Consumo y embotellado

La barrica que contiene la sidra elaborada en los meses de octubre o noviembre debe mantenerse cerrada hasta la luna menguante de enero o febrero, en que se abre para catar el producto y proceder bien al trasiego a otra limpia, de donde se irá extrayendo para el consumo, bien a embotellarla para su venta o almacenado. Según una encuesta de Carranza, previamente al llenado de botellas, y dependiendo de los gustos, se vierte en ellas una cucharada de azúcar, o dos pastillas de sacarina, o un poquito de coñac. Este hábito es de reciente incorporación.

Sidrería. Astigarraga (G), 1988. Fuente: Antxon Aguirre, Grupos Etniker Euskalerria.

En las sidrerías públicas, y al igual que se hacía antiguamente, el día de apertura de las cubas para probar la sidra suele estar rodeado de cierta publicidad entre los clientes habituales y los expertos.

Sidra embotellada. Caserío Pestegi, Larrea (A), 1988. Fuente: Fernando Díaz de Corcuera, Grupos Etniker Euskalerria.