante el invierno salen durante el día y regresan por su cuenta al establo para pernoctar. Hasta los años setenta las ovejas y las cabras se sacaban diariamente y volvían por la noche al establo. En la actualidad viven en el monte desde los meses de abril o mayo hasta octubre o noviembre. El resto del periodo invernal abandonan la cuadra todos los días y regresan a la misma para pasar la noche. Las yeguas y las vacas, al aproximarse el mal tiempo, se acercan instintivamente al pueblo, sobre todo las vacas. Las yeguas resisten mucho mejor las inclemencias del tiempo y tienen que encontrarse en situaciones extremas para abandonar el monte y acercarse a los establos.
En Valdegovía en la actualidad se echan al monte vacas, caballos y yeguas, si bien en esta población no se distingue entre pasturajes elevados y bajos. Las vacas resisten poco en el monte, tan sólo permanecen en él cuando hace buen tiempo; en cuanto empieza el frío ellas mismas descienden. Las caballerías soportan mejor las bajas temperaturas y por consiguiente permanecen más tiempo arriba. Suele ser señal inequívoca de aproximación de un temporal de frío y nieve que los caballos bajen por sí solos a los pueblos. La razón de tener mayor o menor resistencia a las inclemencias se debe, a juicio de los informantes, a que «la vaca posee manteca y por ello es más friolera porque el frío se la ''come'', mientras que el caballo tiene sebo y soporta mejor las bajas temperaturas». Las ovejas y las cabras que se sacan a diario pastan en lugares cercanos a los pueblos. Cuando se dejan en pasturajes altos se trata de zonas controladas. Antaño y hasta los años setenta se soltaban al monte cerdos, pero hoy en día no existe esa costumbre. Algunas personas aseguran que los actuales jabal íes son producto de cruces con aquellos cerdos y que por esta razón existen tantos. Lo explican diciendo que el jabalí no cría hasta los dos años, poco más o menos, y que sus primeras camadas son pequeñas, de dos o tres jabatos. Sin embargo, los cerdos crían para los seis meses y tienen camadas de seis u ocho lechones. La mezcla entre unos y otros habría provocado un gran crecimiento de jabalíes mezclados.
En Pipaón se echaba al monte el ganado caballar, vacuno, lanar y caprino hasta que nevaba, si bien el primero no pernoctaba en él. La ''vacada ''se sacaba desde mayo y se bajaba cada quince días a darle la sal, así hasta octubre.
En Treviño los ganados caballar y mular, al igual que el ovino y el caprino, descendían a diario a dormir a casa durante el periodo invernal. Desde abril a noviembre permane- cían permanecían en el monte pastando libremente. El vacuno también se quedaba en el alto durante el mismo periodo de tiempo.
En Bernedo ascendían los rebaños de vacas, yeguas, ovejas y cabras. Estas últimas se bajaban a casa todos los días para ordeñarlas. Durante la temporada en que el chivo no tenía que cubrirlas se mantenía en casa; tan sólo se echaba al monte de mayo a octubre. Las caballerías se quedaban allí todo el año a no ser que hubiese mucha nieve. Las vacas y terneros permanecían todo el verano, esto es, cinco meses, y sólo se bajaban de quince en quince días para que tomaran sal. Las ovejas lachas se dejaban en el monte como las vacas mientras que las merinas se llevaban a dormir a casa todos los días. A los ''cochos ''o cerdos que se sacaban al monte les hacían chozas para que se cobijaran durante la noche; si nevaba les subían pienso a las mismas. El ganado de ''huelga'', esto es, el de trabajo, no se soltaba a la sierra. Desde el día de San Pedro, 29 de junio, hasta la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, 15 de agosto, tenía reservado el prado, la dehesa y la rastrojera después de la recogida de la cosecha.
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