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En Lezaun (N) las declaraciones las efectuaban los mozos de palabra. Eran ellos los que daban el primer paso, aunque siempre había alguno que no se atrevía o no era capaz y alguien le ayudaba actuando de intermediario.
En Muskiz (B) señalan que aunque las decía raciones declaraciones fuesen parecidas y condujesen a lo mismo, siempre eran únicas. El carácter del chico determinaba la forma de hacerlo y muchos temían ser rechazados por lo que incluso buscaban interlocutores. En Beasain (G) también dicen que algunos chicos necesitaban de una pequeña ayuda para declararse.
En Berganzo (A) la declaración, de palabra, se hacía en el baile. En Berastegi (G) también era de palabra y el signo de aceptación consistía en comenzar a verse los domingos; en Durango (B), Elgoibar (G) y Viana (N) lo era que domingo tras domingo la chica se dejara acompañar a casa y en Aoiz (N) que permitiese ser acompañada en el paseo y en el baile. En Carranza (B) la chica daba a entender su aceptación bailando mayor número de piezas con él, permaneciendo más tiempo en su compañía y dejándose acompañar a casa cuando concluía el baile.
En Mendiola, Pipaón y Ribera Alta (A) el chico, antes de proponer una relación formal a la muchacha, procuraba estar seguro de que no iba a ser rechazado. Eran signos de aceptación que la joven se dejase acompañar en el paseo y a casa, así como que aceptase bailar y conversar con él. Después de un tiempo de estar saliendo solos, si veían que su relación podía ser duradera, el chico le pedía matrimonio.
En Allo (N) la pregunta que el chico le planteaba a la muchacha era "¿Quieres ser novia mía?". Ella solía aplazar la respuesta con un "Chico, ya lo pensaré". El joven insistía una y otra vez, y si la mujer no se manifestaba en contra suponía que era aceptado.
En Artajona (N) se servían de frases como "¿Quieres salir conmigo?" o "¿Quieres que seamos novios?". En Izal (N) el chico se declaraba diciendo a la chica "Yo quisiera ir contigo, si tú quieres". En Obanos (N): "¿Quieres que salgamos?" o "¿Quieres que probemos a salir?".
En Bermeo Ezkio (G) y en Amorebieta-Etxano (B) la fórmula frase usada como declaración era la formulada para empezar acompañar a salir era la chica a casa: "''"Guzu nigaz ibilliLaguntzea nai duzu?" ''" (¿Quieres salir conmigoque te acompañe?). Era común que la chica no contestara en el momento aunque lo tuviera decidido de antemano. Si otra persona se encargaba de comunicárselo , y a continuación empezaban a la muchacha la frase era ''"Fulanitok zeugaz gudau urten. Fulanitok errekadue botaten'tsu" ''(Fulanito quiere salir contigo. Fulanito te manda el recado). La chica debía dar su respuesta a quien le llevaba el recadosolos.
En Abadiano (B) dicen que no hacía falta hablar mucho para ponerse de acuerdo entre dos jóvenes que se atraían mutuamente. Una mirada o unas palabras sueltas eran suficientes para darse cuenta de ello.
Cuentan que en cierta ocasión un joven le dijo a una chica: "''Nik zuk prestauko babak gustora jango neukez ba...''" (Yo comería a gusto las alubias cocinadas por ti). Ella le respondió: "''Nik pozik gertauko neuskizuz''" (Yo contenta te las prepararía). En Beasain (G) citan tres fórmulas similares empleadas hasta los años sesenta: ''Zuk egositako babak jango nituzke ba nik'' (Yo ya comería alubias preparadas por ti). ''Zuk erretako taloak jango nituzke ba gustora.'' (A gusto comería talos hechos por ti). ''Ama zaartu zaigu eta, zeozer pentsatu bearrean nago-ta'' (Mi madre tiene muchos años, y ya tengo que empezar a pensar en algo). En Bidegoian (G), antiguamente, la forma de declaración consistía en acompañar a la chica tras la romería y decirle algo de este estilo: "''Nik zuk prestatutako arraultzak (edo babarrunak) jango nituzke''".
En Markina (Yo ya comería alubias preparadas por tiB). ''Zuk erretako taloak jango nituzke ba gustora. ''(A gusto comería talos hechos por ti). ''Ama zaartu zaigu eta, zeozer pentsatu bearrean nago- ta ''(Mi madre tiene muchos añosBerastegi, y ya tengo que empezar a pensar en algo). En Bidegoian (G), antiguamente, la forma de declaración consistía en acompañar a la chica tras la romería y decirle algo de este estilo: ''"Nik zuk prestatutako arraultzak Sangüesa (edo babarrunakN) jango nituzke "los jóvenes también se carteaban cuando vivían en pueblos distanciados, pero lo usual era mantener contactos verbales. ''
En Goizueta (N) cualquier forma era válida para declararse sin que fuera extraño enviar una carta, sobre todo si se era tímido. En Viana (N) cuentan que si se temían las declaraciones verbales de amor por miedo al rechazo, se consideraba mejor expresarlas por escrito, sobre todo si el chico estaba en la mili.
En Artajona (N) en el caso de declararse por escrito se buscaba un intermediario que actuase de correo. Este trabajo recaía sobre alguna amiga de la chica o sobre menores de edad familiares de ella. La gente en cuanto tenía noticia de la declaración decía `"ya le ha pasado recado".
En Aoiz (N) los adolescentes escriben una carta o postal de amor al otro y se la envían por correo o por medio de un amigo. Es también usual dedicarse una canción de amor desde el kiosko del baile o en las discotecas. En Sangüesa (N) recuerdan que fue común hacerlo por la radio.
En Artajona (N) en algunos casos, los menos, se sustituía la declaración por un regalo consistente en una mantilla o un reloj. Si la chica se quedaba con él significaba que aceptaba la relación; su devolución, por el contrario, suponía el rechazo de la misma.
En Zerain (G) señalan que la preferencia y la aceptación entre los jóvenes se manifestaba mediante gestos como un guiño de ojo a la chica, u ofreciéndole durante el baile la flor que llevaba en la solapa o en la boca y que ella se colocaba en el vestido. La aceptación de un regalo o su rechazo tenía el mismo significado. En tiempos pasados el envío de morcillas o del rabo del cerdo a una joven tras la matanza podía significar el inicio de una relación, o su rechazo si el presente se devolvía. La mujer tenía también sus iniciativas, que eran menos visibles e intimas, ya que se reducían a conversaciones con el interesado mediante el uso de fórmulas del tipo: ''Nik preparatutako janarie artuko altzenduke...? ''(¿Tomarías comida preparada por mi?). En Urdiain (N) un signo de las intenciones amorosas de un joven casadero era el envío de un regalo a la familia de la presunta nuera con motivo de la matanza del cerdo. Cuenta una señora que de joven ella mantenía relaciones con un chico de fuera sin que nadie lo hubiera advertido por lo que ante la llegada a su casa de uno de esos presentes gritó azorada a su madre: "No lo aceptes, que yo tengo novio en Alsasua" <ref name="ftn1">José M' SATRUSTEGUI. ''Comportamiento sexual de los vascos. ''San Sebastián, 1981, p. 198. </ref>.
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