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En Abadiño (B) las ventanas se cerraban con pestillos de metal, pero los de las tapas eran de madera, ''txarakil'', y solían ser de fabricación casera.
[[File:2.212a Txarakila. Abadiño (B) 2005.jpg|framecenter|600px|Txarakila. Abadiño (B), 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.]]
[[File:2.212b Kisketa. Abadiño (B) 2005.jpg|framecenter|600px|Kisketa. Abadiño (B), 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Zeanuri (B) muchas ventanas tenían su postigo y se sujetaban con un listoncito giratorio de madera, ''txamela''; otras eran de dos piezas y se sujetaban al cerrar con una barra de hierro, ''trangea''.
En Monreal (N) para cerrar las ventanas se recurría a pestillos.
[[File:2.213a Txarakila de madera. Abadiño (B) 2005.jpg|framecenter|600px|Txarakila de madera. Abadiño (B), 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.|class=nofilter]]
[[File:2.213b Txarakila de metal. Abadiño (B) 2005.jpg|framecenter|600px|Txarakila de metal. Abadiño (B), 2005. Fuente: Rosa M.ª Ardanza, Grupos Etniker Euskalerria.]]
En Moreda (A) lo que más se emplea para el cierre de las ventanas son los pestillos. A las ventanas se les solía poner un hierro cruzado y llevaban pestillos de madera para cerrar las contraventanas, que son conocidos con el nombre de ''taravillas ''y en realidad consisten en unos simples tacos de madera.
