Cambios

Saltar a: navegación, buscar

El caso de Luzaide Valcarlos (N)

195 bytes añadidos, 08:30 13 abr 2018
sin resumen de edición
Por ejemplo, en el límite más septentrional de la zona estudiada, Lesaka tiene 124 caseríos<ref>Conviene tener presente que estos datos corresponden a la década de los setenta del pasado siglo XX.</ref>, Elizondo 56 y Arizkun 109; si descendemos al extremo sur, en Arakil no existen más viviendas solitarias que los molinos. De los veintitantos pueblos de La Barranca, únicamente cuatro tienen algún caserío que casi siempre, como en el caso de Urdiain, son de reciente construcción. Lekunberri, capitalidad de Larraun, no tiene más que un caserío, Huici a caballo de la divisoria figura con dos. Con sólo remontar el puerto de este último pueblo, Leitza arroja el balance de 135 antes de la industrialización; diez casas más que en el núcleo central.
[[File:FIGURA2.png9 Vertiente septentrional con los municipios de la divisoria de aguas en Navarra.jpg|RTENOTITLE_FIGURAframe|Vertiente septentrional con los municipios de la divisoria de aguas en Navarra. Fuente: Archivo particular José M.ª Satrustegui.]]
A la hora de analizar las causas que provocan este fenómeno conviene tener en cuenta, ante todo, la configuración natural del terreno. El panorama que presentan las dos vertientes es realmente distinto. La vertiente atlántica muestra un aspecto abigarrado de montañas de disposición anárquica y confusa. Los corredores resultan angostos y profundos. Los ejes de las depresiones no presentan una alineación definida y son valles bajos. Como consecuencia de todo ello, el terreno es sumamente accidentado y el techo montañoso se hunde en proceso rápido. Al sur de la divisoria, en cambio, las montañas se presentan más ordenadas, con trazado lineal en el Corredor de La Barranca y configuración un tanto cóncava. Las cotas máximas vienen a ser similares, es sobre todo en niveles bajos donde se acentúan las diferencias, manteniéndose en general por encima de los 400 m. La nota más destacada de esta zona meridional estriba en el hecho de que los valles son amplios y presentan horizontes abiertos. La morfología del terreno resulta decisiva en la configuración del caserío, hasta el punto de que allí donde la vertiente mediterránea presenta características del terreno similares a las de la vertiente septentrional, invariablemente se convierte en zona de caseríos; es el caso de Basaburua.
127 728
ediciones