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Texto reemplazado: «Mª» por «M.ª»
En Zuberoa, al día siguiente de la fabricación del requesón, ''zenbera'', en el ''kaiolar'', el pastor que desempeñaba el cometido de ''etxekanderea ''bajaba cargando sobre sus espaldas una tabla de la que colgaban a ambos lados pequeñas bolsas de este producto. Se obtenían unas tres bolsas de requesón por queso. Era un manjar –señalan los informantes– que se podía tomar dulce o salado. Los últimos requesones de la temporada, que se hacían en julio, se introducían en bolsas más grandes y se salaban para conservarlos más tiempo.
A tenor de nuestras encuestas y de otras anteriores<ref>José Mª M.ª AZCARRAGA. «La vida pastoril en la región de Salvatierra (Alava)» y Felipe de TOLOSA. «Notas sobre la vida pastoril en Aramayona» in AEF, XV (1955) pp. 179 y 183.</ref>, en muchas zonas pastoriles, sobre todo de la mitad occidental de Vasconia, no hay costumbre de elaborar el requesón.