Cambios

Saltar a: navegación, buscar

Extracciones domesticas

292 bytes eliminados, 15:27 4 jul 2019
sin resumen de edición
En Carranza (B) cuando el que tenía un diente flojo era incapaz de arrancárselo, recurría a la colaboración de otra persona. Con un cordel lo ataba al picaporte de la puerta, de modo que el paciente quedase frente al canto de la misma para evitar que girase. En esa posición, el afectado debía retirar bruscamente la cabeza hacia atrás para arrancarse el diente. Como tal movimiento no surgía espontáneamente por propia voluntad, la otra persona recogía con las tenazas un tizón del fuego y en un momento de descuido se lo acercaba súbitamente a la cara. El miedo a quemarse hacía todo lo demás.
En San Martín de Unx (N) se ataba un hilo fuerte a la pieza que se pretendía arrancar, sujetando el otro extremo al picaporte de la puerta. Una vez tenso el hilo, otra persona cogía un tizón del fuego y lo dirigía inesperadamente contra el rostro del doliente, que se retiraba con violencia, arrancándose la muela.  Fue frecuente que los dientes de leche se extrajeran en casa mientras que para sacar los correspondientes a la dentición definitiva se acudiese a un persona avezada en estos menesteres. En este último caso si ya estaban muy flojos, también se solían arrancar en casa.
Así ocurría en Izal (N), donde los dientes de leche se sacaban con un hilo mientras que de los demás se ocupaba el médico.
En Murchante (N) los dientes de leche se extraían atando un hilo o dando un tirón con la mano; los adultos, en cambio, recurrían al practicante, que hacía las veces de sacamuelas.  En Abadiano (B) en el caso de las personas mayores se encargaba el practicante, pero cuando había que sacarle un diente o una muela a un niño se ocupaba de hacerlo el padre.
[[Image:C:%5CUsers%5CMETXEB~1%5CAppData%5CLocal%5CTemp%5Cmsohtmlclip1%5C01%5Cclip_image050.gif.png|thumb|left|top|{| style="border-spacing:0;width:15.478cm;" |- style="border:none;padding:0cm;" || Fig. 27. ''Erronkariko haginateratzailea'', sacamuelas de Roncal (N), finales s. XIX. |- |}]]En Hondarribia (G) los dientes de leche, cuando se movían, los sacaba la madre tirando de un hilo que previamente se les ataba. Este mismo procedimiento lo utilizaban muchos adultos. El maestro de la escuela también quitaba los dientes a sus alumnos cuando los te- nían tenían a punto de caerse. Los mayores acudían además a un sacamuelas que había en la villa, que también ejercía de barbero, peluquero y practicante.
En Zerain (G) los dientes de leche que no terminaban de caerse los arrancaban las madres o las abuelas con los dedos o con la ayuda de un cordel. En el hogar se utilizaban las tenazas normales o procedimientos consistentes en atar una liz descritos antes. Los días de feria solían acudir además sacamuelas que extraían las piezas por medios rudimentarios pero siempre mejores que los de casa.
En Allo (N) cuando la pieza se movía se sacaba en casa utilizando un hilo. Pero si la operación presentaba mayor dificultad acu- dían acudían al ministrante, que tenía su propio instrumental y no solía aplicar anestesia. Por el contrario, se ponía en el brazo con el que hacía fuerza una muñequera de cuero para evitar lesionarse al tirar.
<div align="right">[[Extraccion_de_dientes_y_muelas|'''↵''' Volver al apartado principal]]</div>
{{DISPLAYTITLE: Extracciones domésticas}} {{#bookTitle: Medicina popular Popular en Vasconia | Medicina_popular_en_vasconia}}
127 728
ediciones