127 728
ediciones
Cambios
sin resumen de edición
En Zeanuri, en los años ochenta, la mayoría de los caseríos vendían la leche a las centrales lecheras que acudían con sus camiones cisternas hasta sus puertas.
En Urduliz (B) en los años sesenta los aldeanos transportaban la leche en unas cantinas de zinc, ''kantinak'', de 12-15 litros; posteriormente comenzaron a usar cantimploras de 25 y 50 litros. Los aldeanos tenían que «salir al lechero» a la carretera por donde éste pasaba cada mañana, ya que los caminos a los caseríos no estaban asfaltados. Para transportar las cantinas se servían del burro y en caso de que el número de cantinas fuera impar cargaban una piedra sobre el lado del aparejo que tuviera menos peso. A partir de los años ochenta se asfaltaron las carreteras vecinales y el lechero pasaba con su camión cada mañana por cada uno de los caseríos. En el decenio siguiente se fueron espaciando las recogidas en días alternos; esto trajo consigo la necesidad de que los caseros tuvieran que comprar tanques refrigerados para conservar la leche a la temperatura adecuada para dos o más días.