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Aullido del perro. Txakurraren oihua zakurraren uhuria

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El presagio de muerte más conocido es el que hace referencia al aullido del perro, ''txakurraren/zakurraren zaunka ''(Elosua, Zerain-G), ''oihua ''(Zerain-G), ''aiuma/aima ''(Telleriarte-Legazpia, Zerain-G), ''urubia/uhuria/orhügia/auria ''(Goizueta-N, Aldude, Baigorri, Buztintze, Donibane-Garazi, Irisarri, Izpura, Lekunberri-BN, Beskoitze, Itsasu-L, Santa Grazi-Z), ''gailasia ''(Zeanuri-B), ''negarra ''(Aramaio-A), ''damu-ansiak ''(Bedia-B).
Se asegura que cuando un perro aúlla lastimeramente, generalmente por la noche, es que va a morir una persona (Berganzo, Gamboa-A, Bedia, Durango, Lemoiz, Portugalete, Zeanuri-B, Altza, Deba, Elosua, Getaria, Hondarribia G, Aezkoa<ref>Resurrección M.<sup>a</sup> ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza. ''Tomo I. Madrid, 1935, p. 235.</ref> , Baztan-N, Beskoitze, Haltsu, Itsasu, Sara-L, Donibane-Garazi, Izpura, Lekunberri-BN, Barkoxe, Santa Grazi, Urdiñarbe-Z); bien un miembro de la casa (Aramaio, Bernedo, Ga larreta, Llodio, Mendiola, Narvaja, Obécuri, Pipaón-A, Abadiano, Carranza, Lezama, Muskiz, Orozko, Portugalete, Zeberio-B, Getaria, Zerain-G, Garde, Otxagabia, Viana N); o alguien del vecindario (Amorebieta Etxano, Meñaka, Ziortza-B, Urnieta, Zegama-G, Otazu-A).
En Ezpeize-Undüreiñe (Z) se consideraba señal de que la muerte estaba próxima cuando el perro «ladraba a la muerte» de día o de noche. En Armendaritze, Heleta (BN), Azkaine, Hazparne, Bidarte (L) y Zunharreta (Z) que «aullase a la muerte».
En Zerain (G) esta creencia muestra la siguiente peculiaridad. Dicen aquí: ''«Txakurre oiuka badago egunez, eriotza gertun», ''esto es, si el perro ladra lastimeramente durante el día, la muerte está cerca.
En Gatzaga (G) se cuenta que en cierta ocasión un perro estuvo aullando tristemente durante varios atardeceres. El mayorazgo del caserío dijo entonces a su cuñada: ''«Zapuak gertu ote daz ba gure okelak jateko?» ''(¿Es que estarán los gusanos dispuestos para comer nuestra carne?); a lo que respondió ésta: ''«Zaz ixillik, olakoik esan barikl» ''( ¡Cállate, sin decir semejantes cosas!). Al día siguiente de este diálogo el mayorazgo murió atropellado por un coche. También se cuenta que una mujer dijo a una amiga suya, al oír los aullidos de un perro: ''«Bateonbat il bion ba... » ''(Alguien va a morir) y fue ella misma quien falleció a los quince días<ref>Pedro M.<sup>a</sup> ª ARANEGUI. ''Gatzaga: una aproximación a la vida de Salinas de Léniz a comienzos del siglo XX. ''San Sebastián, 1986, p. 403.</ref>.
El aullido del perro se ha tenido en algunas localidades más como anunciador de la agonía o de la muerte de un vecino que como presagio de muerte. En Eugi (N) cuando un perro aullaba y gemía se pensaba que una persona estaba muriendo. En Apodaca (A) decían que si el estado del enfermo se agravaba por la noche los perros de todo el pueblo no dejaban de aullar y ladrar. En Amézaga de Zuya (A) existe la creencia de que los perros lloran la muerte de sus amos cuando aúllan. En Aoiz (N) también dicen que cuando intuyen el fallecimiento de algún vecino agonizante gimen y aúllan. En Artziniega (A) que lo hacen cuando ha muerto y también antes de ocurrir el óbito. En Monreal (N), igualmente, creían al oírlo que alguien había fallecido o estaba próximo a hacerlo.
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