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Esta asociación denominada oficialmente "Congregación de Hijas de la Purísima e Inmaculada Virgen María" se implantó en la mayoría de las parroquias del territorio de Vasconia, tanto peninsular como continental, a finales del siglo pasado y al inicio del presente. Después de recibir la comunión solemne, generalmente a los diez o doce años, las muchachas entraban en esta congregación convirtiéndose en ''Hijas de María; ''; llamadas ''Manaren alabak ''en las comarcas vascoparlantes y ''y Enfants de Marie ''en las zonas francófonas de Vasconia continental. Gozaban de esta condición hasta contraer matrimonio o profesar en un convento.
Las chicas que querían inscribirse en la asociación adquirían previamente la insignia: una medalla ovalada de metal blanco con la imagen de la Inmaculada que pendía de una cinta de color azul. En un día señalado, generalmente el día de la Inmaculada, el párroco imponía públicamente durante un acto religioso esta medalla a las nuevas congregantes (Bernedo, Ribera Alta-A; Durango, Urduliz, Zeanuri-B; Elosua G; Garde-N). En este mismo acto les hacían también entrega del Reglamento (Ribera Alta-A).
El fin principal de la Asociación era la devoción a la Virgen María y su imitación sobre todo en la virtud de la castidad. En muchas de las localidades encuestadas se anota que las Hijas de María no debían participar en los bailes "agarrados" con chicos, ''dantza lotuak'' (BernedoBermeo-B), Ribera Alta''baltseoa'' (Amorebieta-Etxano y Zeanuri-B). El incumplimiento de esta norma era motivo de expulsión de la Congregación (Amorebieta-A; DurangoEtxano, UrdulizBermeo, Zeanuri-B; Elosua Berastegi, Getaria, Hondarribia, Telleriarte-G; Garde-N). En este mismo acto les hacían también entrega del Reglamento (Ribera Alta-A).
La asociación contaba con un estandarte que tenía la efigie bordada de la Inmaculada Concepción; esta enseña se colocaba ante el altar durante los actos religiosos que las Hijas de María celebraban en la Parroquia y era portada por una congregante -la abanderada- en las procesiones religiosas.
Un domingo de cada mes, generalmente el primero, se celebraba para ellas una misa de Comunión General en la que tenían obligación de confesar y comulgar (Amézaga de Zuya, Apodaca, Bernedo, Gamboa, Mendiola, Moreda, Pipaón, Ribera Alta, Salvatierra, Valdegovía-A; Abadiano, Ajuria-Muxika, Amorebieta-Etxano, Bermeo, Carranza, Markina, Nabarniz, Orozko, Urduliz, Zeanuri-B; Arrasate, Beasain, Berastegi, Bidegoian, Elgoibar, Elosua, Ezkio, Getaria, Hondarribia, Oñati, Telleriarte, Zerain-G; Aiherra, DonaixtiIbarre, Ibarla, Iholdi-BN; Sara-L; Aoiz, Artajona, Garde, Izal, Lekunberri, Lezaun, Monreal, Obanos, Sangüesa, San Martín de Unx y Viana-N). Por la tarde de ese domingo después del rosario tenían un acto piadoso llamado "la visita", ''ikustaldia'', seguido de una plática del sacerdote y el canto de la salve ante el altar de la Virgen (Amézaga de Zuya, Valdegovía-A; Lezaun-N), con una vela en las manos (Zeanuri-B e Iholdi-BN). En Carranza (B) asistían a oir misa también los primeros viernes de mes y en los días de Cuaresma.
Las pequeñas parroquias de la Llanada alavesa se congregaban en una localidad determinada para celebrar esta fiesta con mayor esplendor. Todas las jóvenes congregantes de los pueblos cercanos de Artaza, Aranguiz, Antezana, Guereña, Legarda, Echávarri, Mendiguren, Mendarozqueta y Foronda acudían a Apodaca donde, por la tarde de ese día, tras el toque de campanas, había vísperas cantadas y plática de un predicador traído de fuera; a continuación tenía lugar la procesión que se celebraba alrededor de la Iglesia. También acudían los sacerdotes de todos estos pueblos. En Gamboa (A) se reunían ese domingo las Hijas de María de los pueblos vecinos de