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Apendice Curacion de la hernia en la noche de San Juan

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En Sara (L) en los años cuarenta recogió también Barandiaran una costumbre similar. El niño que tenía caído el bajo vientre (hernioso) se curaba haciendo que tres hombres que se llamaban Jean Batiste lo pasaran por encima de la copa de un roble durante la noche de la víspera de San Juan entre los dos toques de las doce del reloj. Según otro informante para curar a un herniado, tres personas que se llamaran Juan Bautista debían hacer, en la noche y hora indicadas, la operación consagrada para estos casos. Consistía en lo siguiente: los tres Juanes se reunían junto a un roble encorvado y con ellos el herniado. Aquéllos pasaban a éste en sus manos diciendo: –''To, Batista'' (Tómalo, Batista); –''Ekar, Batista'' (Dámelo, Batista); –''To, Batista'', (Tómalo, Batista). La operación no debía ser anunciada, debía hacerse con sigilo a fin de evitar que el diablo se enterase e hiciera fracasar la obra. El informante le indicó a Barandiaran que un hijo de ''Arburua'' fue objeto de esta operación en el robledal de ''Berrueta'' y se curó.
El P. Donostia registró a comienzos del siglo XX en el Alto Zuberoa, Larrau y Santa Grazi el rito que se practicaba de la curación de la hernia de los niños el día de San Juan. Al albo- rearalborear, dos hombres de nombre Juan cogían al niño enfermo y le llevaban al bosque. Uno de ellos sostenía al niño al tiempo que el otro que portaba un hacha elegía un roble joven y lo partía de alto en bajo. Seguidamente cada uno de los dos hombres se colocaba a sendos lados del árbol y hacían pasar al niño por la hendidura repitiendo tres veces: –''To Juhane'' (Ten a Juan). –''Ekarrak Juhane'' (Dame a Juan). A continuación quitaban la camisa al niño juntando las dos partes del árbol. Si para el año siguiente éste no se había secado, el niño se curaría<ref>APD. Cuad. 11, ficha 1.030.</ref>.
Azkue, en las primeras décadas del siglo XX, dejó registrado que en muchas localidades y comarcas de Vasconia tales como Urbina (A); Amorebieta, Otxandiano (B); Aezkoa, La- rraunLarraun, Roncal, Ultzama (N); Donazaharre (BN) y Barkoxe (Z) existía una vieja costumbre supersticiosa. Consistía en llevar al niño atacado de hernia junto a un roble la víspera de San Juan, cerca de la medianoche. Lo subían por medio de una escalera y donde arrancaban los brazos del árbol, se colocaban allí, frente a frente, dos Juanes (según la costumbre constatada en Larraun) o tres Juanes (en el valle de Ultzama). Uno de los Juanes tenía al niño en sus manos muy poco antes de sonar el reloj a medianoche. En cuanto oían la primera campanada decía: –''Juanek uzten zaitu'' (Juan os deja); el segundo Juan recibía al niño en sus manos y decía: –''Juanek artzen zaitu'' (Juan os recibe). Este segundo Juan, un instante después entregaba el niño al compañero mediante la fórmula primera: –''Juanek uzten zaitu'', y el otro, al recibirlo, decía: –''Juanek artzen zaitu'', y así casi con toda la rapidez posible pasaba el niño de uno a otro Juan, pronunciando cada vez una y otra fórmula, y al sonar la duodécima campanada se callaban ambos. Tres eran las veces que hacían este acto de dar y recibir al infantil herniático<ref>Resurrección Mª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid: 1935, pp. 298-301.</ref>. [[File:5.107 Etena osatzen Doniane gauan. Rito con niño herniado la noche de San Juan. (Segun R. M.ª de Azkue).jpg|center|700px|Etena osatzen Doniane gauan. Rito con niño herniado la noche de San Juan. (Según R. M.ª de Azkue). Fuente: Azkue, R. M.ª de. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: Espasa Calpe, 1947.]]
En Ultzama (N) el rito de esta ceremonia era más sencillo. Se necesitaban para ello tres Juanes. El primero tenía al niño en sus manos y lo entregaba al segundo diciendo: –''To, Juan''; el segundo al tercero, con las palabras: –''Arzak, Juan''; el tercero al primero pronunciando: –''Tori, Juan''. Repetían lo mismo mientras sonaban las doce campanadas del reloj. En Barkoxe (Z), en tiempos pasados, pronunciaban la fórmula nueve veces: –''To, Johane'' (Toma, Juan) y –''Ekarrak, Johane'' (Tráelo, Juan) y además había que realizar la acción fuera del pueblo<ref>Resurrección Mª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid: 1935, p. 238.</ref>.
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