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En el baptisterio

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También en Zerain (G) era el padrino el que tomaba al niño con las palmas de ambas manos y lo inclinaba hacia la pila bautismal al tiempo que la madrina le colocaba su mano sobre la espalda. Esto mismo se hacía en Abadiano, Gorozika, Lezama, Trapagaran, Urduliz (B); Arrasate (G).
En otros lugares indican que era la madrina quien sostenía en brazos a la criatura durante toda la ceremonia y que el padrino colocaba la mano sobre su espalda en el momento del bautismo (Amézaga de Zuya, Bernedo, Ribera Alta, Valdegovía-A; Amorebieta-Etxano, Carranza, Durango, Orozko, Zeanuri-B; Bidegoian, Telleriarte-G; Lezaun, Garde-N). También se indica que el padrino sujetaba la cabeza del niño al tiempo que recibía el agua bautismal (Mendiola, Moreda, Pipaón-A; Getaria, EzkioGEzkio-G; Liginaga-Z; Uharte-Hiri-BN) o que ambos padrinos sostenían a la criatura en el momento de bautizarlo (Donoztiri-BN y Sara-L).
[[File:6.41 Bautismo. Bilbao (B) 1966.jpg|center|600px500px|Bautismo. Bilbao (B), 1966. Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa.]]
En Navarra donde en tiempos fue común que el padrinazgo lo ejerciera una sola persona era la madrina la que sostenía al niño en el momento del bautismo.
Al regreso del bautizo la nodriza o la comadrona se apresuraba para entregar la criatura a la madre. En Zerain (G) en ese instante la madre besaba al niño y le hacía la señal de la cruz en la frente por primera vez, pronunciando ''Jaungoikoak bedeinkatu zaitzala... ''(Que Dios te bendiga). A continuación todos los vecinos que habían ido a visitar a la madre hacían al niño la señal de la cruz en la frente o sobre su cuerpo y repetían la misma bendición. Al dirigirse a la madre también le expresaban el deseo de que no le faltara la ayuda de Dios para su crianza, ''Jaungoikoak lagun deitzula azitzen ''(Que Dios te ayude a criarlo).
En Elosua, Oñati y Telleriarte (G) se usaban expresiones similares; obligación de todos los que visitaban a un recién bautizado era decirle: ''Jainkoak beinkau dailla ''(que Dios le bendi gabendiga). En Amorebieta-Etxano (B), la fórmula empleada era: ''Berinkatu zaizalaJainkoak. ''Azkue también señala que en Lazkano (G) no se le puede decir al niño hasta ser bautizado que Dios le bendiga, ''Jainkoak bedinka dezala''<ref>Resurrección M.ª de AZKUE. ''Euskalerriaren Yakintza''. Tomo I. Madrid, 1935, p. 190.</ref>.
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