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El pastor bardenero

235 bytes añadidos, 15:44 5 jul 2019
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Durante mucho tiempo en las Bardenas no han existido corrales de cubilar ganado, pues las ordenanzas de 1820 prohibían fabricar casas y corrales a un cuarto de legua de caminos públicos. Los actuales no son anteriores a los años cincuenta y los más antiguos, muy pocos, datan del siglo XX. Esto es debido a la naturaleza de la propiedad de estas construcciones, que las ordenanzas sucesivas han ido ratificando. Aunque el usufructo pueda transmitirse y exista un derecho preferente de ocupación bajo determinadas condiciones, no son propiedad de quien las construye sino que son para abrigo y cobijo de todos los congozantes. Bajo ningún concepto el terreno sobre el que se asientan puede ser propiedad particular.
[[File:FIGURA3.png206 Corral en las Bardenas (N).jpg|center|600px|RTENOTITLE_FIGURACorral en las Bardenas (N). Fuente: M.ª Carmen López, Grupos Etniker Euskalerria.]]
Muchos pastores de Bidangoz y Roncal recuerdan que les tocaba dormir en una cueva o refugio. Éste se levantaba aprovechando una visera en una cantera o pared rocosa bien orientada al SE, para cerrar un habitáculo mediante un murete de piedra a canto seco completado con ramas de pino. El ganado se guardaba en un cercado de piedra contiguo que recibe el nombre de barrera o bien en alguna majada o accidente geográfico, como cuevas o barrancos, habilitado para contener ganado.
Antaño, mientras el mayoral y los pastores cuidaban del ganado, el zagal se quedaba al cargo del lugar de pernocta, corral y cueva, así como de los burros. Se ocupaba también de recoger leña. Cuando se terminaba el pan aparejaba un burro y marchaba al pueblo más cercano a comprarlo.
Recuerdan que su única diversión era juntarse varias noches con otros pastores en los pueblos vecinos a las Bardenas. Iban andando con el borrico y pasaban toda la noche fuera, vol- vían volvían al día siguiente temprano. Tan sólo a mediados del siglo XX en el lugar de La Castellana, en plenas Bardenas, existía una venta donde podían ir a comprar algo y compartir la compañía femenina y la música de una gramola.
Hoy en día la primera tarea del pastor cuando se levanta es limpiar el pesebre para echar el pienso al ganado y preparar la paja para la noche. Una vez hecho esto se sale a pastar al campo, aunque si el tiempo es malo las ovejas se pueden quedar recogidas en el corral o comiendo el pienso que el ganadero les esparce por la majada. El resto del día se recorren las tierras de las Bardenas de aquí a allá, pastando en los campos y eriales, bebiendo en los barrancos o balsas. Al atardecer se retorna al corral y se recuentan las cabezas. En ocasiones se les da algo de comer. Posteriormente el pastor se hace la cena en la cabaña, que ahora estará equipada con las comodidades básicas, y se van a dormir a los pueblos.
Antes como ahora, era preciso hacer frecuentes recuentos del ganado. Las ovejas se pierden con facilidad porque existen muchos tollos o agujeros que son auténticas trampas para las reses.
[[File:FIGURA3.png207 Rebaño pastando en las Bardenas (N) 1999.jpg|RTENOTITLE_FIGURAcenter|600px|Rebaño pastando en las Bardenas (N), 1999. Fuente: Antxon Aguirre, Grupos Etniker Euskalerria.]]
Los pastores de Otsagabia señalan que todos tienen ya casa en los pueblos que ''mugan, ''limitan, con las Bardenas y nadie duerme en las chozas. Es éste un cambio que se ha introducido con la motorización a mediados de los años setenta. Todavía hay, no obstante, pastores que entre semana pasan la noche en la cabaña si no tienen familia o si la casa les queda muy lejos. Aún hay alguno que en meses no duerme en cama.
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