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Muchas familias bautizaban al niño el mismo día de su nacimiento en el convencimiento de que con ello ganaban indulgencias; esta creencia estaba arraigada en Artziniega, Gamboa, Valdegovía (A); Ajuria, Busturia, Carranza, Durango, Lezama, Portugalete, Urduliz (B) y Zerain (G). En Orozko (B) los curas predicaban que se ganaban "dones especiales" cuando los niños eran bautizados el mismo día; en opinión de las informantes esto lo decían para evitar que murieran sin bautizar. Morir sin bautizar significa que el alma del niño irá al limbo (Bermeo, Carranza, Durango-B; Zerain-G; Aoiz y Obanos-N). Caso de que así sucediera por desidia de los padres, éstos eran criticados con dureza. Este temor pervive con mayor o menor fuerza en la gente del pueblo y desde luego en los cristianos practicantes. En Altzai (Z) era costumbre mantener una vela bendita encendida cerca del niño mientras éste no hubiera sido bautizado<ref>José Miguel de BARANDIARAN. "Materiales para un estudio del pueblo vasco; en Liginaga (Laguinge)" in ''Ikuska. ''N° 10-13 (1948) p. 80.</ref>.
En última instancia dependía de cada familia la prisa por bautizar al niño, pero también de la costumbre local. Son numerosas las localidades encuestadas en las que se consigna que los niños eran bautizados antes de pasar las cuarenta y ocho horas de nacer. En AlavaÁlava, se constata tal costumbre en Amézaga de Zuya, Apellániz, Artziniega, Bernedo, Gamboa, Ribera Alta y Valdegovía. Dentro de Bizkaia, en Ajuria, Amorebieta-Etxano, Bermeo, Busturia, Carranza, Durango, Gorozika, Lemoiz, Lezama, Markina, Nabarniz, Orozko, Portugalete, Urduliz ''y ''Zeanuri También en las localidades guipuzcoanas de Arrasate, Azpeitia, Beasain, Bidegoian, Elosua, Gatzaga, Hondarribia, Oñati, Telleriarte y Zerain se mantuvo esta costumbre, hasta bien entrado el siglo XX. En Navarra, bautizaban a los niños antes de las cuarenta y ocho horas en Allo, Aoiz, Ezkurra, Goizueta, Lekunberri, Lezaun, Obanos, Sangüesa y San Martín de Unx.
