Aplicación de frío

En Amézaga de Zuya (A) para calmar el dolor se recomienda colocar un hacha fría o una llave en la mejilla, o en su defecto cualquier otro objeto de metal. En Pipaón (A) poner un hacha fría en la parte de la cara donde esté la muela que duele. En Bidegoian (G) colocar algún objeto de hierro en la mandíbula, siendo habitual recurrir a la hoja del hacha.

La aplicación del hacha fría sobre la zona dolorida también se ha constatado en otras poblaciones (Carranza, Amorebieta-B; Elgoibar, Elosua, Hondarribia, Telleriarte-G).

En Bedarona (B) cuando alguien iba a por hierba al campo y le comenzaban a doler las muelas colocaba la piedra de afilar la guadaña sobre la mejilla para que el frío le calmase el dolor. En Lagrán (A) se pasaban una llave muy fría por las encías[1].

En Eugi (N) si nevaba se ponía nieve en la cara o el acero del hacha. En definitiva, se aplicaba frío en la mejilla. De ese modo se mitigaba el dolor, aunque no se quitaba.

En Amézaga de Zuya y Bajauri (A) se recomienda introducir nieve en la boca. En Aoiz (N) llenar la boca con agua fría y mantenerla un rato.

Cuenta un informante de Elosua (G) que cuando le dolían las muelas mientras estaba trabajando, se tumbaba en la heredad y apoyaba la cara contra la tierra. En Sangüesa (N) ponían la cara contra el suelo para recibir su frío.


 
  1. Gerardo LÓPEZ DE GUEREÑU. “La medicina popular en Álava” in Homenaje a D. Joaquín Mendizabal Gortazar. San Sebastián: 1956, p. 258.